Cap. 19

185 20 0
                                    


Tener trabajo era bueno, me ayudaba a no pensar, y los días se pasaban volando.
El único incoveniente era que mi jefe era un poquitín, exigente… Podia pedir las cosas con dulzura pero atosigarme en tareas.
Llevaba tres semana limpiando. Fregando. Ordenando. Poniendo precios… y por suerte, sin noticias de Sergio… solo, habia algo…
Algo que me molestaba y era el hecho de que sentía que por mas que me esforzara, ningun hombre me miraba.
Es decir, lo se, menos atractivo que una mujer de ambo amarillo flojo y lleno de manchas, era una mujer de ambo amarillo flojo y lleno de manchas con la cara y el pelo destrozado. Y no solo lo creía yo, sino que Hikari mismo fue quien me lo hizo saber.
-Nerea.-Susurro mientras pasaba la ultima capa de cera. Era el final de dia y pronto podría irme. Seque el sudor de mi frente y suspire.
-¿si? ¿Qué pasa? ¿Se atoro la fiambrera de nuevo?
-No.-Nego con una inmensa sonrisa que hizo que sus dientes aparecieran y que sus ojos desaparecieran en dos líneas diminutas.-Dime una cosa… ¿Por qué aun no has ido a un slaon de belleza?
-¿Qué?
-Tu pelo.-Señalo-Esta seco, con puntas florecidas, y tus raíces están crecidas… y…
-Wow, wow, wow… para. ¿Cómo sabes todo eso? Se supone que solo las mujeres conocemos el termino “Puntas florecidas”
-Soy peluquero.-Dijo con total franqueza.
-¿Cómo?-Deje caer el palo del lampazo a un lado, al mismo tiempo que mi boca formaba un gran “O”.
-Estamos en el siglo XXI, ¿Por qué pones esa expresion?
-No… digo… es que… no lo se, crei que esas cosas no eran muy de… tu cultura…
-¿Mi cultura?-Rio.-Sabes, que me definas solo como “Un japonés” es casi tan o mas racista que decirme “Chino”
-Pues lo siento, no se casi nada de ti.-ME excuse, aunque me sonroje.
-¿Qué quieres saber?-Una pequeña sonrisa, una comilla a un lado en su mejilla y sus cejas hacia arriba, lo hacían verse simpatico.
-¿Ademas del porque eres peluquero? Bien, ahí te van…-Comence a enumerar con mis dedos.-Nombre completo, donde vives, Tu familia, hace cuanto vives aquí, ¿Qué edad tienes? ¿Eres budista? Y… ¿Tu pareja? ¿eres gay o…?
Hikari rio. Me dio mucha pena, crei que al menos mi curiosidad le parecería ofensiva… sin embargo, lo tomo con calma.
¿Seria algun psicópata? ¿Cómo podia sonreírme de tal forma a mis cuestionamientos?
A nadie le gustaba mi sinceridad, nisiquiera a mi hermana.
-Naci en Japon, vine a vivir aquí a los doce, herede el negocio familiar cuando mis padres volvieron a Japon… Mi nombre completo es Hikari (), vivo encima de este mercado, tengo treinta, tengo un titulo en peluquería y administración de empresas… soy budista, pero creo en la fe en todas sus formas…
Quede expectante  por la ultima pregunta. Era la mas importante, asi que…
-¿Y?
-¿Y?-Dijo apoyándose sobre el mostrador.
-Dime, ¿Eres gay?
-¿Qué sea peluquero me hace gay?-Sonriendo con ternura y me senti una tonta, peor aun, una homofóbica, aunque lo era, aun no me atrevía a mirar secreto en la montaña, y… son Sergio a mi lado parecía ir en retroceso con todo. Para el, los homosexuales eran un asco.
-No, pero…
-¿Por qué no cambiaste tu corte? ¿Por qué te dejaste estar?
-No se, tal vez no tenia ganas de hacerlo… ¿Dónde esta escrito que por ser mujer deba sin dudas arreglarme el cabello?
-No lo digo desde una posición sexista. Por mi puedes llevarlo como quieras… pero quiero ayudarte… quiero que te sientas bien contigo misma.
Sujete el mango del trapeador, mirando el reflejo que me daba el piso, casi como un espejo, pude notar las ojeras, el descuidado cabello seco, la piel manchada.
Ni aunque me vistiera como Pampita, podría estar en su sombra.

Muy VIEJA para tanto DRAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora