CAPITULO XXXVII: Un beso lo cura todo.

821 38 3
                                    

— No lo puedo creer.

— Exacto, yo tampoco al principio, pero eso pasa. Y no sé qué hacer...

— Cielos Emm estás enamorada hasta los pies.

— Cállate, y ya ve para tu cama, quiero dormir.

— ¡Que odiosa eres! Pero está bien, mañana hablamos, descansa.

Ethan salió de mi habitación dejando un beso en mi frente, mientras que yo procesaba todo lo que había contado a mi primo, todo lo que había pasado con Harry quedándome profundamente dormida.

A la mañana siguiente, Ethan se había levantado temprano con la intención de despertarme con el ruido de la aspiradora. Me levante enfurecida pero luego comencé a preparar el desayuno para ambos, antes de que Lilly llegase, ya que sabría que de ahora en adelante se la pasaría más seguido hasta el día que Ethan se fuera.


— Y bien, ¿que hay para hacer hoy? –Preguntó mi primo.

— Nada, porque hoy comienzo a trabajar otra vez, así que te quedarás solo unas cuantas horas. Nada de amigas, cachorros, putas o los gays de tus amigos.

— Claro madame, ya entendí. –Rio.

El día se había pasado extremadamente rápido. Entre arreglar el apartamento, pedir comida china y reír con mi primo, rápido llego la hora de trabajar.
Estaba ansiosa de volver a mi rutina. Me había acostumbrado tanto, que ya no podía dejar de trabajar tantos días. Al fin y al cabo, aun con 21 años, en etapa de maduración, no era lindo pagar mis propios gastos atrasándome todos los meses. Sentía que había madurado a la fuerza.

Al llegar al trabajo, Lauren me recibió con los brazos abiertos, al igual que Melannie cuando fui a dejar ni ropa en nuestros casilleros de trabajo.

— Lilly está muy enamorada, ¿no es así? –Rio.

— Hasta las nubes. –Rodee los ojos– no sé qué pasa por su cabeza cuando lo ve.

— ¿Por su cabeza o sus pantalones?

Ambas nos miramos y soltamos una extravagante carcajada. Era cómico que Lilly no disimulara sus gestos, incluso, sexuales a mi primo.

De una a otra mesa me tenían los clientes. A veces quería usar los patines y así atender todas y cada una de las mesas, pero la gente me obstruía el paso. Whisky, ron, champagne, cerveza, y todo otro tipo de licor pedían tanto los que estaban en la barra y como los que estaban en las mesas. Melannie y yo intercambiábamos lugares de atención de vez en cuando, por ejemplo, hoy. Y así la noche se pasó en un abrir y cerrar de ojos.

Cuando entre al apartamento, lo primero que hice al entrar fue ir a la habitación de Ethan para avisarle que ya había llegado, pero fue en vano porque estaba profundamente dormido.
Cerré la puerta delicadamente y me metí a mi cama para dormir un poco sin antes revisar el celular.

— ¿Por qué no contestas? –Digo para mí misma mirando todas las llamadas que le había hecho a Harry en el día, sin conseguir éxito alguno. Apague la luz de la lámpara de mi mesa de noche, y me quede dormida pensando la extraña razón del porque Harry estaría enojado conmigo si no fui yo quien discutió la última vez.

A la mañana siguiente, me levante con un horrible dolor de garganta. Et me preparo un jugo de naranja caliente a ver si así se me pasaba. Y efectivamente en un corto tiempo me fue aliviando el dolor.

— Que te parece si hoy no salimos y nos quedamos viendo una película. Estás del asco y está haciendo frío allá afuera. –Dijo mi primo.

— Gracias por tu sinceridad. –Dije rodando mis ojos. – Esta bien, pon la que quieras, no tengo ganas de quitarme la pijama.

Ethan acomodo el DVD y puso Actividad paranormal 4. Hace mucho no veíamos películas de suspenso, así que la puso para distraernos un rato. Acomodo su cabeza sobre mis piernas y se acostó en el sofá sin despegar la vista de la pantalla.

Hasta ese momento todo estaba bien. Nos reíamos en las partes chistosas, y nos quedábamos callados cuando sabíamos que alguna actividad iba a salir en la película, pero ambos sobresaltamos al escuchar estruendoso ruido del timbre de mi puerta. Nos miramos y nos volvimos a reír, parecíamos idiotas.
Trate de levantarme lo más rápido posible, pero la cabezota de Et no me dejaba parar. Pareciera como si fueran a tumbar la puerta, pues ya no era el timbre que sonaba, sino alguien desesperado golpeando con su puño la bendita madera.

— Pero qué demonios... –Exclamé cuando Harry me empujó para entrar al apartamento, haciendo sentar a Ethan de golpe en el sofá.
El hombre pareciera que iba a volverse loco. Sus fosas nasales se abrían y cerraban y su pecho subía y bajaba. Cada vez que trataba de acercarme a él me daba miedo tratar de calmarlo, ya que nunca lo había visto así.

— ¿Harry?

— ¿Este es con el que te acuestas cuando no estoy?

— ¿¡QUE!? –Se levanta Et antes de formar una terrible discusión – A EMMA NO LE HABLAS ASI.

— ¿Así? ¿Entonces cómo? Si me está siendo infiel.

— ¿Infiel dices? ¡Ustedes ni siquiera son algo serio bro! Te vez patético reclamando algo que no es tuyo, ¡además somos primos!

Describir el rostro de Harry en esos momentos era imposible. Su rostro estaba totalmente avergonzado por haber formado una estúpida pelea en mi casa, y claro, lo que había dicho Et también era verdad. Él y yo no somos nada formal.

— ¿Que? –Dijo un poco más calmado– es tu...

— Primo. –Respondo con ira.

— Emm yo...

— Solo dime qué demonios estás haciendo aquí.

— Vine a verte... Yo...

— ¿Por qué no me contestas las llamadas?

— ¿Podemos discutir esto afuera por favor?

Mire a Ethan y él solo rodeo los ojos encogiéndose de hombros. Sabía lo importante que era Harry para mí, así que para mi primo no hubo problema si lo dejaba un rato solo.

Entrecerré la puerta del apartamento y con la mayor seriedad posible corte la tensión que había entre nosotros volviendo a hablarle.

— Que patético. Dices que no me quieres pero llegas a mi apartamento a reclamarme como si fuera un trofeo. Tus malditas escenas de celos me joden Harry.

— En verdad lo siento. No sabía que él era...

— ¿Por qué demonios no contestabas mis llamadas? –Interrumpí.

— Porque estaba enojado. Él contesto el teléfono y pensé que...

— Vete a la mierda Harry. Ya me canse de que lo quieras todo. Tienes a Megan y vienes a reclamar como si fuera tuya. Ni siquiera me quie...

Harry no dejo que terminara de hablar cuando de repente sentí sus labios sobre los míos. Trate de zafarme pero después el sentimiento me ganó. En sus manos atrapaba mis mejillas, mientras que mis labios trataban de ponerse a su ritmo.
Nos separamos lentamente y a pocos centímetros aún de distancia, me dijo:

— Te quiero, y mucho más de lo piensas. Soy un idiota obsesionado que deja que sus celos lo controlen, pero es así como me tienes, desesperado y obsesionado.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro. Sentía que mi cara iba a explotar de tanta felicidad y como si fuera poco, lo abrace con mis fuerzas para darle un beso en la mejilla. Ya todo estaba solucionado con ese beso, ya no sentía enojo, ni ganas de golpearlo, solo quería saber si el "Te quiero" no era un sueño.


********************************************************************************************

Fue un capitulo de relleno, lo se. Soy muy mala escribiendo. Bien, nos leemos el martes! Mañana tengo examennnnnnn :o que emocionnnnn, rueguen porque me vaya bien teroncitos de azucar. 

Las quiere,

Clau 

(NANA x.)

PDTA. Se que el del gif no es Harry y para las que no vieron "If i stay" se las recomiendo, es muy buena :)


Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora