Epílogo.

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24 de mayo, 2017.

No estoy segura de en qué momento acepté que pintaran limones en las paredes de la habitación del bebé, árboles de limones con limones enormes y amarillos; ni mucho menos, cuando dejé que las cortinas también tuvieran limones; pero después de un par de semanas de verlos todos los días he llegado a aceptarlos, lentamente.

El resto de la habitación mantiene tonos claros, porque obviamente los limones son lo suficientemente llamativos como para poner un sillón del mismo tono; gracias al cielo, no se les ocurrió. Mike llegó una mañana con un camión de mudanzas, entraron 3 hombres siendo guiados por él hasta el segundo piso, desempacaron todas las cajas y una hora más tarde el ejército que había arreglado la habitación de Noah estaba de nuevo en la casa. Al día siguiente los muebles estaban armados y puestos en su lugar; Mike había comprado una cuna en un material que asemejaba al vidrio, pero no lo era; hasta la fecha sigo preguntándome por qué compró una cuna que no se puede convertir en cama cuando sea necesario, a lo que él me respondió: "Yo le compraré la cama, para eso seré el padrino", luego me guiñó y me sacó de la habitación. Frente a la cuna habían colocado un sofá individual en tonos cremas y un descansa pies del mismo color, a un costado estaba la mesa del cambiador con todo lo necesario para tan desagradable acción, y el armario alto y ancho de tono crema se encontraba al otro lado del espacio; como era de esperar, me negué a un baby shower, así que hace un par de semanas todos decidieron que pediríamos algo de comer aquí, celebraríamos entre nosotros y trajeron sus presentes, por lo que el armario está lleno de pequeña ropa de bebé en tonos neutros, puesto que no hemos revelado el sexo del bebé... por lo menos yo no, pero estoy segura de que Alex no pudo mantenerse callado por tanto tiempo y terminó esparciendo el rumor.

Por irónico que suene, la que menos ha hecho en esta habitación soy yo. En el momento en que la noticia salió a la luz la noche de navidad, perdí mi libertad; ahora con mucha suerte puedo ir sola al servicio sanitario, aunque claro, si demoro mucho tiempo entran a ver si estoy bien. Desde ese día me enviaron a hacer reposo a la casa, me prohibieron alzar a Noah o levantar objetos de cualquier tipo, me quitaron las llaves de mi auto y las escondieron en no sé dónde; la lista era tan exagerada que ni siquiera escuché lo demás, lo que sí sé es que si intento hacer algo que no quieren que haga, alguno se ofrece voluntariamente a hacerlo, por lo que se podría decir que me he aprovechado desmesuradamente y sin ningún tipo de sutileza.

Sacudí mi cabeza al notar al pequeño rubio entrar a la habitación con uno de sus peluches favoritos, caminó como si yo no estuviera en el lugar, se acercó a la gran caja de madera con rayas doradas y turquesas, se puso de puntillas y estiró el brazo para poder dejar caer el peluche dentro de la caja, junto a la tonelada de animales de felpa que le habían comprado al bebé. Me acerqué a él sin hacer ningún tipo de sonido, me incliné para rodear su torso con mis brazos y acercarlo hasta donde mi barriga me dejaba; Noah soltó un chillido de sorpresa y se volteó rápidamente hacia mí para darme una sonrisa inocente. Tiré de él hasta el sofá, me senté y lo subí a mi regazo, con cuidado de que no me golpeara.

— ¿Le vas a regalar ese peluche al bebé? — los pequeños ojos grises del niño me devolvieron la mirada antes de asentir. — Vale, pero déjate algunos juguetes para ti; luego los pueden compartir.

Noah bajó su mirada a la barriga que se escondía tras el vestido celeste desteñido que andaba puesto, un vestido que Naomi sacó del ático de su casa junto a un montón de ropa maternal que ella había usado, mucha ropa de finales de los 80s, pero logré enviar a arreglar muchas de esas prendas. El rubio ladeó su cabeza, se inclinó hasta poder acomodar su oreja y manito en mi abdomen, dejando caricias mientras le hablaba al bebé esperando que se moviera como respuesta. Se mantuvo en esa posición por un par de minutos, pero al no recibir ningún movimiento a cambio se incorporó con el ceño fruncido.

Recuperando El Pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora