Cap. 50

177 18 0
                                    


El, dejo la cerveza con lentitud sobre la mesa, y volvió sus ojos lento hacia los mios.

Sin preocupación, sin temor, sin sentimientos confusos.

-Tu creías que era gay, ahora que estoy enamorado de ti... ¿Sabes lo loco que suena?-Me sonrio.

-Acabaste de...

-¿Qué?

-¿acaso de parezco un chiste?-Me puse en pie.

-¿Qué?

-¿Estas jugando conmigo? ¿te parece gracioso decir lo que dices y luego hacerme quedar como una chiflada?

-No estoy jugando. Hice lo que hice para que pudieras levantar tu valor, para que te sintieras hermosa, deseada y valorada. ¿O te parecía mejor que dijéramos frente a todo mundo que eramos un par de solteros despechados cantando contra el amor? Solo, te hice lucir bien.

-No necesitaba tu ayuda.-Cerre mi mano en un puño.

-¿Por qué estas tan molesta? Somos amigos, ¿recuerdas?

-¿y porque lo somos?

-¿Cómo?

-¿Por qué somos amigos? ¿Cuál es la razón?

-¿de nuevo desconfias, Nerea?

-solo quiero entender como pareces una persona, pero luego actuas de otra forma. Como apareces y estas en mi vida, como sabes tanto sobre que hacer y que no, y que apenas te conozco...

No espere respuesta. Sali enfadada. Furiosa. Y no sabia si tenia que ver con lo de Sergio o por el simple hecho de Hikari no me amaba. Un capricho, lo se. Pero a estas alturas, habia comprendido que estaba enamorada de el, y que no podia ser su amiga.

No podia verlo sin ver al hombre que queria a mi lado y no solo como un amigo. Y peor que ser dejada, era ser rechazada.

-¡Nerea!-Oi detrás de mi, mientras apuraba mi paso. Me detuve, viendo que la calle estaba desierta.

Mire al suelo, mientras mis ojos se bañaban de estúpidas lagrimas. Rezaba porque en algun maldito momento se secaran, de verdad.

-Estoy bien... yo, lo siento.

-Escucha... si dije o hice algo que te hirió, lo lamento...-Sujeto mi hombro, pero me aleje. Queria mantener las distancias. Debia hacerlo.

-Tu no eres el problema, enserio. La loca soy yo.

-Pero dime, que fue lo que...

-No puedo. No me obligues a decirlo.-susurre.-Porque si lo digo... yo... te perderé.

-No vas a perderme, Nerea. Siempre estare aquí para ti. Dime, ¿Qué es?

Sonrei, aunque eso me aniquilaba por dentro.

-No puedo... necesito un amigo, y no puedo darme el lujo de perderlo.

-Pero...

-Te veo mañana, chau.-Dije con prisa besando de un roce su mejilla. Porque, (gracias a dios, llego un taxi) al cual me subi y hui antes de cometer una locura.

...

Al dia siguiente, me prometi actuar como si nada. ¿No es asi como se solucionan los grandes problemas de desencuentros?

Al menos, eso se usa en los matrimonios. No sobrevives tantos años sin fingir que la discusión de anoche no ocurrio.

-¡Buenas! ¡Ya llegue!-Sonrisas, alegrías. Hikari no comprendía nada.

-Buen dia...

-Ire a cambiarme.

-Oye, escucha, ¿podemos hablar sobre...?

-¡Tendre una cita esta noche!-lance cual bomba.

El rostro de mi jefe quedo palido.

-Oh, pensé que lo habías dejado...

-Si, bueno, no... asi que, ¡Necesitare a mi amigo para que me haga ver linda!-Esta bien, exagere un poco con el entusiasmo.

-Si, claro... pero...

-Es con Maurice.-Listo, cerre su boca. Logre que su cara zen se vuelva mas humana.

-El sexo seguro, ¿eh?-Pude ver como su sonrisa se nublaba. Era como si quisiera mantenerla a como de lugar.

-Sip... bueno... entonces, ¿cuento contigo?

-Claro.-Dejo salir con fuerzas.

-Gracias, eres el mejor.

...

Mientras me colocaba un poco de rubor, Hikari me examinaba desde atrás en silencio. Pensativo.

-Me estas poniendo nerviosa, dime ya si algo esta mal, lo cambiare. Eres mi genio artístico y mejor amigo, ¿recuerdas?-Pase mi mano por sobre la pollera de licra ajustada y el remera suelta que hacían saltar mis bubíes. Lo único bueno de estar rellenita era tener senos.

-Es extraño.

-¿Qué cosa?

-Estar poniendo linda a una mujer a para otro hombre...-Y ahí iba de nuevo su comentario con sentido sexual, que me hacia confundir. Decidi ignorarlo.

-Oye, ¿Me ayudas con la sombra de ojos? Es que el artista eres tu y yo...-Quito de mis manos el juego de sombras y el brocha. Me sente quietecita, mientras iba haciendo su arte.

Luego de unos segundos, acabo. Me examino, es decir, pareció como si mirara una obra de arte.

-Pasame el labial.-Se lo alcance y espere mirando por sobre su hombro.

El labial fue pintando sobre mis labios con lentitud. Con sumo cuidado. Al final, apreté mi boca, haciendo un sonido de burbuja, dándole una sonrisa a mi amigo.

Pero algo estaba raro. No se sentía como si estuviéramos teniendo un momento de amigos.

-¿Qué pasa?-Pregunte esperando que arreglara mi cabello o algun mechon salido de su sitio.

-Tienes exceso.

-Oh, me lo quitare.

-Dejame, lo hago yo.-Hikari paso por la comisura izquierda de mi labio su dedo pulgar, quedo observando como si decidiera algo. Yo, quieta sin mover ni un musculo, como siempre lo habia hecho.

Sin embargo, lo que siguió, no era como siempre.

Hikari acerco su rostro al mio, pero no me movi, porque confiaba en que no era algo sexual.

Al final, cerro la brecha entre mis labios y los suyos, besándome.

Muy VIEJA para tanto DRAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora