Capítulo Cincuenta y cuatro.

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2 de julio, 2016.

Saqué el plato de la envoltura, lo limpié rápidamente y lo dejé en el estante aéreo, para repetir la rutina una vez más con los siguientes once platos de la vajilla nueva que Alex había insistido en comprar; ya que dijo que no dejaríamos a mi hermana y a Hannah sin nada en la casa, así que hemos tenido que comprar todo de nuevo. Lo bueno, es que la casa estaba amueblada, por lo que no debimos invertir en electrodomésticos extras. Vi la cabellera pelirroja pasar a mi lado con una caja entre sus manos, la dejó en el mesón de la cocina y comenzó a sacar lo que se encontraba dentro.

Se podría decir que Fran ha pasado la semana con nosotros, llega en la mañana y se va antes de que anochezca, estoy segura de que ningún trabajador social hace eso, pero ella nos ha dicho que la mejor manera de saber cómo es una persona es conociéndola, por lo que está trabajando; o por lo menos eso dice en la agencia. Es una chica realmente agradable, no hay manera de no reír cuando ella está cerca, tiene esa apariencia de chica ruda, pero no es más que la primera impresión.

Realmente, no nos está evaluando nuevamente, porque eso ya el trabajador social de antes lo había hecho y él nos había dado el certificado haciendo constar que somos capaces de cuidar, criar y mantener un hijo; así que Fran ha hecho algunas modificaciones a la información, por ejemplo, el cambio de vivienda; además, de que ha agregado observaciones que ha hecho en esta semana que ha pasado con nosotros. Lo que ella llama, anexos positivos. Matt y Brayan insistieron en entregar una carta de recomendación y dar una entrevista para nuestro expediente. Y decidimos repetir el proceso de capacitación, por si pasamos algo por alto la vez pasada, por lo que vamos a reuniones con personas que están en la misma situación de espera o con personas que ya han pasado por todo el proceso; es un poco frustrante, pero a la vez esperanzador.

Al mismo tiempo, Fran nos ha preguntado cómo imaginamos la familia, y es una pregunta sorprendentemente complicada de responder. Es decir, cualquiera podría describir cómo la imagina, pero hay que mantener una idea realista sobre lo que puede suceder. Cuando nos preguntó esto, nos cuestionó si solo nos imaginábamos con un bebé o si podríamos visualizarnos con un niño un poco más grande; si en la visión aparecía un niño o una niña, si era de la misma raza nuestra o del mismo país; y si era del mismo país, si del mismo estado; si habría alguna diferencia en la visión si el pequeño tuviera alguna diferencia ya fuera morfológica o psicológica a nosotros.

— ¿Alex logró el trabajo? — escuché la voz de la chica a mi lado, asentí rápidamente con mi cabeza.

— Comienza el lunes. — ladeé mi sonrisa.

Después de terminar de firmar los papeles de la compra de la casa, Alex decidió que hablaría con su jefe para preguntarle si había alguna plaza de trabajo en la empresa, una fija, sin el requisito de disponibilidad a viajes de último momento; y de no ser así, dijo que renunciaría y encontraría un trabajo en algún otro lugar, cosa que me sorprendió. Alex ha trabajado en esa empresa desde que se graduó, y subió de puesto cuando terminó la segunda carrera, pero nunca ha tenido una oficina, siempre ha trabajado desde el lugar donde se encuentre, a menos de que la situación lo necesite presente. Es decir, cuando la empresa necesita que él viaje al lugar donde se construirá el edificio que él ha diseñado o que ha ayudado a diseñar, él viaja y se asegura de que todo está a como él lo planeó; al igual con los diseños gráficos; de lo contrario hace su trabajo desde la casa, lo envía directamente a su jefe y listo. Pero para tener esa comodidad o libertad, como se vea mejor, tiene que estar disponible a viajes inesperados.

— Va a ser raro llegar a la casa y no verlo clavado en la computadora o en la tableta diseñando algo. — comenté con una mueca.

— ¿Entonces sí va a tener que aprender a trabajar en oficina? — preguntó divertida. Reí por lo bajo y asentí.

Recuperando El Pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora