Una mano, tibia y suave acaricio mi brazo.
Bill: Humm.
Escuche una risita por parte de la persona que estaba a mi lado, entonces recordé en donde estaba, lentamente abrí mis ojos y me encontré con mi hija y novia a mi lado, creo que esto sería perfecto sin tan solo ella estuviera consciente.
Gire mi rostro y ahí estaba la enfermera que me dio a Emily.
Bill: Yo este ay...
X: No se preocupe, descuide no diré nada, pero he venido por Emily, ella tiene que comer.
Bill: Oh sí claro y muchas gracias.
X: De nada.
Cargue con cuidado a mi hija y se la entregué a la enfermera para que alimentara su pancita.
X: Puede pasar por ella cuando quiera, siempre y cuando este alimentada y limpia.
Bill: Muchas gracias.
La enfermera salió de la habitación, y volví a contemplar el cuerpo de la hermosa chica que aún reposaba en aquella cama sin tener noción que yo estaba sosteniendo su mano y mis sollozos regresaron.
Bill: ¿Amor? ¿Pequeña? Emily está bien, ya se la llevaron a comer.
Acariciaba su pelo mientras trataba de traerla de regreso a la vida, sabía que mis palabras no eran suficientes pero rogaba porque me escuchara y se levantara.
Alguien entró en la habitación porque sentí como su mano acariciaba mi espalda en forma de consuelo.
Tom: Bill todo saldrá bien te lo prometo.
Bill: Ay Tom! Me deje caer sobre él, en un fuerte abrazo el cual demostraba lo derrumbado que estaba, estas ansias me estaban torturando. Solo quería que todo fuera como antes, lleno de felicidad, amor y risas.
No sé cuánto tiempo paso, pero Tom poco a poco me fue soltando hasta volver a quedar sentado al borde de la cama.
Tom: Hermano, lamento tanto haberte mentido, pero al principio me pareció que esa decisión le correspondía solo a ______, entonces lo primero que pensé es que no podía dejarla sola, así que pues Liz y yo estuvimos pendiente de su embarazo todo el tiempo, lo peor vino cuando fuimos a Francia y ver cómo te derrumbabas por ella, mientras yo sabía la verdad, juro que en momentos pensé en decírtelo pero nuevamente me ganaba la cobardía, y para ser franco ya no quería hacerlo por miedo a tu odio, creí que tú podrías enamorarte de alguien más y en fin, cuando llegue de aquella presentación fue cuando me enteré que los papás de ______ ya sabía la verdad...
Bill: ¿Cuándo se enteraron los G's de esto?
Tom: Se los dije unos días antes de la presentación, ellos también decidieron callar por ______ así que para todos fue duro ese viaje.
No sabía qué camino tomar, pero estaba seguro que no odiaba a nadie, ni a Tom, ni a Georg, ni a Gustav ni siquiera a Elizabeth.
Supiere unas cuantas veces más y entonces dije.
Bill: Tom, hermano lo siento pero creo que yo jamás podré...
La cara de Tom automáticamente se entristeció y sabía que estaba siendo injusto con él, entonces volví a abrazarlo y le dije.
Bill: Tom, yo jamás podré odiarte hermano. Te perdonaré hoy y siempre porque para esos son los hermanos, para contarse cosas que nadie más sabe, mentir y callar por nuestro bien y sobre todo ayudarnos a salir de circunstancias difíciles, y te agradezco tanto que hayas cuidado de mi pequeña todo este tiempo al igual que de mi hija.
Tom me abrazo tan fuete que por un momento creí desmayarme.
Bill: ok, ok ya, me vas a asfixiar.
Tom: Ay Bill, no sabes lo mucho que te quiero tonto.
Bill: Sí que lo sé.
Volvimos abrazarnos y por primera vez después de mucho tiempo volví a sentir la hermandad que nos unía, fuimos, somos y seremos los mejores hermanos.
Nos separamos cuando escucharon nuestros nombres.
Liz: Bill, ¿Al fin nos has perdonado?
Bill: Jamás los odie ni nada, solo estaba demasiado molesto para perdonarlos, pero eso ya paso Liz.
Me dirigí ahora a ella y la abracé, estaba feliz de que esta hermosa chica, sea la mejor amiga de mi pequeña y que jamás la abandonaría.
Tom: Bien ese abrazo ya fue suficiente.
Bill: Ay Tom jaja, bueno al menos me haces reír un poco.
Tom: Oye, ¿No quieres comer?
Bill: No gracias, no tengo apetito.
Lizy: Eso me has dicho desde la mañana.
Bill: Es que es verdad. Oigan alguien podría ir por los G's?
Tom: Claro Bill, vamos Liz.
Liz: Ahorita volvemos.
Me di cuenta que no estaba solo, y todos me apoyaban, al igual me era más fácil soportar esta tristeza con personas que siempre han estado a mi lado.
Pero con todo y esto, el enorme hueco profundo y desgarrador en mi pecho seguía estando presente para recordarme lo mucho que echaba de menos a mi pequeña y que no estaba totalmente sano.
Sentía pequeñas punzadas en la cabeza, aunque no quería despegarme de ______, el dolor me estaba torturando, así que salí de la habitación y me encamine con la única persona que parecía amistosa en este hospital.
Bill: Hola de nuevo, oye podrías darme por favor algo para el dolor de cabeza, me está matando.
X: Hola nuevamente, me llamo Alliesson.
Bill: Hola mucho gusto soy Bill.
Alliesson: El gusto es mío, espera un momento ahorita regreso con tu pastilla.
Bill: Gracias.
Mientras esperaba que la chica volviera, dirigí mi mirada al interior de la incubadora, muchos bebes recién nacidos se encontraba ahí, sus rostros y sonrisas eran hermosas, pequeñas criaturitas que salían de su capullo, para formar parte de esta vida, de existir, ser y amar, el amor lo he es todo, la única cosa por la cual nos encontramos aquí, mientras mi mente divagaba en torno a estos pensamientos, Alliesson regresó con un vaso y una pastilla en la mano.
Bill: De verdad te lo agradezco mucho.
Alliesson: No es nada, descuida.
Estaba a punto de partir cuando ella volvió a llamarme.
Alliesson: Oye tu pequeña esta aún despierta quieres quedarte con ella...
Bill: Puedo quedarme con ella toda la noche?
Alliesson: mm no, solo hasta las 8. Pero aún tienes dos horas.
Bill: De acuerdo.
Volví a tomar a mi hija en brazos y entre a la habitación.
Acunaba a mi pequeña lentamente mientras canturreaba la canción que mamá usaba para dormirnos de pequeños...
ESTÁS LEYENDO
Un Sueño Inalcanzable
Fanfiction¿Y si tu sueño mas anhelado se convierte en realidad? Si por fin sus labios rozan suavemente los tuyos. Pero qué sucede si de un momento a otro, tienes que huir? Te das cuenta que ya no importas tu, si no aquella persona por la cual darías tu vida...