— ¡Tardaste en llegar! –Dije lanzándome ni bien lo vi entrar por la puerta de mi apartamento. Mis brazos acorralaban su cabeza, y mis piernas su cintura. Apenas podía caminar estando yo trepada en él.
— Cariño, si me vas a recibir así cada vez que vengo, me vendría a vivir contigo. –Dijo entre besos y risas.
— Te extrañe mucho. –Respondí bajándome de sus brazos.
Era domingo, mi día de descanso, y siendo las 6:45 p.m. el vuelo de Harry había aterrizado en San Francisco para que así llegase a mi apartamento a las 7:00 pm, después de unos largos días de espera. Necesitaba su calor, sus palabras, sus labios.
Para su bienvenida, después de lo que había pasado entre nosotros la última vez que nos vimos, decidí ser un poco más romántica. Encendí unas velas y las puse en medio de la mesa, junto a dos copas de vino y dos exquisitos platillos para una cena de dos.
— Cariño que dulce eres –sonrió tomándome la mejilla.
— Todo esto es por ti, ahora sientate y cenemos juntos.
Harry asintió dejando su chaqueta colgando detrás de la puerta, y una pequeña maleta en el piso. No le había alcanzado el tiempo para registrarse en el hotel, ya que también estaba ansioso de verme. Como bajo del avión, llegó.
— ¿Hasta cuándo te quedarás? –Pregunte sirviendo el vino.
— Hasta mañana en la tarde, no puedo más tiempo aunque lo quisiera.
Alce una ceja un poco incomoda por el comentario, y Harry al ver aquel gesto, cambio el tema inmediatamente.
— Muñeca, te tengo una propuesta.
— ¿Cuál será? –Dije sentándome al otro extremo de la mesa.
— ¿Recuerdas a mi hermana Gemma? Se casara dentro de tres semanas, y quisiera que fueras, claro, solo si no es una molestia para ti.
¿Molestia? Más que sentir molestia o enojo, iba a sentir incomodidad. La familia de Harry conocía a Megan, y era obvio que era a ella quien todos esperaría. No era correcto que fuera, no porque no quisiera, sino porque no estaba bien que fuéramos juntos. Además, Megan se enteraría que estuve allá, y para rematar, no hablaba con Gemma desde que salí de la secundaria.
— Genial que Gemma se case, pero no creo que sea una buena idea que fuera, Harry. Además, ¿por qué no vas con Megan?
— Porque no quiero estar con alguien que le hace mala cara a toda mi familia.
No pude evitar soltar una pequeña risita burlona. Harry me había contado hace ya varias semanas, que Megan odiaba a su familia, pero que sin embargo, la querían mucho. Era algo ridículo.
— No quiere ir, ¿cierto?
— No –bufo– anda, vamos. Le diré a mamá y Gemma que iras conmigo.
— Harry no lo sé, todos esperan que vayas con tu... Con Megan. –Me interrumpí a mí misma –te ganaras problemas por llevarme. Supongo que ella se enterara de que fui.
— Megan solo habla con mi madre y mi hermana. El resto de mi familia, tías, primos y abuelos, la conocen pero la ven cada dos años para navidad. Hasta se habrán olvidado de ella, así que no creo que alguien le diga.
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Mi primera vez
Fiksi Penggemar"- Hubiera sido mejor si no hubieses estado casado. - Nunca habría pasado si no hubiera estado casado."