Un Sueño Inalcanzable

CAP. 70. NUESTRO NUEVO HOGAR.

Caminábamos fuera del hospital, este en el cual me encontré por larga estancia, a mi lado estaba el chico que con solo mirarme me quitaba el aliento, en mi regazo llevaba a mi hija, una pequeña e inofensiva criaturita que amaba más que a nada en el mundo.

Bill rodeaba mi cintura, mientras los chicos nos lanzaban miraditas supongo que de felicidad.

Entonces llegamos al estacionamiento.

Paula: Hija, nos vemos después, tanto tu padre como hermano necesitan descansar.

______: Y tú también mamá, claro, descansen, en verdad siento mucho que estén tan desvelados.

Paula: No nena, descuida. Bien hija después nos vemos.

Mi familia se despidió de nosotros, pero tenía una duda, bueno ahora Bill estaba aquí, pero ¿En dónde dormiríamos? Absolutamente no quería estar en mi casa con él, no.

Tom: ¿Bien y ahora qué?

Lizy: Vamos a comer, creo que Bill necesita alimentarse.

Gustav: Yo también lo necesito.

Georg: Si, vamos.

Y eso fue justamente lo que hicimos, nos subimos a la camioneta de Tom, recline mi cabeza en el hombro de Bill, mientras él acariciaba lentamente mi espalda.

Me sentía mal por todo esto, los cinco tenía una ojeras tan enormes que delataban su cansancio, sabía que sus fuerzas estaban escasas por la falta de sueño y aun que todos me trataban de maravilla y ocultaban su enorme pesadez, esto ha sido culpa mía.

Bajamos del automóvil, mientras nos encaminábamos a un restaurante. Entramos a este y yo la verdad no tenía apetito, sin embargo no iba a ser grosera, solo una poca porción y nada más.

Tomamos asiento y el mesero llegó en seguida.

X: Muy buenos días, ¿Qué desean ordenar?

Rápidamente los chicos comenzaron a pedir, note como el mesero anotaba precipitadamente en su lista, mientras dibujaba una mueca, pues los chicos seguían ordenando y al parecer muy deprisa.

Mi Emi seguía acunada en mi regazo, dormida en un sueño tan profundo que no quería moverme para no despertarla, pero su voz me saco de mis pensamientos.

Bill: ¿Amor?

______: ¿Humm?

Bill: ¿Qué vas a pedir?

______: Este ammm. Rayos no me había detenido a hojear el menú.

Escuche la hermosa risita de Bill, al percatarse que no tenía ni idea de que servían.

Bill: ¿Quieres ordenar lo mismo que yo pequeña?

______: Si, gracias amor.

Bill contuvo la risita que se avecinada y se giró para pedir a continuación nuestras órdenes.

Creo que tendré que comer más de lo previsto, pero en fin...

Después de un tiempo considerable, el mesero trajo consigo nuestros pedidos.

Los chicos rápidamente comenzaron a comer, hasta Lizy se le notaba lo hambrienta que estaba y una vez más me sentí culpable.

Tomaba pequeñas porciones para introducirlas a mi boca, pero me estaba costando mucho trabajo, pues todo el medicamento había producido que mi apetito se esfumara.

Los chicos ya habían terminado y yo apenas llevaba un poco menos de la mitad, pero a decir verdad ya no le entraba nada más a mi organismo.

Deje los cubiertos sobre la mesa, y sonríe ampliamente en señal de disculpa.