Cap. 13

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Me desplome sobre el. Me desinfle, arrodillándome, y luego me sente sobre el suelo de la calle.
Tape mi rostro con verguenza. Queria chillar, patalear… no se, morder algo.
Era tanta la bronca, que no podia siquiera respirar bien.
Habre estado en catarsis unos buenos minutos, cuando senti una mano que palmeaba mi espalda.
— Quita todo de adentro. El enojo es un veneno. Es mejor dejarlo salir.
— ¿Para todo tienes alguna frase filosófica?— Sonrio con ternura.
— Mi abuelo era muy sabio, y sabia que la mejor forma de explicar a un niño, era a través de comparaciones.
— Es decir, que soy como una niña a tus ojos.
— Lo eres.— Rio.— Estas perdida.
— ¿Y porque te empeñas en acercate a una niña potencialmente peligrosa? No sabes ni como me llamo.
Me puse en pie, con la ayuda de su brazo.
— Eres la Dama que sufre.— Abri grande mis ojos.
— ¿Eso soy para ti? ¿LA dama que sufre? Al menos, me hubieses dado un mejor apodo.— SOnrei.
— No se como se llaman mis clientes, no todos, por lo que les pongo un nombre.
— Y tu eres el Chino.— De pronto, me miro acusante.— ¿Qué? Tu puedes y yo no. Eso no se vale.
— No soy chino, soy japonés.
— Chino, ponja, da igual.— Sugeri, agitando mi mano, sin darle importancia.
— Hikari.— Dijo haciendo que la “H” sonara como “J”, algo asi como “Jikari”, pero dicho con acento. Luego me paso su mano.
Lo mire, luego lo salude respondiendo aliviada:
— Nerea.
Ahora, tenia un amigo. Mi primer amigo en muchos años. Y sabia que no tendría nada con el, porque no me atraía. Alli no habían mariposas, ni nervios, ni alguna especie de sensación como “Que lindo”… era solo un el, sin el rostro tan masculino que yo solia apreciar… como el de Sergio.
Y quizás, esa fue la mejor parte de Hikari: El no me lo recordaba.

Muy VIEJA para tanto DRAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora