Cap. 11

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Madeleine y Guillermo eran un par de amigos mios de la secundaria. Por desgracia, Guillermo se hizo tan amigo de Sergio, que acabo siendo el padrino de nuestra boda. Es decir, el se quedo con ellos en la división de amistades.
Nisiquiera tuve un cuarto de la división, por lo que imaginaba que ahora Sergio era calmado por todos.
Todos hablarían de lo malo, todo aquello que jamás le dijeron de mi, porque era su pareja.
“— ¿Qué crees que dirían?— Inquirio con su libretita. Queria robar su libreta, me moria de ganas de leer todo aquello que EL pensaba de mi.
— No lo se… es decir, bueno, se que la gente me considera rara.
— ¿rara?
— Ya sabe, excéntrica… un poco loca, obsesiva… y… que se yo… no soy muy de lo que se dice femenina. Nunca lo fui, si vamos al caso. Me gustan las prendas que tienen identidad, pero no me atrevo a un vestido, por mucho que me guste. No se, mi hermana y yo nos la arreglábamos con la ropa que nos daban nuestras primas. Jamas me queje de eso. Muchas veces no era algo de mi estilo, otras ocasiones, incluso aceptaba ropa de varon… y… con el pasar de los años la importancia de cómo me veo dejo de importarme.
— ¿Cómo crees que te ves?— Suspire molesta.
— No se, como hombre. Tengo algunas… cosas de chico. ¿Ve?— Señale mi cabello corto, corto por comodidad. Odiaba no saber como peinarme y pasar horas en la peluquería.
— No existen cosas de hombre o mujer, solo son ideas que como sociedad aceptamos, pero nada dice que esto o aquello sea de un sexo u otro… ¿Por qué te afecta lo que piensen de ti?
— No es que me afecte… solo digo que… quizás…— Iba a odiar lo que estaba punto de decir. No era una feminazi, pero algunas ideas estaban inculcadas en mi ADN, muchas de ellas gracias a mi madre.— Yo me descuide.
Mi psicólogo hizo una pausa, alzo su mirada, y apoyo su cabeza sobre su mano.
— ¿Por qué?
— ¿Por qué que?
— ¿Por qué crees eso?
— Porque… el otro dia, por ejemplo, estaba viendo mi Facebook, ya sabe, esa mierda que te recuerda lo que publicaste hace un año. Y no se porque, porque por lo general lo evito, para obviamente no ver cosas de Sergio. En fin, lo vi. Me vi hace un año. Parezco otra persona.
>>Mi… mi rostro, definitivamente era mas joven, y ahora, tengo esta sombra en mis parpados.— Señale.— Y, tengo mas arrugas. Los ojos hinchados… no se, me veo… triste. Soy como Droopy. ¿Me entiende?
— ¿y eso esta mal?
— ¿Cómo?
— Tu vida ha cambiado desde hace un año, los pasan, la piel se arruga, es lo usual. Cada año ganamos mas arrugas. Es el ciclo de la vida. ¿Por qué de repente te molesta envejecer? ¿No te molestaba antes? Como por ejemplo cuando tenias quince… ¿A caso tu piel no era mas suave y tersa?
— ¡Pero era una niña!
— Y ahora, eres una mujer. ¿Por qué deseas ser la de hace un año?
ME quede pensando. QUizas queria ser esa mujer, casada, con un marido. Con las certezas de saber cual era su lugar y al lado de quien. Cual seria mi futuro. No habría sorpresas, no como las de ahora.
— Porque… siento que ya no se quien soy.”

Madeleine, preparo un te. A ella le gustaban los te, los de todo tipo. Una vez, incluso le regale una tetera importada de EEUU. No era la gran cosa, pero para Madeleine era su tesoro del cielo.
Saco la conocida bajilla, y se sento a mi lado, mirándome con pena.
— ¿Cómo has estado, Nerea?
— Bien… — Solte, bebiendo un sorbo como si fuera whiscky.— Quiero decir, ya sabes… manejándolo lo mejor que puedo.
Sus ojos se llenaron de lagrimas, al mismo tiempo que a mi se me cerraba la garganta.
— ¿has salido con otros hombres? Mi hermano, Eduardo, viene para fin de año. ¿Quieres que te lo presente?
— Por favor, Madeleine. No hagas esto. ¿Si? No quiero salir con nadie…— Mire a mis dedos, presionando la manija de la taza.
— Entiendo, es mal visto salir con hombres después de algo tan reciente.
Me gire, abrupta.
— ¿Qué?— Pregunte incrédula.
— Si, ya sabes, para no quedar como una zorra…
— ¡Alto!— me puse en pie, enojada.— ¡¿Una zorra?! ¡El fue quien me dejo por una quinceañera y la zorra seria yo!
— No quise decir eso… lo que quiero decir…— Balbuceo.
— Ya. No digas mas. ¿Sabes que, Madeleine? ¡Saldre con hombres! ¡Saldre con un millón de hombres! ¡Y sere la zorra mas grande del país! ¡Hare orgias y tendre penes por todo mi campo visual! ¡Asegurate de decírselo a todos! ¡Sere una zorra! ¡Lo sere por todo el tiempo en que no lo fui, respetando a un hombre que sin mas me dejo como si fuera un auto descompuesto en un taller a pudrirme en vida!
Sali de la casa, cerrando un portazo.
Las lagrimas, ardían, pero mas ardia mi orgullo.
¿Una zorra? ¿de eso habían hablado? ¿de que era una zorra?

Muy VIEJA para tanto DRAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora