CAPITULO XXXV: La quiero. (Narra Harry)

802 37 16
                                    


— Hola, hola ya llegue...

— ¡Mi amor! –Grito Megan bajando las escaleras, lo cual fue inesperado. Intente subir para que no bajara en apuros, pero quería hacerlo sola. Veía que esa pancita cada vez crecía más y sentía que mi deber era cuidarla.

— Déjame ayudarte...

— No cariño yo puedo.

— Megan déjame ayu...

— HARRY, ESTOY BIEN, GRACIAS.

Cinco segundos de cortesía a la mierda.

— Okay. –Me limite a responder.

— ahora sí, hola mi amor. –Dijo besándome.
— Ehh ¿Hola? Qué lindo recibimiento –reí haciéndola sonreír también– ¿todo bien?

— No, todo está mal porque te extrañe.

A veces me daba miedo sus cambios de actitud, sentía que para desquitarse iba a ser cruel, por eso no me gustaba creer en sus "mi amor" o en sus "Te amo" que por cierto lo decía una vez en dos meses.
Sabía que algo me iba a pedir a cambio, el problema era que tan grande seria lo que pediría.

Yo también te extrañe. –Pronuncie con la garganta quemándome.

— Que bueno, porque el bebe y yo estábamos solitos y...

— ¿Y Abby? –Pregunte por la empleada. Se me había olvidado por completo que ella vivía con nosotros, y de un momento a otro recordé que no había sido ella quien me abrió la puerta.

— ¿Abby? La despedí. –Respondió sin problemas o ataduras, entonces entendí porque actuaba así. No quería que me enojara que haya echado a otra empleada, lo único que preguntaba era que tan grande fue la magnitud del problema para que hiciera eso.

— ¿¡Demonios Megan por qué hiciste eso!?

— Porque... Porque no había limpiado bien el horno. –titubeo.

— el... Horno, ¿dijiste?

Trate de contener la ira pero esta vez me ganó y comencé a gritarle enfurecido.

— ¡PERO QUE DEMONIOS TE PASA! MEGAN ES LA QUINTA EMPLEADA QUE DESPIDES ¿POR QUE MEGAN? DIME POR QUE.

— PORQUE QUIERO, PUEDO Y NO ME DA MIEDO HACERLO EN TU AUSENCIA.

No sé si trataba de decirme algo entre líneas, pero sea lo que sea no podía entender, no podía captar lo que me trataba de decir.

— ¿Acaso ella sabe algo que yo no y por eso la despediste? –Dije con los ojos entrecerrados intentando leer su mente y sus gestos corporales. Claramente lo había dicho sin pensar y con una pizca de sarcasmo, pero la cara de Megan había cambiado a una totalmente nerviosa, eso me hizo dudar de lo que yo había dicho si era verdad.

— ¿Megan?
— No sé qué de hablas, ya estas comenzando a decir estupideces, mejor te hubieses quedado con tu madre y la fastidiosa de tu hermana. –Dijo apartándome.

— Ganas me sobran –Dije cambiando de tema- pero por mi hijo no te pido el divorcio maldita bruja ya me tienes cansado.

Mis fosas nasales se abrían y cerraban por la respiración tan agitada que tenía en esos momentos, pero descargar mi ira con ella no era bueno para mi bebé, y claro, para ella tampoco, porque comenzó a llorar.

— Meg... –La tome del hombro.

— Tú me quieres dejar, quieres irte con otra ¿cierto? Ya no me amas Harry. –Respondió con la cara totalmente empapada.

— No muñeca, claro que te amo, es solo que... Las cosas han cambiado mucho entre nosotros.

— ¡Es porque tienes a alguien más, idiota! –Me apartó.

Mi primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora