Recuperando El Pasado.

Capítulo Cincuenta y siete.

13 julio, 2016.

Reí por lo bajo por el mensaje de texto que Alex me había enviado, devolví mi atención a la pantalla de la computadora, releí las últimas líneas del correo que estaba respondiendo, ladeé mi cabeza y tecleé el punto final en el párrafo. Esto de rechazar un manuscrito no es lo mío, es decir, cuando realmente es malo, me da igual, pero este tiene algo que me llama atención, pero según Joshua, la editorial está muy cargada como para aceptar un manuscrito más por el momento. Cliqueé en enviar y la página cargó de nuevo dejándome ver mi bandeja de entrada, rodé mis ojos al ver un correo nuevo de parte de Jay solicitando avances en los tres libros que estaba revisando; lo envié a la carpeta de spam y cerré la pestaña del internet.

Estiré mi mano para tomar el celular y responder al mensaje, aunque en ese momento entró una llamada, fruncí el ceño, pero terminé aceptándola.

— ¿Lauren? — escuché del otro lado de la línea.

— ¿Pasa algo? — pregunté inmediatamente. La escuché reír por lo bajo, haciendo que me relajara un poco.

— Te tengo una notica realmente buena. — vi la puerta de la habitación abrirse y a Leia entrar moviendo su colita, se acercó al borde de la cama para subir sus patas delanteras e impulsarse, de un salto cayó en el colchón, dio tres vueltas y se echó. — Decidieron darles la custodia temporal de Noah. — abrí mis ojos a más no poder. — Son unas semanas con ustedes para saber si de verdad van a funcionar juntos. — llevé mi mano a mi boca ahogando el chillido de emoción. — ¿Sigues ahí? — preguntó después de un par de segundos en silencio.

Asentí rápidamente como si pudiera verme.

— Sigo aquí. — contesté dejando la computadora a un lado para poder incorporarme. — ¿Cuándo... — intenté preguntar, aunque aún estaba lo suficientemente sorprendida como para terminar de formular la interrogativa.

— De hecho, iba a disculparme por llamar tan tarde, pero acabo de ver el correo y no pude esperar a avisarles. También, intenté llamar a Alex, pero no me contestó. — asentí de nuevo esperando que respondiera a mi pregunta. — Los Davis irán a dejarlo a su casa este sábado, — miré el calendario de la pared y abrí mis ojos, sorprendida. — normalmente avisan con más tiempo, pero al parecer los Davis están completamente seguros de que no habrá problemas.

— Dos días... — solté sin quitarle la mirada al calendario.

— ¿Hay algún problema? — negué inmediatamente.

— No, no, no... — dije negando con mi cabeza. — Debo comprar algunas cosas, ¿crees que haya alguna tienda abierta en este momento? ¿Podrías darme una lista de qué tengo que comprar? No habíamos comprado nada porque no sabíamos siquiera si íbamos a ser aceptados. — hablé rápidamente.

— Respira, cariño. — escuché la burla en su tono de voz. — Te enviaré una lista de lo realmente necesario. Las tiendas en el centro abren entre las siete y las ocho de la mañana; además, entregan el pedido a la casa, tu solo vas y eliges qué quieres. — asentí anotando las horas en la palma de mi mano. — ¿Alex sigue fuera del país? — volví a asentir.

— Debo decirle... — liberé la presión que mantenía al celular entre mi hombro y mi cabeza, haciendo que cayera en mi pierna, sacudí rápidamente mi cabeza y lo retomé. — Envíame la lista, llamaré a Alex. ¡Gracias!

Terminé la llamada para entrar a la agenda de contactos y presionar el nombre del castaño, di en la opción de llamada y coloqué el celular de vuelta en mi oreja, escuché tres timbrazos antes de la voz adormilada de Alex. Hice una mueca al recordar el cambio de horario.