CAPITULO XXIII: Ella es. (NARRA HARRY)

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Me levante a las 6:15 a.m. no podía dormir.

Los malditos pensamientos en mi cabeza, estaban acabando conmigo desde hace una hora, así que fui por un vaso de agua a la cocina, pero la voz de mi mujer me freno justo antes de salir.

— ¿A dónde vas Styles?

— A la cocina.

— ¿Que pasa cariño, no puedes dormir? Hace rato te escucho dar vueltas en la cama.


¿CARIÑO?


— Ehh... si, no puedo dormir.

— Te prepararé algo de tomar, tu solo acuéstate.

— ¿Disculpa?

— Que te acuestes, iré yo.

Alce una ceja un poco incrédulo, y me volví a acostar dejando que Megan fuera a la cocina para prepararme leche, té o café, ¡yo que sé!, pero todo volvió a la realidad cuando la alarma comenzó a sonar marcando las 7:00 a.m.

— ¿Quieres apagar eso por favor? –Dijo Megan tapándose un oído.


Al menos dijo por favor.


—Iré a trotar, vengo más tarde.

—No demores, hoy vienen mis padres.


Mis queridos y adorados suegros.


—Claro, cariño.

Me levante y me fui directamente al baño para arreglarme y salir a trotar, luego volver a casa, bañarme y tomar desayuno. Esa era mi rutina de todos los días cuando estaba en casa.

Comencé a estirar y despertar todos mis músculos, y una vez estando listo para trotar, me puse los audífonos y comencé con mi buena dosis de ejercicio mañanero.

Las calles estaban en silencio y abandonadas completamente, pero justo cuando empezaba una de mis canciones favoritas de los Rolling Stone apareció Liam con una sudadera extremadamente ancha, unas gafas oscuras y una capucha sobre su cabeza.


— ¡Demonios hermano! ¡No puedes aparecer así de la nada! –Grite.

— Lo siento, quería asustarte. –Rio- ¿Cómo va todo?

Ambos comenzamos a trotar a un ritmo más leve, ya que íbamos hablando.

— Bien, o... eso creo.

— ¿Por qué lo dices?

— Primero que todo, ¿Por qué estás tan misterioso hoy? Quítate esto.

Nos detuvimos en medio de la calle, y comencé a hacerle cosquillas a mi mejor amigo, tratando de quitarle las gafas y su capucha, pero él no lo estaba tomando como un juego, simplemente trataba de alejarse de mí, pero no lo logro. Yo era más fuerte y alto, y Liam era... Liam.

En medio de risas por parte mía, le quite las oscuras gafas y la capucha, dejando a mi vista un horrible moretón en el ojo y en el pómulo derecho.

Apreté los puños con fuerza y pareciera que la sangre se había subido a mi caliente cabeza llena de ira.


— Ha...Harry puede explicarlo.

— ¿Explicarlo? ¡NO PUEDES EXPLICAR NADA, MIRA LO QUE ESE CABRON TE HIZO!

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora