Cap. 40

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Una vez, hablando con mis antiguas amigas, entro el tema de que las cosas mas feas, a veces te la dicen las personas mas cercanas.

Una de ellas dijo que su madre, habia dicho textualmente: "Que se arrepentía de haberla tenido"

Otra, que: "Ella era su peor hija"

Yo, no habia tenido mucho trato con mis padres, y en ese poco trato, un 80% habían sido peleas y un 20% buenos momentos. Es lo que digo, y lo podría certificar si pudieran ver las imágenes de malos recuerdos en mi memoria.

Sin embargo, jamás me habia dicho una cosa asi...

Las lagrimas comenzaron a surgir y fue como si otra persona, como si algo maligno tomara posesión o como si toda la compostura que debi guardar en todos estos meses, al final, dejaban salir a la fiera.

-¡¿Quién eres para meterte en mi vida?!-Rugi.

-¡Soy tu padre!

-¿Y eso te da el poder de meterte en mi vida?

-¡por supuesto!

-¿ah si? ¿Y donde estabas cuando necesitaba? ¿eh? ¿sabias que quise matarme? Quise tirarme de un balcón o cortarme las venas, y la única razón por la que no lo hice, es porque por suerte, soy fuerte y no me aferro a lo que piensen de mi, porque si lo hiciera, ya hubiese sido mi funeral hace tiempo.

-No digas estupideces.-Se burlo.

¿Se burlaba? Yo hablaba en serio, en mi pecho casi como un torbellino, deseaba abofetearlo, echarlo de mi casa y no verlo jamás.

El sabia lo que era una separación, al menos, podia imaginarlo.

Discutimos un buen rato a los gritos, le dije cosas que jamás le habia dicho. Todo lo que siempre pensé en decirle, pero no tuve el valor o conciencia para soltarlo.

Cosas como: "fuiste un padre ausente", "jamás me defendiste" Y "¿Quién eres para meterte en mi vida con el desastre que fue la tuya?"

El replico, claro, con cosas del tipo: "Nadie te quiere", "Deberias madurar", "Tu vida es un desastre" y asi.

A pesar de que llore con furia y el se marcho cerrando de un portazo, no llore como antes, es mas, creo que dado el tsunami de desbordamiento verbal que hice, no llore casi nada.

Me encontraba agitada, pero vacia. Como si, hubiese habido una explosión atómica y aquellas cuestiones no resueltas, malos entendidos familiares o ideas silenciadas... salieron.

Admito, que fue una inundación y solo dios sabria como acabaría mi relacion con mi padre. Pero no me arrepentía.

...

¿Habia mencionado que mi padre me ayudaba con las cuentas?

Pues si, como verán, mi sueldo y el poco dinero que me daba mi ex, no era suficiente. Asi que, me hice a la idea de que por un tiempo, quizás no tendría video cable.

Pero no pediría perdón, no lo haría, porque mas alla de lo hiriente que pudo haber sonado las cosas que le dije, eran verdades.

Y si el se burlaba de una persona depresiva que quiere suicidarse, entonces, no tenia mi respeto ni amor, por mas que me cueste el acceso a su bolsillo.

Pero allí no acabo todo, porque, como si jamás se hubiesen odiado, al dia siguiente, llamo mi madre.

¿Dije además, que le reproche cosas de mi madre también?

Pues, el segundo ataque llego por via materna y a celular.

-¿Qué es todo eso que le has dicho a tu padre de nosotros? ¿Qué nosotros te tratamos como si tuvieras la peste y que no nos importas?-Vaya, eso fue directo.

Iba a respirar profundo, pero como la relacion con mi madre era mucho peor que con mi padre, tenia menos miedo de perderla.

-Lo que oiste. No me hablan, me ignoran todo el tiempo. Podria haberme muerte hace tiempo y ustedes ni lo sabrían... ¡No se que mas quieren de mi!

-¿Nosotros te tratamos mal? ¡Tu eres la que se aisla!

-Yo me aislo, porque de ti jamás he recibido ni afecto, ni amor, ni el trato de una madre a su hija.

-¡Soy asi con todos por igual! ¡Con azul también!

-Entonces, ¿Cómo no alejarme? Tu no puedes ni verme, eres una porquería. ¿Qué derecho tienes de cuestionarme algo? Si soy lo que soy, es porque tu me has hecho de esta manera.

Escuche como su respiración se agitaba.

-¡Estas loca, Nerea! ¡Loca!

-Puede ser, pero no quitemos meritos, este resultado es por la crianza que me dieron ambos... asi que, disculpen si ya no me importan... ¡No voy a ser una hipócrita y andar detrás de ustedes! ¡La que debería estar mal y siendo contenida soy yo! Pero ni eso, ni cuando me separe de Sergio se hicieron presente.

-¡¿Ah no?! ¡TE ayudamos con las cuentas! ¡¿O ya lo olvidas?!

-Si, lamentablemente, y eso es lo que mas me duele... ¿Sabes porque me fui de casa a vivir con Sergio? ¡Porque no los soportaba mas!

-Claro, claro, ahora la culpa de todo es nuestra.

-No, no lo es... pero no parezcas asombrada del porque me aleje. Sin embargo, cuando Azul cayo en adicción y tuvo a Ambar, allí si, todos encima de ella... ¿Y yo que? ¿no existo?

-Bien lo dijiste, tu te habías alejado... y yo siempre voy a estar para Ambar.

-Claro, para las necesidades de Azul si, para las mias no. Recuerdame, ¿Quién le da dinero a Azul?

-¡Deja de victimizarte!

-¡No me victimizo! ¡Pero estoy harta! ¡Quizas debi embarazarme y ser una drogadicta golpeada!

-¡Ay por favor, Nerea! Te falto poco para embarazarte...

-No, no mama. No me embarace porque NO QUISE, porque existen métodos anticonceptivos.

-Si, si...-Y corto.

Quede temblando, mirando el teléfono.

Mas alla de mi carácter, en mi vida me habia enfrentado a mi madre. Lo cierto era que ella si me intimidaba. Podria ser porque siempre recordare mi infancia donde las correxiones eran por su parte.

Mi padre jamás estaba y cuando mi madre se encargaba de nosotras, lo hacia como si fuese un trabajo que odiara. Vamos, que eramos su hijas en teoría, y entiendo lo tedioso que puede ser.

Eso, le daba una especie de poder que conforme pasaba el tiempo iba acrecentandose y haciéndola volverse imposible.

Exigencias inalcanzables, desplantes insolitos y falta de afecto.

Era lo usual, temer que ella despertara de sus siestas. Aun Azul que era quien mas se le enfrentaba, a veces le temia. No sabíamos con que clase de persona nos encontraríamos al despertar.

Mi alejamiento, aunque se podría pensar que era un acto de rebeldía, en realidad, era un acto de autoprotección.

No molestar, no ocupar espacio, no hablar, no quejarse, que nadie notara que existo... y aun asi, siempre habia algo que la hacia enojarse.

Hoy en dia, se que muchas de esas cosas se pueden llamar "maltrato psicológico", pero para nosotras era normal. Un dia que no nos hablara, o nos regañara mas de la cuenta por olvidar lavar un plato.

O salir con amigos, o que vinieran amigos de visita.

En realidad, todas mis amistades de la infancia le temian a mi madre, por ello o no nos visitaban, o si lo hacían se sentían incomodos cuando ella nos llamaba a tender la ropa o hacer algun quehacer mientras estábamos con visita.

Con el tiempo, Sergio se volvió mi único salvavidas. La única persona a la cual aferrarme, el único con quien lloraba pensando que mi padre era indiferente y mi madre me odiaba.

Muy VIEJA para tanto DRAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora