Apenas era medio día y cada recóndito rincón de mi apartamento estaba limpio. Cansada, me tire sobre el sofá por unos cinco minutos, y llame a Lilly aun sabiendo que estaba trabajando.
La llamada fue corta, le dije que viniera ni bien saliera de trabajar. También llame a Melannie para decirle que esta noche le contaría lo que había pasado este fin de semana, sentía que iba a ahorcarme, y mientras pasaba una y otra vez mi lista de contactos, di con el número de Brooklyn. Di un largo suspiro teniendo recuerdos fugaces de lo que alguna vez fuimos cuando estuvimos juntos.
Me levante del sofá para quitármelo de la cabeza y comencé a arreglarme para salir a comer. No tenía ganas de cocinar.
Solté mi cabello, ondulado, y comencé a pasar lentamente la plancha de cabello. Tal vez uno de mis más grandes defectos es que soy muy vanidosa, y si no me miro en el espejo cada quince minutos, entro en un estado totalmente fastidioso aun si saliera a la esquina de mi casa.
Estaba dándome los últimos toques, pero mi celular sonó avisándome que un mensaje había llegado.
Lleve mi mano a mi corazón para tratar de estabilizar mis latidos, pero era imposible. Al ver el nombre "Harry" en la bandeja de mensajes recibidos.
Lunes, 28
12: 11 pm
¿Estás en tu apartamento?
Contabilice dos minuto para responderle, y una vez cumplido le escribí:
Lunes, 28
12:13 p.m.Si, ¿por qué?
Hice una cuenta regresiva de diez hasta seis, antes de que Harry pudiera responderme
Lunes, 28
12:13 p.m.Genial, asómate a tu ventana.
Mi corazón luchaba por salirse de su lugar, mis manos comenzaron a sudar frío al igual que la planta de mis pies, mientras que pequeñas pinzadas de adrenalina en el pecho se apoderaban de mí.
Abrí un poquito la cortina para ver qué era lo que Harry quería que viera, y ahí estaba él, apoyado en su carro, con un pantalón negro, y una camisa a cuadros de color rojo. Dios mío, el rojo le quedaba excelente.
Abrí las cortinas completamente, y Harry entonces comenzó a moverme el dedo índice de atrás hacia adelante, lo que todos entienden como "ven conmigo". Le sonreí desde la ventana, me di los últimos retoques y salí del apartamento.
— ¿Nuevo novio señorita Emma?
— No es tu asunto Joshua.
Nuestro portero del edificio, a veces solía ser algo metiche en temas que no deberían importarle. Creo que un par de veces juro por Dios haberle querido coser la boca.
Camine hasta donde estaba Harry haciendo sonar mis tacones de charol, y al llegar a él un beso en mejilla fue lo que recibió de mi parte, lo cual era extraño porque ya lo había besado en los labios, y hace menos de veinte horas.
ESTÁS LEYENDO
Mi primera vez
Hayran Kurgu"- Hubiera sido mejor si no hubieses estado casado. - Nunca habría pasado si no hubiera estado casado."