CAPITULO XIV: ¡Diablos!

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Estaba cabizbajo mirando la estufa de la cocina intentando adivinar como se encendía. Verlo ahí con el ceño fruncido y perdiendo la paciencia, era muy divertido.

- ¿Harry?

- Llevo más de seis minutos intentando adivinar como se enciende. En casa solo basta con girarlo.

- Tienes que tomar los fósforos y encenderlos al mismo tiempo que lo vas girando, así.

En tres segundos, mostrándole a Harry como se hacía, prendí la estufa. El solo me miraba con aprobación.

- ¿Quedo claro señor cocina automática?

- Si, señorita de fuego. -Respondió tomándome de la cintura apegándome a él, y como era de esperarse, yo no me resistí.

Comenzó a depositar pequeños besitos en mi frente y nariz para luego llegar a mis labios. En el momento en el que lo besaba, no me sentía mal y agobiada, me sentía la mujer más feliz del mundo, pero cada vez que nos separábamos era como si una voz me susurrará al oído " está casado", la conciencia sabia como joderte la existencia.

- ¿Era muy obvia? -Pregunte sonriendo en sus labios.

- ¿Con que? -Me pregunto.

- Ya sabes... Con mis sentimientos hacia ti. -Me encogí de hombros.

- Si, pero no estaba del todo seguro -sonrió entrelazando sus manos con las mías alrededor de mi cintura- pero cuando me dijiste que terminaste con Brooklyn, me causo alegría.

- ¡Harry!-Grite.

- ¿Qué? Es la verdad, me siento mejor cuando no estas saliendo con alguien.

- ¿O sea que tú puedes reclamar y yo no?

- Reclama todo lo que quieras, muñeca.


Tarde unos cuantos segundos en pensar un mini reclamo para Harry, pero no había mucho que decir. Era obvio.

- ¿Y Megan?

- ¿Que hay con ella?

- Pues, si nos estamos besando...

- Emm, solo pásalo bien. -Sonrió interrumpiéndome- que Megan no nos arruine estos momentos, ahora dame otro beso.


Aún confundida y un poco enojada con su respuesta, lo besé. Quería estar con él, no importaba si estaba casado e iba a ser papá, solo quería que se quedara conmigo.

- Oh, y otra cosa, ¿segura que quieres tomar algo caliente? -Interrumpió el beso.

- ¿Que propones?

- Champagne, whisky o vino.

- Bien, ¿y qué vamos a celebrar? -Reí, pero Harry se quedó en silencio para mirarme fijamente a los ojos, era obvio que quería celebrar conmigo nuestra amistad, relación o lo que sea que se llame.

- Ya lo traigo, apaga la estufa y espérame en mi cuarto. -Le dije.

Harry asintió con una sonrisa coqueta y con salió tras de mi con dos copas en sus manos.



***

- Harry ya basta, es enserio.

- Tienes que decir, disculpa, amo.

- Amo las pelotas, bájate de mí.

-Dame un beso.

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora