-Maurice… ¿no es asi?-Me dirigi al sujeto atlético quien me sonrio pasándome la mano.
-Nerea, ¿no es asi? Vaya, eres mas hermosa que la foto. ¡No lo creo posible!-Me sonroje de inmediato, escuchando a las voces de mi autoestima chillando como una adolescente enamorada:
“¡Te ha halagado!”
-No exageres… no creo que el fotoshop pueda perder.-Bromee.
-No lo necesitas… ¿ya pediste algo?
-Me pedi un jugo de naranja.-Era lo minimo… habia llegado media hora tarde, y habia pensado seriamente en plantarle una gran escena defendiendo mi valia, pero… desisti al verlo de traje, (¿Y para que mentir?) Luego de mucho sin tener sexo… quizás…
Sacudi mi cabeza, quitándome esos pensamientos sucios. Vamos Nerea, buscas un tipo de calidad… no un veintiañero que tiene la quijada de Tom Cruise, los ojos de Ben Affleck, la sonrisa deshinibida de Hikari… ¡Esperen! ¡¿Hikari?!
Mordi una de mis uñas, pensativa, mientras el sujeto seguía hablando sobre algun deporte que habia hecho en Machu Pichu o algo asi…
¿Por qué pensaba en Hikari en medio de una cita? ¿no habia dejado en claro que el era solo… agradable? ¿para nada mi tipo?
Bebi un sorbo del jugo, de vez en cuando fingiendo que lo escuchaba. Era como ver una marioneta sin voz.
Maurice cada dos por tres despeinaba su cabello. Era muy sensual cuando ponía pasión en lo que fuese que estuviera explicándome. Pero, si les soy sincera, no me interesaba.
Solo veía el cuerpo, como un hombre que a mitad de la calle se enfoca en las curvas de una mujer que se contonea al caminar.
¡Oh por dios! ¡Estoy volviendo a un desconocido en un objeto sexual!
Tape mi rostro rojo, rascándome la mejilla con incomodidad.
-Disculpa, He hablado solo yo… lo siento.
-Oh, no… no, no, no. No importa. Por lo general, soy yo la que desborda de verborrea.
Maurice amplio sus cejas con sorpresa.
-Se lo que se sienten, me han dicho que soy asi, que me gusta acaparar la conversación… Es un mal que me sirve en mi trabajo, pero me desfavorece en lo que concierne a relacionarme.
-¿Y… de que trabajas?-Quise bajar mi fiebre. Movi mis piernas, imaginándomelo en la cama. Conmigo. Haciendo cosas muy sucias. Sujetandome con esos enormes brazos y manos, y hombros anchos… y…
-Bueno.-Cruzo sus dedos de forma casi profesional, anclando una sonrisa.-Soy fiscal.
-Vaya.-Ahora, era yo la sorprendida.-¿Cómo alteras eso con el deporte?
-Bueno, soy alguien que hace de su dia, no uno de veinticuatros horas, sino de cuarenta y ocho.
-¿Cómo?
-Soy hiperactivo… no se si lo has notado, pero no he dejado de temblar, no es porque me pongas tenso, solo… que no puedo quedarme quieto. Eran los deportes o medicarme, asi que… elegi lo natural.
-Bueno, pero a menos que tengas una sobredosis, tienes mas posibilidad de morir con un deporte extremo. ¿No?
-Si… bueno, soy de los que disfruta hacer de todo.
-Yo no-Admiti, aun a riesgo de perderme una noche con ese papacito.-Soy mas bien de las sedentarias. Apenas si tengo trabajo, estoy en un desastre en mi vida, porque jamás trabaje ni hice nada útil, pero creo que me gustaba eso, tener tiempo para pensar y consentirme.
-Es una manera de decir que no hacias nada.
Llegamos a una Encrucijada. Maurice lo supo y yo también. No eramos compatibles, y aunque nos esforzaramos por serlo, nuestras maneras diferentes nos llevarían a no soportarnos al mes.
Pero no queria perderlo todo, al menos, en aspecto pareci agradarle, y el, de verdad me gustaba mucho físicamente. Estaba ya un poco exitada, imaginándome que le mordía el cuello.
Me sonroje por la sorpresa de mi mente, por lo pervertido, sucio e inmoral de lo que queria proponerle.
Pensaba en algo asi como: “Oye, no me gustas como persona, pero amo tu cuerpo… ¿quieres tener sexo sin compromiso en tu auto?”
-¿sabes? Eres adorable cuando te sonrojas…-dijo Maurice.-Eso, significa que al menos no te he aburrido con todas las historias… que quizás quieras que nos conozcamos aun mas y…
-Maurice.-Interrumpi.
-¿Si?
-¿quieres tener sexo conmigo?
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Muy VIEJA para tanto DRAMA
ChickLitÉsta podría ser mi historia... o no. Nerea, tras un largo matrimonio es dejada por su marido. Ella no tiene carrera, dinero, estudios o en quién refugiarse. Para lograr superar a su ex, tendrá la ayuda de su psicólogo y los consejos del dueño de un...