Capitulo 58

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Horas mas tarde, Hikari ingresa a mi departamento con el duplicado que le habia dado en caso de emergencias.

Las luces estaban apagadas. Estoy fumando sobre la ventana, mirando hacia afuera y de espaldas a el.

Llega con unas bolsas que deduzco son comestibles. Escucho el sonido de las bolsas sobre la mesa, y luego el titilar de las llaves.

-Amor, ¿Cómo has...?-Me dirige un beso a la mejilla, pero lo esquivo, alejándome, sin mirarlo.

El humo hace una barrera entre los dos.

>>¿Qué pasa?-Pregunta.

Sin decir palabra, señalo el artefacto que alguna vez fue un celular, con sus respectivas partes exparcidas por todo el living.

-¡¿Qué mier...?!-Sonrio, al verlo correr hacia el teléfono (o ex teléfono). Jamas habia oído maldecir a Hikari.-¡¿Qué ocurrio?!

Mientras sostiene el aparato como un fallecido, hablo después de dar una calada a mi cigarrillo.

-Perdi los estribos, pero tranquilo, ya estoy mejor...

-¡¿Qué demonios dices?!-Se acerca a mi, esperando una respuesta. Luego, parapadea y toma el pañuelo en mi cuello, moviéndolo un poco. Me quito, pero el ya lo vio.-¿Qué paso, Nerea?

Su voz tiembla, mientras tenso mis musculos. No voy a llorar, me prohíbo llorar. Llorar seria mostrar debilidad en un mundo se insensibles.

-Lo se todo.

-¿Cómo...?-Me observa tragando saliva, dando un paso atrás. Luego, observa mi cuarto, con la puerta abierta.

No ordene el desastre. La soga sigue ahí. Un pedazo anudado en mi ropero, el otro, caído sobre la silla que tumbe.

-Nerea...-Deja salir el aire, mientras pone sus manos en su cabeza. Supongo, que esta aterrado de la mujer tranquila que sigue fumando.

-Dime una cosa... ¿Qué se siente asesinar los sueños y las pocas ganas de vivir en una persona?

Sigo de espaldas sin mirarlo.

-Puedo explicarlo.-Suelta.

Me rio, de la misma forma con la que rei con mi hermana. Me rio, pero con amargura.

-¿Qué tanto llegaste a amarme, en realidad?-Me giro y lo miro. Hikari, volvió a su paz acostumbrada, aunque sus ojos ahora están en sangre. Parece querer llorar.

-Te amo, y lamento como sucedió todo... Se que, no es suficiente, pero lo que siento por ti, es cien por ciento sincero.

-¿ah si?-Apague el cigarrillo.-Entonces, ahora que ya se lo que planeabas, supongo que no tendras problemas en ayudarme a concretar el plan.

-¿Plan?

-Asi es... Como el plan era enamorarme, para que el te diera dinero... y no quieres perderte ese dinero, ¿no es asi? No después de haber trabajado tan duro.

-¿Qué estas proponiéndome?-Camine hacia el, sosteniendo una sonrisa lo mejor posible.

-Quiero entrar en el trato... pero Sergio no debe saberlo.

-¿Qué?-Hikari sacudió su cabeza.-No lo dices en serio.

-¿Por qué no? ¿crees que eres el único bueno en fingir?-Me acerque a el, sujete el cuello de su camiseta, me acerque, mirándolo fijo a los ojos, pase de largo sus labios lentamente, dirigiéndome a su oído, mientras susurraba: "Me das asco"

Luego, me aleje sonriente.

-Estas loca.-Musito al fin.

Rei a carcajadas.

-¿Loca?-Camine de nuevo hacia la ventana.-Debo darte la razón, lo estoy. Porque... ¿Cómo podría quedarme cuerda después de ver que los seres que mas ame sobre la faz de la ierra me hayan usado de una manera tan maquiavélica que no cabe ni dentro de una historia de Stephen King?

Hikari, inspiro profundo.

-Estas en una catarsis, lo entiendo, pero la venganza no te dara la satisfacción que estas buscando...

-¿en serio? Pues, yo creo lo contrario. Creo que, evidentemente, me dara todo lo que quiero...

-¿Y que es lo que quieres?-Pregunto acercándose a mi, mirándome fijo.

-Quiero que Sergio sufra, con cada particula de su ser, quiero que se sienta indefenso, vulnerable, herido, abrumado, solo, sin salida... sin saber en que o quien confiar...

Mientras iba diciéndolo, Hikari permaneció tranquilo, escuchando con calma.

-Te lo repito, la venganza no te hara libre... solo el pèrdon.

-Pero si lo perdonare, solo cuando estemos a mano.

-Esto, terminara explotándote en la cara.-Camino de lado a lado con preocupación.-Y no quiero ayudarte a eso...

-Claro... olvide que tu eres puro e inamovible.-Me burle.-Habia olvidado que tu solo eres paz y amor.

-¡Tuve que hacerlo!

-¡Y la respuesta del dia es esa! ¡Claro! ¡Todos tuvieron que hacerlo! ¡No tenían una puta opción de ser sinceros o buenos amigos o hermanos y cagarme a mi!

-Iba a perder el negocio de mis padres... no podia permitírmelo... no de nuevo.-Hikari rompió en llanto.

Lo observe, dándome nauseas. Maldito hipócrita.

-¿Debo tenerte lastima? ¿a ti? ¡Eres el peor de todos!

-¡Yo solo queria que te olvides de el! ¡De un maldito que era capaz de pagar para que su ex se acostara con otros!

Quedamos en silencio unos minutos. Seco sus lagrimas con su manga. Yo ni una, asi de fría y seca estaba. Mi cabeza solo hervía, solo podia sentir odio.

-No hay manera que te quite eso de la cabeza, ¿no es asi?

-Soy terca como una mula.-respondi, encendiendo otro cigarrillo.-Y estoy dispuesta a cobrarme cada lagrima que me hizo derramar...

-Te amo...-Solto de la nada.- lamento haberte herido.

-Es tarde para tu lloriqueo.-Dije cruzándome de brazos.

-Y te debo todo, por haberme hecho sentirme asi de nuevo.-Prosiguio.-TE seguire, no me importa el riesgo, no me importa la postura que tomes, ni cuando me estes odiando en estos momentos...

-Da igual.-Queria quitarle todo el sentimiento, pero lo cierto es que mi garganta comenzaba a cerrarse.

-Hare lo que me pidas, porque en verdad te amo...-dijo después de una larga deliberación, colocando sus manos sobre su cadera.-Y te lo recordare cada dia de mi vida. Es mi culpa, tomo la responsabilidad.-Se acerco a mi, tomo mi cintura e intento besarme.

-Oh, no, lo siento...-Chiste colococando un dedo sobre sus labios, frenándolo con la mirada con sorpresa.-A partir de este momento... solo seremos colegas, ni mas ni menos, y una vez que acabe todo, si te he visto no me acuerdo.


Muy VIEJA para tanto DRAMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora