Cap. 48

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-Dime, ¿lo has pensado?

-Si... lo... lo he hecho, pero no lo creo.

-¿Por qué no? ¿crees que el se limito solo a los compañantes? ¡Ja!

-No, pero...-suspire.-Cher, no tengo muchas personas alrededor mio, solo mi madre, padre y mi hermana... luego esta mi psicólogo y Hikari, mi jefe... pero olvidalo, el jamás haría algo asi. Es buena gente.

-Eso crees, pero cuando el dinero manda... todos somos capaces de engañar y usar a otros para nuestro beneficio.

-Tu sigue investigando, yo pensare y sere cuidadosa.

-Esta bien, pero escucha, se que tienes un gran concepto de a quienes amas, pero también recuerda que Sergio es un ser carismático y que te vendería una entrada al infierno haciéndote crees que es el cielo... Cuidate, cielo.

...

Mi cabeza, era un limbo. Ahora, cada palabra, cada gesto, cada maldito segundo cerca de Hikari me hacia preguntarme si el haría algo asi.

Luego me sonreía, de una manera autentica, sencilla, sus bromas, sus palabras de aliento, su racionamiento sencillo... el no me lo haría... ¿o si?

-Asi que... creo que debemos salir a duo... ¿Qué dices?

-¿Mmm?

-Oye, ¿Qué pasa? Has estado taciturna desde ayer... y hoy es el dia de los enamorados... ¿recuerdas? No quiero que te deprimas sola. Se lo difícil que es estar solo la primera vez.

-Oh, si. Claro.-Rei.-¿al karaoke?

-Me parece que debemos hacerlo a duo todo hoy, que debemos cantar como dos...-Hikari sostuvo el palo de la escoba y fingió que cantaba.-Conquistar de a dos, ya sabes, como si fueramos un equipo.

-Un equipo ¿eh? ¿Y como seria eso?

-No lo se, ¿"team sin valentin"?

-¿Qué tal "El club de los divorciados"?

-Eso suena a despecho, soledad y tristeza.

-mmm... y nosotros no somos asi, ¿no es cierto?

-no, por supuesto que no.-Hikari anclo su brazo alrededor de mi cuello.-Anda, quiero que sonrias un poco, últimamente has sido un libro muy cerrado.

Sentir el aroma de Hikari, su perfume tan cerca a mi, y su rostro afeitado impecable, el mechon de su flequillo cayendo de lado, lacio... sus ojos rasgados, su mirada entre seria y divertida... y esos labios que por poco me habían besado el cuello hacia un par de noches, provoco un mini infarto en esta señora de treinta y cinco... ¡perdon! ¡Treinta para el publico en general!

-O... key.

...

Vestido rojo al cuerpo con un monton de brilitos. Me mire en el espejo y sonriente me auto guiñe el ojo.

A estas alturas, tenia un espejo a mitad del living, solo para poder mirar la imagen de otro ser humano y no sentirme miserable.

Hablaba sola como si fuera ese bichito del señor de los anillos que dice "Mi precioso" con voz aterradora.

Me aconsejaba, me retaba y me daba animos de esa manera. No creo ser loca por hacerlo, después de todo, si Tom Hanks tenia a su Wilson, yo me tenia a mi misma en un espejo.

Pero mientras la mujer de enfrente me decía que era una diosa, mientras me pasaba el rímel, me quede petrificada ante la única idea que hasta ahora no habia podido dejar ir.

¿Y si Hikari me fallaba? No podría vivir con ello. No podia. Sabia que no debía aferrarme demasiado a nadie, no confiar, ni depender de nadie... porque... podría salir herida de nuevo.

Pero Hikari ahora era mi todo. No queria admitirlo, pero si mi mundo estaba girando de nuevo, si tenia trabajo y vida social era por el.

...

Entaconada, maquillada cual travesti, y muerta de frio tome el taxi hacia el karaoke. En la puerta, Hikari me esperaba. Al verme sonrio, como siempre.

Y era bonito ver que alguien sonreía al verme... ya saben. Como esa sensación que tienes cuando un perro corre moviendo la cola hacia ti, lleno de ladridos y aullidos. Incluso haciéndose pis.

Porque te quiere, porque aun siendo de otra especie sabes que esta alegre solo porque tu existes.

Y como si nada, una revelación llego a mi, mientras mis pasos se disminuían conforme me acercaba a mi amigo.

Eso, era lo queria. No. No hablo de un perro o alguien que e orinara encima al verme.

Queria alguien que me sonriera. Que sea feliz por la simple razón de mi existencia.

Queria alguien que no temiera demostrar afecto hacia, alguien quien por encima de todo, me pusiera a mi.

Una persona, que me hiciera sonreir, mas que llorar. Alguien que aun sabiendo que el dinero mueve al mundo, sepa exactamente que el dinero es algo que viene y que va. Las personas se quedan.

Queria alguien que me viera a mi, con todo lo malo, y ame eso, lo malo y lo bueno. Que quizás no me comprendiera, pero si que escuchara en silencio.

Ya no me fijaría en el físico, ya no me fijaría en el dinero, el carisma, la parla, la seducción, siquiera su manera de hablar.

Entendi, entonces, que ya no queria a alguien como Sergio. Queria alguien como Hikari. Queria alguien que me hiciese sonreir cada dia de mi vida, a pesar de lo difícil que fuera.

Estaba cansada de las peleas... estaba cansada del drama.  

Muy VIEJA para tanto DRAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora