— Por favor cuídala mucho. No beban tanto, no trabajen mucho, diviértanse, pero no demasiado, y otra vez cuídala.
—Ethan, has repetido lo mismo cuatro veces. Solo serán unos días –rio Harry– Te llamaremos, solo no conviertas el apartamento en un prostíbulo.
— ¡Ha-ha! –Dijo sarcástico– una vez más se los advierto, no se diviertan mucho, ya saben a lo que me refiero.
— Ya déjalos ir que tienen prisa. –Dijo mi mejor amiga abrazando a Ethan por la cintura.
Todos nos regalamos una sonrisa entre todos, incluyendo a Mel, que a veces se hacía de lado pero nada serio, y Harry yo salimos del apartamento rumbo al aeropuerto, tarde como siempre.
— Documentos, papeles, maletas...
— Vamos a viajar dentro de la ciudad, Harry, no vamos a Londres, cálmate. –reí.
Harry le dio las indicaciones al taxista y arrancamos en un dos por tres.
El camino fue totalmente tranquilo. No hubo tráfico, ni ruidos fastidiosos, solo éramos él y yo riéndonos por los chistes estúpidos que contaba. Mi cabeza estaba apoyada en su hombro y con la vista hacia arriba, miraba el movimiento de sus labios cada vez que pronunciaba alguna palabra, y de vez en cuando, dejaba un pequeño beso.
Los guardias en el aeropuerto nos dejaron pasar rápido recibiendo nuestros boletos preferenciales, ya que Harry tenía todo planeado. Nunca tenía que preocuparse porque lo revisen, ya muchos lo conocían, e incluso su jefe arreglaba por teléfono su papeleo, todo por tener un puesto muy importante de trabajo; y como era de esperarse, nos sentamos juntos en el avión para seguir hablando estupideces después de haber tenido una increíble noche llena de confesiones y mucho amor.
— Te amo. -Le susurre en sus labios.
— Hey... -sonrió- ¿estás tratando de seducirme?
— Tómalo como quieras.
— Está bien, pero yo te amo más. -volvió a sonreír.
Sus brazos eran mi hogar. Me sentía complemente protegida al estar ahí, sabía que nunca me haría daño, el dolor ya había acabado para mi después de mucho tiempo de soledad y aventuras con hombres que ni siquiera recordaba su nombre. Brooklyn había sido alguien muy importante, pero jamás lo hubiese como lo hacía con Harry. El amor por fin había llegado sin avisar, no sabía que sentía así de genial.
La primera ciudad a la que iríamos seria Nueva York. Recordé que la ultima vez que había ido a esa ciudad, había sido con Zayn, cuando salíamos en plan de amigos con derechos, si, antes de confesarme que era gay, antes de dejarme por un hombre, antes de meter su asquerosa lengua en la garganta del mejor amigo de Harry.
Las cinco horas de vuelo pasaron rápidas, porque ambos nos habíamos caído en un sueño profundo. No habíamos dormido en la toda la madrugada ya que estuvimos hablando, brindando, riendo y más, así que aprovechamos el vuelo para poder descansar.
En Nueva York había mucha gente. Harry me tomo de la mano para que según él no me perdiera por mi estatura, y luego de recibir un golpe de mi parte, le correspondí la mano para caminar bajo el extravagante sol. Ambos llevábamos gafas oscuras y realmente nos veíamos bien llevándonos la mirada de muchos neoyorquinos.
Al llegar al hotel, quede asombrada por tanta elegancia, pero que más esperaba de Harry, le encantaba gastar su dinero de esa forma.
La recepcionista nos dio las llaves de la habitación y todo estaba en perfecto orden, oliendo demasiado delicioso.
—Así que... una habitación para nosotros... una sola cama...
— Harry...
Ignorando por completo lo que le decía, me tomo por detrás de mi cintura y comenzó a besarme el cuello acariciando mi abdomen, no me resistí y me voltee quedando frente a frente con él para darle un beso, de esos que ya hacían falta desde la madrugada anterior.
Caminamos hasta la cama teniendo una guerra de besos, y entre risa y risa, me lanzo en ella para que él cayera encima de mí. Ambos soltamos una carcajada y seguimos en lo nuestro.
— Emm... -Susurro.
— ¿Mmm?
— No cerramos la puerta...
Otra carcajada invadió la habitación y Harry tuvo que levantarse para cerrar la puerta en medio de burlas por parte mía. Volvió corriendo hacia mí y acostándose boca abajo, se acomodó apoyado en sus codos para hablar de nuestros planes. Me acosté de medio lado para escucharlo mejor.
— Así que... estamos en Nueva York, son las 4:30 p.m., mañana tengo la junta a medio día y mañana mismo saldríamos a Washington por la tarde.
— ¿O sea que tenemos libre lo que falta de la tarde y toda la noche? –Pregunte.
— Exacto, ¿qué quieres hacer?
— Que te parece si vamos a cenar fuera del hotel y luego caminamos por las iluminadas calles.
— Buena idea -Respondió besándome- pero bajemos a comer algo ya mismo, porque me estoy muriendo de hambre. -rio.
— ¡Espera! -Grite deteniéndolo del brazo- quedémonos un ratito más acostados, quiero consentir su cabello. -sonreí.
Harry volvió a acostarse, pero esta vez de medio lado igual que yo, y cogiéndome de la pierna con un poco de brusquedad, la puso encima de la de él, apretó mis nalgas con fuerza haciéndome gemir en sus labios y me susurro:
— Eres mía.
— Soy solamente tuya, ¿tú eres mío? –Respondí de inmediato.
Hubo un corto silencio por parte de él, pero al final respondió devolviéndome el alma al cuerpo.
— Solo tuyo, vamos a comer.
Se levantó de inmediato mirándose al espejo mientras acomodaba su camisa y su cabello. Yo solo lo miraba con el ceño fruncido sin decirle nada. Si le preguntaba porque actuó así de repente era una pelea fija, y no quería discutir el primer día de nuestro viaje. No quería arruinarlo porque la culpa de las peleas la mayoría de tiempo la llevaba yo, y me odiaba por eso.
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LES PROMETO QUE TRATARE DE SUBIR UN CPAITULO EL DOMINGO, PERO COMO YA LES DIJE, SOLO LOS SUBO MARTES, JUEVES Y VIERNES :( #LoChento.
Las quiero mucho, por favor comenten :c de pronto no les esta gustando la novela :(
PDTA: Se que los del GIF no son Harry y Emma, so, #LoChento x2
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Mi primera vez
Fanfic"- Hubiera sido mejor si no hubieses estado casado. - Nunca habría pasado si no hubiera estado casado."