CAPITULO XXXVI: ¡Ethan!

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— Que, ¿No me vas a saludar? –Preguntó dejando sus maletas en el piso mostrándome una gran sonrisa.

— Dios... Mío... –me limite a responder antes de abrazarlo fuertemente.

Ethan me alzo dándome vueltas en el aire. No quería soltarlo, estaba feliz de verlo, y al parecer él estaba igual.

— Cariño estás hermosa.

— Dímelo tú, estas... ¡Radiante! Ven aquí.


Rodee mis brazos por el cuello de Ethan acariciando lentamente con la otra mano su suave cabello. Después de varios años, aún causaba en mí la misma sensación de siempre cuando lo tenía en mis brazos. Me hacía sentir que nunca estaría sola.

— ¿Qué haces aquí? –Pregunte en su oído.

— Llamé a tu mamá, y ella me dio la dirección. Necesitaba verte.

— ¿Todo está bien?

— Ahora sí, y es lo que me importa.

Nos separamos y a pocos centímetros de distancia, note en sus ojos esa pizca de amor fraternal que sentía el uno al el otro.
Ethan, mi primo, mi hermano, mi mejor amigo, mi todo. Nuestras madres estaban embarazadas al mismo tiempo, y cuando nacimos dieron con la sorpresa que no éramos del mismo sexo. Pensaron que nuestra relación seria mala, porque en mi familia siempre eran primas con primas, y primos con primos, pero mediante crecíamos, Ethan y yo formamos un lazo especial. Mucho más del que mis otros primos pudieron hacer entre ellos. Éramos los enviados de todos, incluso, mis primas me tenían celos porque una de ellas, Marie, siempre vivió enamorada de Ethan, si, sin importarle que eran primos hermanos, sin embargo él nunca sintió algo especial por alguien que no fuera yo.
Sin importar las reglas, me pidió que le diera su primer beso, y para ser sinceros, Ethan no es para nada feo.


En las reuniones familiares siempre me buscaba a mí. Reíamos, jugábamos, y salíamos juntos. No había instante donde nos separáramos y eso hacía creer a nuestra familia que no queríamos pasar tiempo con mis demás primos solo por ser de un estatus mucho mayor al de mis demás familiares, al fin y al cabo, nada de eso me sirvió cuando me fui de la casa. Trabajo como esclava para pagar una renta mensual, en cambio, Et está estudiando publicidad en una de las mejores universidades de Inglaterra por un programa académico que gano cuando lo becaron. Esa fue la primera vez que nos separamos, y por fin después de tres años, lo estaba volviendo a ver.


— ¿Ya te casaste? ¿Ya tienes hijos o algo así? –Reí haciéndole cosquillas.

— Que ridícula. Apenas estoy saliendo con alguien. –Rio– Se llama Angela y es dos años mayor que yo pero no importa. Está buenísima.

Rodee los ojos, y dándole un pequeño empujón ambos reímos.
Ethan era alguien supremamente reservado. No solía tener tantos amigos, pues decía que la única persona que le importaba era yo, por lo tanto, yo era la única persona a la que solía contarle sus intimidades. Como cuando me contó como perdió su virginidad con Jennifer, su primera novia con la que duró tres años. Ella también era virgen así que... Ambos eran unos idiotas.
Recuerdo que mis "amigas" se me acercaban solamente por Ethan. Todas querían hablarle y llevárselo a la cama, pero el solo reía y las hacía creer que era gay. Algo muy gracioso.


— Entonces... ¿Te quedaras a dormir?

— Solo si puedo.

— Claro que si tonto. ¿Qué quieres hacer? ¿Salir?

— Primero me bañare porque estoy sudando y es... Asqueroso.

— Okay, yo también me bañare, acabo de llegar de viaje y... –susurré– es una larga historia.

— Me la cuentas cuando salgamos. Entrare a bañarme.

— Ya empiezas a parecer al de antes –reí– vendrán unas amigas Así que arréglate lo más que puedas.

— Siempre lo estoy, cariño.


Ethan dejo sus maletas en mi habitación, mientras yo acomodaba su cama en el otro cuarto donde solía dormir mamá cuando venía, que por cierto hace cuatro años no lo hacía.

Volví a mi cuarto y cuando entre Ethan me esperaba recostado en la puerta con tan solo la toalla blanca amarrada a su cintura. Creía que se veía sexy, pero a mí me daba risa.

— ¿Qué demonios haces? –reí.

— Te pierdes de todo esto solo porque eres mi prima.

— ¿Y odias que seamos primos?

— Exacto.

— Vístete ya tarado –lo empuje volviendo a reír– mis amigas no tardan en llegar.

— Está bien, está bien.

Ethan cogió sus cosas de mala gana y se dirigió a la habitación que le había dado, mientras yo entraba a la ducha.

Enjabone mi cuerpo lentamente, y de un momento a otro, con los ojos cerrados, recordé las partes en las que Harry me había tocado. Me sentía como si fuera él quien estuviese enjabonándome, como si fuese el quien acariciaba mi intimidad haciéndome gemir con los labios cerrados. Cuando escuche desde el baño a Ethan entrar a mi habitación abrí los ojos como plato y me di cuenta que me estaba masturbando pensando en Harry. Mire a mi alrededor y mi mano estaba por allá abajo, mientras que la otra acariciaba mi cuello. Me enjuague lo más rápido que pude con una sonrisa burlona de mi misma en mi cara, y cerré la llave de la ducha para me envolverme en mi toalla, fue entonces cuando escuche a Et hablar por mi celular.


— ¿Et? ¿Quién es?

— No se cariño, aun no me dice su nombre. ¿Quién eres bro? ¿Hola? ¿Aloooo?

Aparecí al lado de Ethan, aún envuelta en toalla, y le quite mi celular para ver con quien había hablado.

— Colgaron...

— ¡Era Harry tarado! –reí volviendo a marcar su número.

— No me digas que sigues con el mismo Harry...

— Es una larga historia y si es el mismo, pero esta vez la historia es distinta, ahora dime que le dijiste porque no me está contestando.

Volví a marcar el número de Hazza ya que tal vez quería disculparse pero por alguna bipolar razón apagó el celular.

— Bueno, lo llamaré en un rato. ¿Ya estás listo?

— ¿Que no me ves? Más bien apúrate tú, quiero conocer a la famosa Lilly con la que estuve chateando.

— ¿Aun lo hacen? –Pregunte deteniéndose en la puerta de mi habitación.

— ¿Te refieres a chatear o a las conversaciones calientes?

— ¡Ethan!

— Es broma. –Rio– seguimos en contacto, pero ya no como antes.

Hace algún tiempo atrás, Lilly descubrió una foto en mi billetera de Ethan y yo. Desde ahí comenzó todo entre ambos. Nunca se han visto en persona, pero mueren por hacerlo, lo sé.
Tocaron la puerta del apartamento, y luego de mirarse tres veces en el espejo, mi primo la abrió para darse un gran abrazo con Lilly, y una que otra palabra en el oído que según ellos creían que yo no había escuchado.



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LES GUSTA DYLAN O'BRIEN? ♥ Y relaxxx que él no llega a meter la pata, el que realmente lo hace es otro :)

Las quiere a mil

Clau

(Nana x.)


Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora