Llevaba más de diez minutos en la cama tratando de pensar lo que iba hacer. No podía decirle a Brooklyn que me iba a encontrar con Harry, se enojaría, y tampoco podía decirle a Harry sobre la existencia de Brooklyn, creerá que soy una mentirosa por habérselo ocultado, pero las ganas de ver a Harry eran inmensas, sin embargo no quería dejar solo a Brooklyn, así que deje mi orgullo a un lado y llame a Lilly para que me ayudase a pensar.
— ¿Y ahora qué quieres? –Respondió de mala gana desde la otra línea.
— Necesito tu ayuda.
— ¡Me mandaste al diablo!
— Y lo siento, pero enserio te necesito.
Me levante y comencé a caminar como un ratón para que Brooklyn no se despertara. Caminaba de lado a lado en la sala con el teléfono en el oído, susurrando cada palabra que decía. Lilly solo me escuchaba.
— No tengo idea de que voy a hacer.
— Primero respóndeme esto, ¿Quieres verlo?
Hice una larga pausa y luego de meditar mi respuesta, le dije:
— Si.
Lilly se quedó callada por unos segundos haciéndome sentir culpable. Su silencio me decía más de lo que hablaba.
Pero no fue así, no se enojó.
— Entonces que haces ahí tonta, ¡ve a vestirte!
— Pero...
— Brooklyn estará bien. Le diré que fuiste a una entrevista de trabajo, yo te cubro. Le avisare a Nathan para que me deje salir temprano con la excusa de que tengo una cita médica e ir a tu apartamento para estar con Broo ¡o yo que sé! Solo... Vístete.
— Lilly, te amo amiga, ¿lo sabias?
— Yo también, pero no vuelvas a mandarme al diablo, solo estaba preocupada por el accidente que Melannie me contó.
— Prometido.
Lilly y yo colgamos, y con los nervios de ver a Harry dos meses después, entre a bañarme.
Al salir, me olvide por completo que no estaba sola, así que encendí la secadora haciendo despertar a Brooklyn.
— ¿Qué demonios haces? –Dijo con los ojos entrecerrados y el ceño fruncido– ¡me duele la cabeza Emma!
— Lo siento, tengo una entrevista. –Dije apagando la secadora para recién maquillarme.
Comencé a pasar la brocha de mi maquillaje por mí cara, delinee mis ojos, me aplique labial, un poco de rubor y perfume.
— Ajá, ¿tan arreglada? –Dijo sentándose en la cama con ayuda de sus brazos. Aun no tenía fuerzas para nada.
— ¿Ahora me reclamas porque me arreglo tanto? Creo que a veces se te olvida que solo somos amigos.
— ¿Amigos? ¿Después de cinco años de momentos agradables, sexo y detalles? ¿Eso hacen los amigos? –Respondió furioso.
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Mi primera vez
Fanfiction"- Hubiera sido mejor si no hubieses estado casado. - Nunca habría pasado si no hubiera estado casado."