10 de mayo, 2016.
Sacramento, California. Un año y un mes después. A decir verdad, no hay gran cambio, los edificios siguen en su lugar, las carreteras cada vez más llenas, más personas en las calles... Apagué el cigarro y me volteé para ver al castaño que aún no decidía si hoy es un hoy para usar verde o azul, rodé mis ojos al verlo sosteniendo las dos camisas en lo alto.
— ¡Joder, Michael! — chillé estresada. — Elige una jodida camisa, verás a tu ex, no a un ángel de la Victoria. — él me fulminó con su mirada y terminó tomando la camisa azul, ladeé mi sonrisa victoriosa antes de entrar en la habitación y cerrar la puerta del balcón. — Tienes una noche y — miré mi reloj. — cuatro horas de estar aquí, — tomé un calcetín e hice una mueca de asco. — ¿cómo demonios puedes hacer un desorden de esta magnitud en catorce horas?
Él terminó de abotonar su camisa para levantar la mirada y pasarla a mí.
— Oh cariño, tú sabes de lo que soy capaz en menos tiempo. — comentó coqueto. Ladeé mi cabeza y asentí.
— Siempre y cuando no tengas exceso de alcohol en tu cuerpo, cariño. — contesté divertida. Mike enarcó una ceja hacia mí. — Recuerdo un par de veces en las que tu mente estaba funcionando, pero tu cuerpo estaba en huelga... — sus ojos se abrieron a más no poder. — Ni dándote una descarga eléctrica funcionaba Mini Mike, fue realmente...
Se acercó a mí para tapar mi boca con su mano, interrumpiendo por completo mi frase.
— Habíamos acordado que eso había quedado en el pasado. — asentí. Él entrecerró sus ojos y quitó su mano lentamente.
— Fue una completa decepción, — me apresuré a terminar la frase. — completamente vergonzoso. ¿Sabes qué fue lo peor? — lo escuché dar un bufido. — Solo decías: "Oh, no funciona" y te dormías. — intenté imitar su voz tratando de no reír.
— ¿Acabaste de fastidiarme? — tomó su chaqueta y las llaves de su habitación.
Asentí antes de colgar mi bolso de mi hombro. Lo seguí fuera de la habitación, en completo silencio; ladeé mi sonrisa malévola al percatarme de la presencia de las mucamas en el pasadizo. Aclaré mi garganta ganándome la atención del castaño, me dio una mirada fulminante y negó con su cabeza.
— ¡Hola! — saludé a la pelirroja que estaba recostada al carrito de limpieza. — ¿De casualidad sabes algún remedio para la — me acerqué más a ella. — falta de emoción? — pregunté cómo susurro, pero lo suficientemente alto para que Mike escuchara. — He intentado todo y es como si viera un pedazo de plástico, las cosas simplemente no se emocionan... — sentí una mano tomando mi brazo y tirando de mí. — ¡Pero, cariño! Quizás ellas sepan, es normal, no te avergüences. — Mike siguió con su camino sin soltar el agarre de mi brazo. — ¡Gracias, chicas! ¡Si mejora les aviso!
Esperó a que las puertas del elevador se cerraran para liberar mi brazo, lo escuché respirar fuertemente, tomó aire un par de veces antes de bajar su mirada y pasarla hacia mí. Mordí mi labio inferior intentando reprimir la carcajada que estaba a segundos de ser escupida.
— Vale... pasé el límite. — comenté aún intentando no reír. Él se encogió de hombros.
— Estoy seguro de que cuando vuelva a la habitación tendré un par de números de teléfono con ofertas. — ladeó su sonrisa divertida. — En ocasiones no es el sistema el que falla, es el operador, cariño. — rodé mis ojos y las puertas se abrieron de nuevo, atravesamos la recepción del hotel y esperamos que llegara el chofer que Mike había contratado.
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Recuperando El Pasado.
General FictionUn pasado intenso. Un presente comprometedor. Un futuro sorpresa. Un individuo inesperado. Una reacción confusa. Una explicación nueva. Conoce la mitad de la verdad escondida, vive el misterio y descubre el secreto completo. +++...