CAPITULO XL: Si quiero estar contigo.

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— ¿Emm?

— Yo... no... no sé qué decir.

— Eso quiere decir que... me dirás que no, ¿cierto? –Dijo cabizbajo.

— Aun tengo una pregunta, ¿O sea que no tendremos más a Megan molestando?

— Ya conseguí un abogado para hacer los papeles del divorcio. Ésta semana comienza a hacer el trámite donde firmaremos un acuerdo que le daré un dinero mensual a Sophie.

— ¿Sophie?

— Ayer nos dijeron que iba a ser una niña. Ya decidimos el nombre y se llamará Sophie.

— Harry... yo...

— Hey –Respondió tomándome de las manos– ya no te preocupes por nada. La casa de Los Angeles la pondremos en venta. Le daré un porcentaje de mi dinero, pido traslado de oficina a San Francisco vivimos juntos y problema resuelto amor.

Quería pellizcarme y hacerme creer que esto no era real. Mi corazón latía muy rápido, necesitaba procesar todas y cada una de las palabras que Harry acababa de decirme. Estaba pasmada sin aun saber que responderle. Quería decirle que no, porque me sentía una quita hombres, zorra y golfa, pero él también tomaba sus decisiones, si decidió buscarme, es porque Megan no le daba lo que yo sí, así que sin pensar y darle vueltas al asunto al fin tuve una respuesta en mi mente a pesar de que mis emociones estaban tontamente bipolares.

— Te quiero. –Dije quitándome sus manos sobre las mías, para que sea yo quien cubra sus grandes manos.

— Yo también te quiero Emm... Mucho, mucho...

Ambos nos inclinamos hacia adelante y nos dimos un beso. Estaba completa, estaba feliz, al fin tenia a Harry en mi vida de la forma en como debió haber sido siempre. La emoción de decirle a mamá o a mi padre que tenía novio, me carcomía, y no solo por ellos, sino también por Anne y Des. Quería salir, pararme en mitad de la calle y decirles a todos que quería a Harry y que mi novio es lo más perfecto que existía en ese momento.

— Claro que quiero ser tu novia. –Susurre en sus labios– Claro que sí, mi vida.

La sensación de dibujarle una sonrisa mientras nuestros labios estaban juntos, era lo mejor que podía pasarme. Saber que esa curva era por mí, me hacía sentir orgullosa, porque verlo sonreír era mejor que ver un atardecer.

Volvimos a sentarnos para terminar de comer y entre beso y beso, risa y risa, el almuerzo se nos pasó volando.
Harry pago la cuenta y como adolescentes enamorados salimos cogidos de la mano riéndonos de todo.

Sentía que ya no debía tener miedo al qué dirán los demás o del porque Harry y yo estuviésemos juntos, como por ejemplo una parte de su familia. Sin embargo, ahora que tenía su palabra de que los papeles del divorcio con Megan ya iban a estar proceso, me sentía más tranquila. El cargo de conciencia ya no me mataba, lo único que faltaba era el maldito papel en mi mesa que dijera que Harry y Megan ya no estaban casados.

Llegamos al apartamento y todo estaba silencio, lo cual era raro porque Ethan y Lilly deberían estar juntos, así que con total extrañeza entre a la habitación de mi primo para ver qué era lo que estaba pasando.

— Hola Et...

— Hey, llegaste. –Dijo levantándose.

Mi dulce Ethan estaba acostado en la cama leyendo uno de sus libros raros de la universidad. Una de las tantas virtudes de él es que le encantaba estudiar, amaba lo que hacía y era el orgullo de lo que se había convertido.

— Mmm... Y acompañada... –Miro a Harry completando su saludo.

— Hola Ethan. –Dijo Harry extendiéndole la mano. – Tómala, no hay rencor. Fui un idiota, y quiero empezar de nuevo ahora que estoy a punto de cerrar un capitulo para empezar con uno nuevo en mi vida.

Quería suspirar, llorar de la emoción y demostrar lo enamorada que Harry me tenía. Aun no asimilaba lo que me había dicho hasta hace un rato.

— Ethan, ¿y por mí? –Dije incitándolo para el apretón de manos de los dos hombres que más quería en la vida.

— Este bien, pero solo ella. –Dijo con una mueca.

Harry rodó los ojos con gracia mientras yo veía como sus manos estaban estrujadas en un apretón. El momento fue emocionante, porque era importante que los dos se llevasen bien, y esto ya era un gran paso.
Intercambiamos un par de palabras más con mi primo, y nos fuimos a dormir. Harry tenía cosas que hacer mañana en Los Angeles y no volvería dentro de dos días, y por mi lado, mi rutina laboral volvía a ser la misma, como la de Melannie, como la de Lilly.

— Amor ¿podrías poner la alarma a las 6:00 a.m.? Saldré temprano.

Por el simple hecho de decirme amor me hacía sentir importante para él nuevamente. Sinceramente estaba segura de que esta relación duraría mucho tiempo, empezando porque nunca me cansaría de escuchar su voz, de probar sus besos, y sobre todo nunca me cansaría de él.

— Claro que si mi cielo. –Respondí configurando la alarma.

— Gracias mi reina. Ahora ven y abrázame porque tengo frío. –Hizo un puchero
.
— ¿No será porque solo estas con boxers? –Dije acostándome apagando las luces. La pequeña luz de la luna alumbraba lo mínimo en mi habitación, pero eso me basto para verlo a los ojos y decirle:

— No tienes ni idea de cuánto te quiero.

— Yo también te quiero, mi niña, descansa.

Harry y yo cerramos los ojos y de un momento a otro nos perdimos en un mar de sueños.

Sentía que por fin podía dormir en paz sin pensar que estará haciendo o con quien estará, porque en ese preciso momento lo tenía a mi lado, sintiendo como su cálida respiración le daba calor a mis pechos ya que su cabeza yacía recostada en mí.
Por fin había comenzado un nuevo capítulo para mí y para el hombre que más quería en la vida, con Harry.

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CAPITULO MUUUUUY CORTO LO SE :) YA SUBO OTRO GGG.

¿Oigan si les está gustando la novela? Seria una lastima si les dijera que ya va a acabar jajaja


Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora