Prólogo.

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Me agaché con la caja de galletas para perros entre mis manos, inmediatamente la pelotita negra se acercó a mí moviendo su diminuta colita. Le di una galleta para después acariciar su cabeza e incorporarme de nuevo. Dejé el paquete sobre el mesón, tomé mi bolso y los portafolios que tenía acomodados.

– ¡Clarie, Hannah! – grité tomando las llaves de mi auto y caminando hacia la puerta del departamento. Ambas venían riendo y murmurando cosas que no alcanzaba a escuchar. – Muévanse, llegaré tarde.

Cerré la puerta detrás de mí, subí al asiento del conductor y tiré mis cosas a la par de Hannah en el asiento trasero. Nos puse en marcha para comenzar a adentrarnos en la concurrida ruta hacia el centro de Nueva York. Me desvié para dejar a las dos en la universidad, Clarie se acercó a mí y besó mi mejilla.

– No llegues tarde, mamá irá hoy a cenar al departamento. – me señaló con su dedo índice, asentí y ella bajó del auto.

Clarie había decidido quedarse conmigo, mamá había conseguido un departamento pequeño con no más de dos habitaciones, pero mi hermana dijo que estaba mejor con nosotras porque así tenía a Hannah para estudiar. Jane no demoró mucho en aceptar, le agrada la idea de vernos juntas.

Luego de unos minutos logré estacionar el auto, tomé mis cosas y me dirigí al edificio de edición, tener a Jay de jefe es un arma de doble filo, pero me agrada la idea de que Molly esté a cargo de diseño.

– ¡Buenos días! – Entré en la oficina de mi mejor amigo, Jay levantó la mirada y ladeó su sonrisa.

– Mira esto. – Me alcanzó el celular y le dio "play" al video, hice una mueca por la ternura que invadía la pantalla del teléfono.

Mi sobrino ha crecido demasiado y es completamente adorable, el video que Jay me está enseñando solo lo corrobora. Se ve donde está acostado en la cama y Hill le dice que le envíe un beso a Jay, Hanzel levantó su manito, sacó su lengüita un par de veces mientras intentaba fruncir el ceño, supongo que del otro lado de la toma se encontraba Hill explicándole como enviar un beso.

– Me robaré a ese niño cuando menos lo pienses. – Joshua comenzó a reír a carcajadas.

– Me lo vas a devolver apenas tengas que cambiarle los pañales. – se burló y guardó el celular en la bolsa de su pantalón.

Escuché la puerta de la oficina abrirse de golpe y varios pasos acercarse, no hizo falta que volteara a ver, puesto que sentí un brazo rodeando mi cintura y un beso baboso en mi mejilla.

– Ahora tendré que retocarme el maquillaje. – Me quejé con una mueca de asco. Mike rió roncamente.

– Amas mis besos babosos, pequeño ángel. – me dio un guiño por lo que escuché a Jay bufar.

– ¿A qué vienes a interrumpir en mi oficina? – preguntó Joshua cruzándose de brazos.

– ¿Qué les parece si salimos hoy? – fruncí el ceño, no estoy segura de la razón por lo que comencé a hacerle mente para recordar si era una fecha importante, pero nada llegó a mí. – Tenemos mucho de no salir, como en los viejos tiempos.

Ladeé mi cabeza y mordí mi labio inferior. Jay negó con su cabeza.

– Le prometí a Hill que haría la cena.

Sentí la mirada de Mike sobre mí e imité la acción de Josua.

– Mi madre irá a cenar al departamento y Clarie me amenazó.

Mike dio un bufido y rodó sus ojos.

– Odio que tengan sus vidas tan ocupadas.

– Sal con tu novia. – le contestó Jay abriendo la portátil.

– Debe cuidar a su hermana.

Golpeé el hombro de Mike y reí por lo bajo.

– La próxima semana salimos.

***

Terminé de poner la comida en la mesa, Hannah había salido con Nathan para aprovechar que aún no estaba en temporada de exámenes. Mamá se sentó al frente de mí y Clarie a su lado.

– ¿Cómo te está yendo en la universidad, pequeña? – volvió su vista a la pelinegra a su lado.

– Es genial. Solo el profesor de comunicación me tiene entre ojos. – hizo una mueca, aunque se terminó encogiendo de hombros.

– ¿Y el trabajo? – esta vez su vista estaba sobre mí. Ladeé mi sonrisa.

– No me quejo. – agrandé mi sonrisa.

Escuché dos toques en la puerta, fruncí el ceño y miré a Clarie.

– ¿Estás esperando a alguien? – pregunté mirándola, ella negó con su cabeza.

– ¿Alex no viene hoy? – devolvió la pregunta con su ceja enarcada.

Mamá aplaudió emocionada, creo que se emociona más que yo.

– No, tenía que cuidar a Lucy.

Me levanté aun con el ceño fruncido y me acerqué a la puerta, la abrí y enarqué mi ceja.

– ¿Elizabeth? – Miré al hombre algo confundida.

Escuché pasos acercarse a donde yo estaba.

– ¿Jane? – su tono cambió y sus ojos se abrieron al ver a mamá.

Vi los músculos de mi madre tensarse por lo que comprendí que tampoco lo esperaba.

– ¿Tú? ¿Qué diablos haces acá? – Jane habló bastante rápido. Me tomó del brazo para dejarme tras su cuerpo y apoyarse en la puerta con intenciones de cerrarla.

– Creo que necesitamos hablar. – Miré a Clarie, se encogió de hombros. – Los cuatro.

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Espero no arrepentirme de esto jajajajaja 

Sé que dije que no haría segunda temporada, pero he pensado que quedó mucho sin resolverse y temas que los extras no abarcarían, así que... Aquí estamos. 

Espero que les guste tanto como la primera. 

Besos. 

Atte. Nene. 

Recuperando El Pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora