Al dia siguiente, Lilly fue a buscarme al apartamento para pedirme disculpas por el bochornoso accidente con la sorpresa de Harry. Ya no estaba enojada, pero queria hacerme de rogar. Cada vez que ella me pedia disculpas, mordia mis mejillas por dentro para no reirme y delatarme que ya habia pasado mi mal humor, que por cierto solo habia durado dos horas; sin embargo por alguna extraña razón, me pedia que la acompañara a comprar ropa. Insistía en comprarla, pero ya tenia la suficiente como para derrochar la plata en una de las tiendas más costosas de San Francisco, lo cual tambien me extrañó el que quisiera comprar allá, pero hasta entonces, segui haciendome de rogar en medio de risas interiores.
— Ya te pedi perdon Emm, enserio lo siento.
— Sigo sin entender que bicho te pico para que lo ayudaras de esa forma Lilly. No voy a ir al centro comercial contigo, tengo suficiente ropa, ya no necesito más.
— Pero soy yo la que te lo va a regalar, anda Emm, camina.
— Pues si tanto quieres darme un regalo, envuelvelo en papel y me lo traes, no confio.
— Eso dolió.
— Pues es lo que mereces, ahora dejame ver mi novela.
Se quedo de pie por unos cinco segundos, caminó hasta la tomacorriente del televisor y lo desconecto haciendo que la mirara como si quisiera matarla, y esta vez de verdad.
— Tienes dos minutos para bajar, Collins.
— No lo voy a hacer.
— Lo haras.
— No lo hare.
— Si.
— No.
— Si no vas, a Harry le dará cáncer al higado.
— ¿Y... que tiene que ver Harry?
— Nada. -Dijo seria- ¿Podemos irnos?
— Nada de sorpresas?
— En lo abosuluto.
Tome un gran suspiro, agarre mi abrigo y sali con Lilly rumbo a la tienda de ropa, donde todo era elegante, el piso de madera rechinaba de tanta limpieza y olia deliciosamente bien. Amaba esa tienda ropa, no importaba si habia ido a comprar dos o cuatro veces ahi, la atención y la calidad era expectacular.
Cuando llegamos, no habia rastros de ninguna sorpresa, eso me mantenia serena; Lilly tambien estaba muy tranquila, a decir verdad, este no parecia uno de sus trucos bajo la manga. Si ella hubiese sabido de algo, yo misma lo hubiese notado en su comportamiento. Pero no paso.
Una señorita muy bien arreglada se nos acercó para ofrecernos su atencion. Ella corria de aqui para allá llevando y trayendo ropa al vestidor. La cantidad de ropa en su hombro era tanta que en algún momento pisaria mal y se caeria, haciendo que su jefe la despidiese pues la ropa era fina, ya saben, ropa cara, ropa que si ensucias y no es tuya, ropa que pagas.
Me medi cerca de seis vestidos, y ninguno me quedaba a la perfección. Lilly me miraba con una sonrisa caida transmitiendome con sus ojos "eres hermosa con lo que te pongas", pero no funcionaba, a comparación de la señorita que solo me decia "Ese es, ese le queda perfecto."
Iba por el noveno vestido cuando una voz masculina, gruesa y un poco ronca le habló a la señorita. No lo podia ver, ya que yo estaba dentro del vestidor con Lilly y la mujer de cabello castaño, mientras que el muchacho hablaba desde afuera. Por un momento habia creido que era Harry y abri tanto los ojos que Lilly se dió cuenta de mis pensamientos y comenzó a reir.Menos mal no era él.
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Mi primera vez
Fanfiction"- Hubiera sido mejor si no hubieses estado casado. - Nunca habría pasado si no hubiera estado casado."