CAPITULO LVI: Intentando.

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- Así que... me tienes una sorpresa. Sabes que hoy tengo que acompañar a Brooklyn al médico ¿verdad?

- Solo serán 10 minutos.
- Lilly hoy es domingo, mi día de descanso. ¿No puedes darme la sorpresa mañana? Tengo que irme, ya van a ser las dos.
- ¡Emma! Igual tienes que ir a cambiarte. No nos demoramos.
- ¿Estoy mal vestida? Oh vamos amiga, dejame ir. Brooklyn ya debe estar esperándome.

Llevaba treinta jodidos minutos tratando de convencer a Lilly de dejarme ir al apartamento de Brooklyn, quien me esperaba para acompañarlo a una cita medica que tenía ya que Hillary estaba en casa de su abuela, pero la terca de mi mejor amiga, me había llevado a comer con tal de sacarme del apartamento. Comencé a enojarme pero a Lilly no le importo.

- Llamaremos a Brooklyn y le diremos que te dio diarrea y que no puedes ir.

- Vete al diablo Lilly, ya me voy.

Me levante de la mesa en la que estábamos almorzando y quise caminar hasta la salida, pero Lilly me sostuvo fuerte del brazo.

- ¡Lilly! -Grite chillando de dolor- ¿Que te sucede? No me afanas así desde el día en el que acompañariamos a Ethan al aeropuerto para que regresara a Londres.
- Solo dam...

El sonido de su celular estalló haciendola interrumpir. Abrió tanto los ojos mirando el mensaje que le había llegado, que estaba segura de que uno de ellos rodaría en cualquier momento.

- Okay vámonos ya, tu sorpresa está lista.

La mire confusa y salimos casi corriendo. Realmente estaba apurada, ahora si que lo estaba.
Llamamos a Brooklyn para decirle que me demoraba pero él se negó a esperarme, ya que no podía postergar la cita medica. Lilly le explico todo y a él no pareció incomodarle, al contrario, dijo que después de ir a su chequeo general, pasaría por Hill.

Llegamos al apartamento en menos de lo que canta un gallo. Estaba agitada y muy mal humorada. Me había hecho correr desde el restaurante y odiaba con mi vida sudar. No cuando iba bien vestida.

- Ya sueltame Lilly, yo conozco el camino de aqui al cuarto piso. -Digo con un tono brusco.

Ella rodó los ojos pero al final sonrió y con unos empujoncitos me hizo entrar al apartamento.

- ¿Y ahora que? -Digo con confusión- Ya estamos aquí adentro. ¿Cual era tu afán? El apartamento está tal y como lo deje Lilly. -Comencé a alterarme.

Estiró su cuello y buscando con la mirada por cada lugar de mi apartamento, gritó:

- BIEN, ESTAMOS SOOOOOLAS ¿VERDAD? A MENOS QUE ALGUIEN ESTE ESCONDIDO VERDAD?...

- Lilly...

- ...SI NO HAY SORPRESA NO VUELVO A AYUDAR A ALGUIEN...

-Lilly basta

- ...BUSCO ALGUNA SEÑAL DE VIDA EN ESTE APARTAMENTO

- Ya fue suficiente Lilly

- ESTOY SEGURA QUE... YA SE, YA SE, YA SE, -Se interrumpió- VAMOS A TU CUARTO EMM.

Me arrastro del brazo nuevamente con suma fuerza y estaba segura que después me iba a arder ya que lo apretaba con fuerza.

Pero valió la pena.

Al entrar a mi cuarto de golpe, estaba decorado con globos de todos los colores pegados en el techo y dejaban caer unas serpentinas del mismo tono. Olía delicioso, para ser mas precisos, olía a uvas. Mi cama, oh mi cama... La sábana estaba cubierta con pétalos rosados y con chocolates que formaban mi nombre. Amaba los chocolates y podía comerme todos los existentes.
La pared estaba forrada en un papel muy fino donde tenia escrito "Te amo, Emm".
No dejaba de girar en mi mismo lugar mirando cada rincón de mi habitación, porque cada vez que detallaba algo, había algo nuevo en cada esquina. Mire a Lilly con los ojos brillantes y la boca entre abierta para poner a trabajar mi mandíbula y tratar de decir algo.

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora