Cap. 56

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-Azul...-susurre, ni bien escuche su voz diciendo "Alo" desde el otro lado.

-¿Qué pasa? Te oyes extraña...-Dijo con un tono preocupado.

-Tu...-Senti vergüenza de lo que iba a preguntar. No cabia en mi mente que alguien pudiera hacer algo asi. Es decir, yo jamás lo hubiese hecho y por ende no podia imaginar a mi hermana vendiéndome a su favor.

-Hablame por favor, me preocupas.-Se escucho exasperada.

-Tu... ¿Tu has estado hablándote con Sergio?-No la podia ver, pero era como si me la pudiera imaginar.

-¿de que hablas?-Pregunto haciéndose la tonta.

-¿Te has estado viendo con Sergio si o no?-Dije con la poca fuerza que me quedaba, aunque seguía sin caer. Era como estar drogada.

-Uh... si, es decir... yo...

-¿Te ha pedido que hagas que me olvide de el?

-Nerea... yo...

-¡¿Te lo ha pedido si o no, Azul?! ¡No es tan difícil de responderme!-Mi voz se quebró a la mitad del grito. Azul siguió en silencio un segundo.

-Si.

-¿Qué...?-Pronuncie enjuagando mi rostro con lagrimas.

-Dejame explicarte, por favor...

-¿aceptaste?

-Si, es decir, no me costaba nada, porque al fin de cuentas, era lo mejor para ti, y que me pagara por ello no era nada, además...

-¿Cómo pudiste? ¡eres mi hermana!-De nuevo, mi voz se quebró a mitad de grito.

-Calmate, ¿si?

-¿Me pides que me calme?-Me rei irónicamente, mientras sujetaba con mi mano libre mi frente.

-No entiendes, para ti todo era fácil. Estabas con un buen tipo. Tenias todo, y lo perdiste ¿Por qué? Por no cerrar la boca...

-¿Cómo?-Repuse sin poder creerlo.

-Tuve que hacerlo, Nerea... Necesitaba el dinero, solo tenia que lograr que te olvidaras de el, que estuvieras feliz y maneable como para poder quitarte el sitio donde guardaste la tonta libreta esa... Dime, ¿Dónde esta?

Como nada, comence a reirme, pero no de forma natural sino con amargura, a carcajadas sonoras.

>>¡¿De que demonios te ries?!

-¡De ti! ¡Tu crees que te lo dire!

-¡Te has vuelto realmente loca! ¡si no me lo dices, Sergio no me pagara y Alma, tu sobrina sufrirá! ¿Puedes cargar con eso?

Me quede pensativa.

>>Eso creía... ahora, por favor, dimelo y acabemos con esto.-Exigio.

-Adios, Azul.

-¡Nerea, dimelo!-Corte.

Mire el teléfono, busque el numero de mi psicólogo y programe una cita de emergencia, antes de que Azul se contactara con mi ex.

...

-Buenos días, Nerea.

-Hola Doctor.-Dije intentando sonreir.

-Hace tiempo que no te veía por aquí, pensé que me habías abandonado.

-no, jamás lo haría, usted siempre me da las respuestas que necesito.

-Me alegra saber eso, ¿de que quieres hablar?-Acomodo su lente y espero con la lapicera en mano sobre el anotador.

-Digame, en caso de tener pruebas de que, por ejemplo un reconocido psicólogo venda la salud mental de su paciente, ¿Qué podría pasarle?-Sujete mi rodilla con ambas manos, firme, con una sonrisa.

Esa fue la segunda vez que vi sorpresa en ese hombre casi inamovible.

-¿Disculpa?

-Hablando hipotéticamente... si el ex de su paciente, le pagara para guiarme o dictarme hacia cierto destino, y yo, por esas casualidades del destino tuviera una abogada excepcional con las pruebas suficientes de que usted violo la confidencialidad doctor-paciente, sino que además, hizo negocios muy poco éticos, ¿ese hombre... quedaría muy manchado como para poder volver a trabajar, no es asi?

El hombre se quedo viéndome a secas. Jaque mate.

>>Digamos que minimo, le revocarían la licencia, ¿o no?

-Nerea.

-Porque, hasta donde se, eso esta muy mal... ¿no?-Repuse, poniéndome en pie.

-Nerea, yo... yo... yo no se de a donde sacaste eso...-limpio sus gafas fingiendo calma.

-Doctor, es inútil que lo niegue... -Me dirigi a la puerta y abri, dejando pasar a Cher, quien paso de largo las quejas de la secretaria.

-¡Señorita! ¡No puede pasar! ¡lo siento doctor!

-Esta bien, Abby. Cierra la puerta.-Al cerrar, Cher comenzó a sacar de su bolso, tantas fotos de el con Sergio en muchas circunstancias que me abrumo.

-Eso no prueba nada.-Dijo el sujeto.

-¿ah no?-Cher saco su teléfono y mostro fotos de mensajes entre el numero de Sergio y el. Eran cientos de mensajes, conversaciones enteras con su numero de destinatario.

-Podria ser una imagen falsa.

-¿Y podría falsificar esto?-Un audio comenzó a sonar con la conversación de mi doctor y Sergio en un café, lo sabia por el sonido de las voces cercanas.

"-¿Ha habido avances con Nerea?

-No ha venido a sesión. Es normal.

-Mire, le pague para que lograra que me olvidara... ¿Por qué aun no lo ha logrado?

-tranquilo, creo que encontré en sujeto para ella... ese amigo que tiene... ¿tambien lo pago usted?

-¿el chino?... si, es mio también.

-Es la mejor opción. Muestra signos de estar enamorándose de el..."

El doctor quedo mudo. Luego acomodo su saco, se sento en el sillon, colocando sus dedos uno contra otro.

-Bien, hablemos... ¿Qué quieren de mi?

Muy VIEJA para tanto DRAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora