Un Sueño Inalcanzable

CAP. 77.

Narrador ______:

Hoy justamente se cumplían los 40 días, desde que desperté Bill ha estado ocupado, no sé qué se traía entre manos, pero sabía que algo tramaba. Estaba recostada jugando con Emi, por fin mi hija estaba despierta, la mayor parte del día se encontraba dormida.

______: Quién te quiere eh?

Ella me observaba y se reía. Era hermoso esto, mi hija era simplemente hermosa, la sonrisa peculiar de Bill estaba tan definida en ella.

______: Eres la bebe más hermosa de todas, muy hermosa.

______: Quién te quiere más que yo?

X: Yo.

Al escucharlo gire mi rostro, y le sonreí plácidamente. En realidad me encantaba que Bill amara tanto a nuestra hija, tanto o más que yo.

Bill: Y eso que estas despierta Emi? Preguntó mientras se acercaba a nuestro encuentro.

______: Lo sé, a mí también me pareció extraño. Creo que a partir de hoy sabremos qué es ser padres, lo rete con la mirada.

Bill: No, no, mejor a partir de mañana, hoy tengo otros planes.

Acercó sus labios a los míos, pero Emi comenzó a llorar.

______: En definitiva, alguien te quito tu lugar, le respondí burlesca.

Bill: Que va!

Volví a tomar a Emily en brazos y su boquita empezó a buscar a tiendas mi pecho.

Sin decir palabra Bill introdujo sus manos a mi espalda y desató mi sostén rápidamente.

______: Gracias. Gire para sonreírle.

Pegué a nuestra hija a mi pecho y su boquita atrapo mi pezón y comenzó a succionar leche.

Bill: No te duele pequeña? Preguntó con una mueca en su rostro.

______: Solo un poco descuida.

Si dolía algo, pero no podía quejarme, era parte de la grandiosa experiencia de ser madre.

Bill: Esta bien, tarde o temprano dejaras de amamantarla.

Yo solo asentí, no quería que eso pasara aún, los hijos crecen muy rápido, y yo quiero estar siempre con ella.

Cuando termine, sus manitas llamaron a Bill y este la cargo emocionado.

Bill: Hola pequeña!

______: ehh yo soy tu pequeña, hice un puchero en señal de celos y a la vez de diversión.

Bill: ohh lo siento Emi ya escuchaste a mamá, tú no puedes ser mi pequeña. Así que eres mi gigantesca.

Y comenzó a reírse.

Jugamos un rato con ella, hasta que sus ojitos se cerraron y la recosté en su cuna.

Debía de ser las cuatro y ya comenzaba a tener hambre.

______: Amor?

Bill: uhmm

______: No tienes hambre?

Bill: No, bueno si, pero mi hambre es otra. Sus labios se juntaron con los míos y comencé a introducir mi lengua en su boca. Su cuerpo quedo sutilmente arriba del mío. Ninguno de los dos hizo nada más, hasta que nuestras respiraciones se entrecortaron y terminamos nuestro beso.

Bill: Te tengo una sorpresa!

______: Qué es?

Bill: Creo que después de todo, aún no sabes qué es una sorpresa.