CAPITULO XII: Psicópata celoso.

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- Odio salir con ustedes.

- ¿Por qué? Si entre los tres nos divertimos.

- ¿Qué le ves de divertido a que les este tocando el piano?

- La expresión correcta es el violín.

- Muérete Robert.


Mi terca amiga Lilly, me levanto de la cama para pasar un domingo juntas. Al principio creí que solo era tarde amigas, pero me equivoque cuando vi a Robert sentado en el sofá de mi sala esperando que me levantara de la cama para ir a caminar un rato con ellos.

El sábado estuvo pesado. Salí del bar a las 4:10 a.m. porque hubo una celebración de la comunidad LGTB de la zona, si, también reservamos el bar para eventos, y llegue a dormir a las 4:40 a.m. Estaba cansada, y se suponía que los domingos eran mis días de descanso, pero a mi querida amiga y a su fastidioso novio, no les importo si salía con ojeras y totalmente asquerosa.

- ¿Quieres algo de comer Emm? -Dijo Robert sacando su billetera- tengo un poco de cambio por aquí.

- Quiero irme a dormir.

- No seas amargada Emma, ¿Qué estuvieses haciendo sola en tu apartamento?

- Durmiendo.

- Disfruta de la brisa.

- No.

- Mira como los pájaros vuelan y los niños corren.

- Te odio, y a ti también Robert.


Ambos soltaron una pequeña risita y siguieron caminando dejándome atrás. Parecía una niña rebelde de dieciséis años que caminaba junto a su madre enamoradiza y su padrastro, y hablando de padrastro y madre terca, se me pasó por la mente que será de la vida de Josh y mi madre.

Los pies me dolían, habíamos caminado todo el asqueroso parque.


- ¿Ya nos podemos ir? Estoy cansada, y es enserio.

Lilly rodó los ojos y me respondió:

- Después no te quejes del porque no salimos juntas.

- ¿Juntas? Cierra la boca.

- Anímate, fue una tarde increíble. -Rió Lilly dándome un pequeño empujoncito.

Toda la tarde me dedique a mirar los patéticos besos entre Lilly y Robert, no los soportaba. Si me querían traer me hubiesen puesto un moñito y una correa, me quedaría mejor que estar viéndolos cogidos de la mano, riendo y hablando cosas entre ellos.


- Tómanos una foto aquí -Sonrió mi amiga.

- ¿Otra? ¡Diablos Lilly, lo único que he hecho con ustedes ha sido tomarles fotos!

- Es la ultima lo prometo.


Robert solo reía de nuestro mini-intercambio de palabras. A veces pensaba que Robert ya no me caía tan bien como antes.


- Dame eso.

Le arrebate la camara de su mano para tomarles la trigésima foto del día y posaron junto a un viejo roble que estaba en el parque, para ser mas precisos, uno de los arboles mas lindos del lugar.

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora