Capítulo Sesenta y Uno.

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28 de julio, 2016.

— ¿De verdad no crees que esto es una jodida locura? — pregunté mirando a Alex, estaba de espaldas a mí entregando las maletas y los tiquetes de abordajes, senté a Noah sobre la caja transportadora de Leia y le entregué el paquete de galletas que venía comiendo en el taxi.

— Deja de preocuparte, pequeño ángel. — sentí un brazo rodear mis hombros, Noah levantó su mirada y la clavó en el castaño a mi lado. — Van a ser unas vacaciones de pu... — interrumpí su frase con un codazo al estómago, Mike se inclinó hacia adelante intentando retomar el aire, Noah soltó la carcajada haciéndome reír por lo bajo. — ¿Me agredes por decir una mala palabra, pero no te importa enseñarle a agredir a los demás? — dijo entrecerrando sus ojos hacia mí antes de volver a ver al rubio que mantenía su sonrisa divertida. — No aprendas eso, prefiero que digas malas palabras a que andes golpeando a todo el mundo. — él pequeño asintió a las palabras de Mike.

Hannah se acercó con la correa de visto en su mano y el perro detrás de ella, con su típico paso vago y su expresión de pocos amigos, Noah saltó de la caja transportadora para acercarse a la chica y robar la correa para volver a mi lado con el pobre Visto siendo arrastrado por el rubio. Alex se acercó con los pasaportes de nosotros y los pasajes entre las hojas del pequeño libro.

— Llama a tu madre, solo faltan ellos dos. — asentí con mi cabeza.

— Ya lo intenté, me envía al buzón de voz y el teléfono de mi padre está apagado. — me encogí de hombros. — Quizás las vacaciones no van a ser tan malas a final de cuentas. — susurré más para mí que para los demás, pero me gané una mirada desaprobatoria de parte de Alex y Scar.

Detrás de ellos, en las sillas de espera, estaban los demás; se podría decir que un tercio del avión se llenó por nosotros. Desde la semana pasada hemos presentado a Noah a la familia, después de que aceptara a los Jones y sobreviviera a Lucy, salimos con Clarie al día siguiente y en esa misma salida fue imposible que Hannah y Nathan no aparecieran; ese sábado decidimos que era momento de presentarlo a mi madre... bueno, Alex lo decidió; justo como lo pensaba, Noah amó pasar tiempo con mi padre y arrugó su nariz cada vez que mi madre le habló. El siguiente en conocerlo fue Matt, salimos y se lo ganó con su helado favorito, esa misma tarde se enfrentó a Mike y Scar, sorpresivamente le agradaron. Por último, amó a Hansel, Hill lo acomodó en las piernitas del rubio y ahí se quedó, observándolo por minutos, aferrándose a él para evitar que el bebé de casi un año se le cayera.

Negué con mi cabeza al ver a Lucy haciendo un berrinche ante Emma, la rubia enarcó una ceja y colocó sus manos en su cintura, optando por la pose internacionalmente reconocida. Lucy la imitó, sin intimidarse; Kyle soltó un suspiro antes de hablarle a Lucy, aunque no escuché lo que estaba diciendo.

— Ahí está tu madre... — sacudí mi cabeza al escuchar la voz de Alex de nuevo, giré mi cabeza y solté un respiro pesado al ver a mi padre cargando dos maletas enormes más el bolso de mi madre, y Jane caminando en nuestra dirección. Noah evadió el beso baboso de mi madre y corrió hasta chocas con las piernas de Edmund; Jay se acercó a mi padre para ayudarle con las maletas y apresurar el proceso de facturación.

Sí... será un fin de semana largo...

***

— ¿Te quieres cambiar, Noah? — pregunté al sentir el cambio de temperatura. Es decir, Nueva York en este tiempo tiende a ser un horno de cocimiento lento, pero California tiene esa característica todo el año, además de que la casa que rentamos está a diez metros del mar, por lo que la humedad es mil veces mayor.

El pequeño asintió con su cabeza sin quitar la mueca de desagrado de su rostro, reí por lo bajo antes de acercarme a su pequeña maleta y subirla a la que sería la cama de Alex y mía, al lado de esta se encontraba una individual para Noah.

Recuperando El Pasado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora