CAPITULO XXXIV: Maldita necesidad

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— Fue un placer conocerte, por favor promete venir pronto.

— Por supuesto que lo haré Anne, muchas gracias por recibirme.

— Y tu...

— Yo...

— Acuérdate de lo que hablamos, envíame muchas cartas y viaja a San Francisco para saludarme, Gemm.

— Tenlo por seguro que ahí me verás.

Las maletas ya estaban en el auto que me llevaría hasta el aeropuerto para volver a mi curso normal, de una vida normal, con status normal.
Me despedí de Anne aproximadamente tres veces, y con Gemma y Chloe, unas diez veces fue pocas.


— Adiós mamá, vendré en dos semanas. –Dijo Harry despidiéndose.

— También viajare a Los Angeles bebe, entonces allá te veré.

Una pequeña aguja entró en mi corazón cuando Anne recalco que Harry vivía en Los Angeles con Megan. Harry vio que el comentario me había afectado así que se limitó a asentir con total vergüenza, después de todo, su madre aun no sabía lo que pasaba entre nosotros, o tal vez sí.

Después de una larga despedida, nos subimos al auto y enfrente del chofer de Gemm, quien había sido tan gentil en llevarnos hasta el aeropuerto, me recosté en el torso de Harry, haciéndole entender que quería que rodeara mis hombros con su brazo y así nuestras manos se entrelazaran inmediatamente.

Estaba tranquila de alguna u otra forma. Ahora sabía que al menos Harry me había dado esperanzas de que en un futuro podíamos estar juntos, sin estar escondiéndonos de nadie, sin embargo la duda del porque Chloe me había dicho que Harry si me quería, seguía apoderándose de mí. Alguno de los dos estaba mintiendo, y quería saber por qué.

Cuando llegamos a San Francisco, Harry siguió derecho a Los Angeles. Me dejo en el aeropuerto y despidiéndonos de un tierno beso, me pidió un taxi para llegar a mi apartamento, mientras su vuelo a casa salía en quince minutos.
Durante todo el camino no había hecho más que pensar en todo lo que había pasado. Estaba feliz de haber conocido a su familia, y que ésta me haya tratado bien. A excepción de su padre y su tía Bella, y que más podía esperar, ellos dos eran hermanos, si, Mrs. Bella era tía paterna de Harry y Gemm.
De por si la familia paterna de Harry era callada, sin emociones, en cambio a la familia de Anne le gustaba reír y bailar, lo había notado en el ensayo de boda, la boda que nunca existió.
Luego del lamentable hecho que había pasado con Gemm y Walter, decidí salir con Chloe, Gemma y Harry para despejar un poco la mente, para tomar un descanso de las emociones en un día.
Hubo un momento donde nos habíamos quedado a solas mientras esperábamos a Harry quien había ido por unos helados. Comenzaron a hacerme una serie de preguntas, algo como: ¿Si lo quieres realmente? ¿Que sientes cuando estas con él? ¿Ya se han acostado?


Algunas de las tantas preguntas no podía responderlas por discreción, pero cuando me preguntaron si lo quería, más que una pregunta lo tome como ofensa. Todos sabían lo enamorada que estaba de él. Me mordí varias veces la lengua por preguntarles si estaban seguras si Harry en realidad me quería, pero ellas se adelantaban y me decía que me quería demasiado sin que yo pudiera siquiera pronunciar una palabra antes de la pregunta.
Sentí la necesidad de contarles lo que había pasado en el parque con Harry, que al parecer no me quería en la forma en como lo hacía yo, pero justo antes de ello, Harry llego con los conos de helado en ambas manos, así que mi casi pregunta fue un fracaso.

El taxi me dejo justo en la entrada del edificio, y saludando a Peter, quien me sonrío emocionado al ver que ya había vuelto de viaje, subí a mi apartamento para por descansar un rato.
Abrí la puerta y todo estaba en completo silencio, tal y como lo deje. Me encantaba que ya no se metieran a mi apartamento sin mi permiso, aunque estaba segura de que si no hubiese cambiado la cerradura, hubiese encontrado a Lilly con los pies en el sofá y a Melannie comiendo todo tipo de fruta sobre mi cama.
Me saque las cansadas botas y dejando las maletas camine hasta mi cama, y justo antes de cerrar los ojos, la jodida vibración de mi celular al llegar un mensaje, me hizo despertar. Era Harry.

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora