CAPITULO L: Mejor amigo. (Narra Harry)

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Dos meses después.




— ¿A donde vas?

— A cenar con Liam, ya esta esperándome, así que... Vuelvo en dos horas. Le das un beso a Sophie de mi parte cuando se despierte.

— ¿Y para mi no hay?

Rodee los ojos y como si los pies me pesaran me acerque a mi mujer para depositar un beso en sus labios.

Aparentemente tenia una vida feliz: Mujer, casa, trabajo, amigos y una bebé de dos meses. Lo único que me faltaba era alguien con quien pudiera reí sin que me estuviera gritando, insultando o ignorando. Me hacia hacia falta mi Emm.

Hace dos meses que no se nada de ella, pues así era mejor para ambos. La extrañaba con el dolor de que algún día ella conocería a alguien a quien le entregase su amor y que lamentablemente no fuera yo. La extrañaba como el sol extrañaba a la luna en pleno crepúsculo, pero la mejor decisión que ella pudo haber tomado, fue darme ese ultimátum. No quería hacerla sufrir más.
Sophie llegó con mucha alegría al hogar, mas sin embargo mi relación con Megan iba igual o peor que antes. Cuando quería me abrazaba, me besaba o teníamos intimidad. Realmente todas las cosas ya nombradas lo hacia pensando en Emma. No podía tener a Megan desnuda sobre mi y mirarla a la cara porque automáticamente pensaba en mi rubia de ojos miel estando seguro de algo: perdí lo que más quería y hasta ese momento, lo supe valorar.
Si, me había enamorado, por completo. La necesitaba en mi vida, consintiendome y diciéndome cada cinco minutos que me amaba.

Salí de la casa despidiéndome de Betzi, la nueva empleada, y llamé a Liam para decirle que ya estaba en camino.



*

— Cielos bro, te ves demacrado. –Dijo Liam volviendo del baño.

— Y como pretendes que este? –Dije sonado agresivo.

— ¿La extrañas? –Preguntó refiriéndose a Emma.

Un largo silencio inundo la mesa en la que mi mejor amigo y yo estábamos sentados. Agache la cabeza mirando hacia mi plato intentando no llorar, pero fue imposible. Una lagrima comenzó a bajar por mi mejilla izquierda al mismo tiempo que Liam pasaba su mano para secarla.


— No, no , no. Eso no. Oh Harry, ven aquí.

Me abrazo con muchísima fuerza transmitiéndome toda su energía positiva, pero lo único que consiguió fue hacerme llorar aun mas. Tenia guardadas estas lagrimas para cuando solo estuviésemos él y yo. No me atrevía a llorar solo, porque el nivel del que estaba enamorado de Emm me llevaría hacer cosas que luego ella impediría que hiciera. Estaba mal, devastado y deprimido. La única felicidad que tenia al llegar a casa, era ver los ojos azules de mi pequeña Sophie, si, azules. Los médicos dijeron que se trataba de una herencia de sus abuelos. Mi madre tiene los ojos azules, al igual que el padre de Megan, de igual forma, no le preste mucha atención a eso.

— No entiendo tu nivel de masoquismo, Harry. –Dijo separándose de mi– Entiendo que todo lo que has tenido que aguantar ha sido por Sophie, pero... ¿en realidad eres feliz? Dime, si no fuera por tu bebe no estuvieses con Megan. Esa maldita zorra de la mier...

— ¡Liam! -Interrumpí.

— ¿Que? Lo siento pero me cae mal. Ella y yo dejamos de ser amigos cuando defendió a Zayn cuando me pego por primera vez.

— Y tu también eres un imbécil por no dejarlo en la primera golpiza.

— Son casos distintos, Harry. A mi Zayn me paga la casa, las cuentas y los viajes para ver a mi familia. Tu puedes largarte cuando quieras de la casa. Tienes mansión, un trabajo asegurado por el resto de tu vida, cuentas bancarias totalmente llenas, ferraris, mercedes, una madre amorosa, una hermana muy comprensiva y quizás... alguien esperándote en San Francisco.

Una punzada en el corazón, y una voz en el oído que me decía "Ella no te quiere ni a cinco metros" me hicieron poner peor. Era obvio que no quería ni siquiera verme en fotos, ademas, había intentado llamarla desde un numero desconocido, el cual no fue fácil atender ya que ella no solía responder llamadas de números que no estuvieran en su agenda. De hecho la llamo casi todos los fines de semanas.

— ¿Hola?

— ...

— ¿Holaaaaa?

— ...

— ¡Diablos no estoy para bromas!

— ...

Me acorde hasta de cuantas veces había sonado el pitido cuando colgó, pero los incomparables siete segundos en los que pude escuchar su voz, habían hecho de mi día uno supremamente feliz. Con eso me bastaba y sobraba.


— No se que hacer Liam... vine para que me aconsejaras porque ya no aguanto esto, pero enserio necesito...

— Megan es un perra.

— ¿Que?

— Una zorra.

— Liam...

— Una cualquiera.

— Basta...

— La odio, me da asco.

— Me voy.

— ¡Como quieras! No es mi problema, tu eres el que ha vivido engañado durante tres años aparentando tener un matrimonio feliz. ¿Feliz se le puede decir? Ya te he dado miles de consejos, pero tu idiotez lo tienes hasta el ultimo rizo de tu patético cabello. ¡Que esperas para ir a buscar a Emma! Deja a la mugrienta de tu esposa, pídele divorcio y lárgate a ser feliz en San Francisco, sin olvidar a Sophie. Solo... no me llames para pedirme mas consejos cuando ya sabes lo que diré. Te quiero en exceso ¿si? ¡pero cielos Harry! solo... hazme caso, por favor.

Liam realmente se veía frustrado y decepcionado en cierta forma. Tal vez tenia razón en sentirse así conmigo, pero me faltaban agallas. Algo realmente malo tenia que pasar para que me de cuenta de que Emma lo era todo para mi vida.

Mi amigo me dio un beso en la frente y salio del restaurante hablando por celular con Zayn, quien lo había llamado por alguna tonta emergencia.

Y ahí me quede, pensando en lo que iba a hacer. Mire mi plato y comencé a jugar con los pocos granos de arroz que quedaban en el. Di un gran suspiro, pague la cuenta y salí de ahí mas pensativo que nunca, y tal vez... con alguna otra lagrima cayendo sobre mi mejilla.


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HE VUELTO BEBESH. ESPERO COMO SIEMPRE SUS VOTOS Y COMENTARIOS <33

PS: Amiguitas estoy muy deprimida todavía por el merecido descanso. No conozco a los chicos y me voy a morir si no vuelven a mi pais :( #Lavidameodia


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