Disclaimer: KHR! no es mío es de Akira Amano-sensei (sería hermoso que tuviera los derechos de autor, pero me conformo con poder escribir este humilde fic).
Nota de la autora: Hola, aqui con la continuación. Eto, pues no se me ocurre que mas decir, solo puedo darles las gracias por leer este fic. Por cierto Lambo, no es un niño XD
Advertencias: Perdonen mis errores de dedo (como siempre) y no podía faltar como siempre mi título (spoiler) del capítulo, sin más que decir a disfrutar el capítulo...
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Capítulo IV: Namimori-chuu
La ciudad de Namimori era vigilada, protegida y de vez en cuando amenazada por la atenta mirada azul grisácea perteneciente a Hibari Kyoya el líder del escuadrón disciplinario de la escuela Secundaria Namimori, aquel típico adolescente solo tenía una ideología en mente "el mundo es de los carnívoros", y sin duda alguna el mundo estaba lleno de herbívoros. Por eso él lo tenía claro, él debía "morder a los herbívoros que se comportaban de manera estúpida y tonta".
En su amada escuela, todo transcurría de manera tranquila y pacífica, era la hora del almuerzo y eso solo significaba una cosa "herbívoros revoloteando por su amada Namimori-chuu causando desastres", por lo tanto tendría que revisar que no causaran daños en su territorio.
A primera instancia observó desde la azotea del edificio de la secundaria a Sasagawa Ryohei el actual capitán del club de boxeo, correr por la pista de atletismo mientras gritaba "Al extremo", sin duda era el típico herbívoro ruidoso, y por ello "kamikorosu". Claro esos eran sus pensamientos hasta antes de escuchar lo que claramente era el cristal de una ventana rompiéndose, de inmediato diviso a Yamamoto Takeshi, un alumno de primer año, el que de manera inmediata se había ganado el título de "la estrella de beisbol de Namimori". Sin duda alguna tendría que "kamikorosu" a Yamamoto Takeshi por destruir su propiedad.
Rápidamente Hibari, se dirigió hacia donde se encontraba el causante de daños a la propiedad.
— Yamamoto Takeshi. —Dijo el líder del consejo disciplinario.
— Ma, Hibari. —Dijo el azabache, amablemente, sin duda alguna sintió el aura hostil de Hibari.
— Kamikorosu, por destruir propiedad de la escuela.
De manera instantánea Hibari saco un par de tonfas, mientras Yamamoto seguía sonriendo, Hibari iba a lanzar un claro golpe con sus tonfas el cual fue detenido por el bate, que Yamamoto sostenía en las manos.
— Oe, Hibari ¿Qué clase de saludo es ese? —pregunto Yamamoto con su típica sonrisa.
— No es ningún saludo herbívoro, voy a morderte hasta la muerte. —Aseguro Hibari de manera mordaz.
Solo entonces Yamamoto, comprendió que Hibari no estaba jugando, y bueno él no se iba a dejar intimidar, conocía la fama de Hibari Kyoya, y quien no conocía al protector de Namimori, cuando de pronto aquel par fue interrumpido por la voz de un tercero.
— Disculpen, estoy buscando la secundaria Kokuyo. Al parecer me perdí. —Dijo el joven de cabellos negros semi rizados y ojos verdes.
— ¿Tu quién demonios eres herbívoro? —pregunto Hibari.
— Mi nombre es Lambo, y estoy buscando la secundaria de Kokuyo.
— Pues, vaya amiguito te equivocaste de cuidad, esta es la ciudad Namimori, la ciudad de Kokuyo se encuentra hacia el norte.
— ¡Estúpido Gokudera!, me dio mal la dirección. —Siseo el adolescente de cabellos negros.
— ¿para qué quieres ir a la secundaria de Kokuyo? —se aventuró a preguntar Yamamoto.
— Acabo de ser transferido a esa escuela, pero tal parece que no llegare el día de hoy, bueno supongo que tomare el resto del día libre. —Fue lo que respondió Lambo mientras bostezaba.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Mientras tanto en la Secundaria de Kokuyo, las chicas gritaban de la emoción al ver al nuevo alumno de intercambio, sus cabellos plateados, ojos de color verde que resaltaban con su piel clara, el nuevo alumno solo soltó un claro bufido de fastidio al ver a sus nuevos compañeros de clase, lo que ocasiono que las chicas se aún más alborotaran y comenzaran a lanzar suspiros, Tsuna miraba al nuevo alumno, pero de inmediato apartó su mirada ya que al parecer el nuevo alumno le había lanzado una mirada hostil.
El profesor, le indico a Gokudera que tomara asiento en alguno de los lugares que se encontraban libres, aunque este último ignoro de marea olímpica las instrucciones del profesor, de esa manera Gokudera camino hacia la fila en la que se encontraba sentado Tsuna.
— ¡Quítate! —fue lo que le dijo Gokudera al chico que se encontraba sentado detrás de Sawada.
— Ehhh... —fue lo que pronuncio el alumno desorientado ante la pregunta del chico de cabellos plateados.
— He dicho que te apartes de mí lugar. —Ordeno Gokudera molesto, el chico solo recogió de manera apresurada sus cosas desocupando el asiento.
— La clase entera no dijo nada, Tsuna por su parte sintió un aura asesina dirigida hacia su persona que provenía del nuevo alumno, durante prácticamente todo el transcurso del día sintió el aura hostil en contra de su persona, como era posible que Gokudera lo odiara, si ni siquiera había hablado con el susodicho.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Regresando a la Secundaria de la cuidad de Namimori... Hibari miraba molesto al sujeto con vestimenta de vaca.
— Qué clase de estudiante eres, por eso la Secundaria de Kokuyo es un lugar donde solo asisten. Kamikorosu. —Dijo con su usual voz calmada.
— Ma, ma Hibari, deberías relajarte, además este amiguito tiene razón para cuando llegue a su secundaria, las clases ya habrán terminado.
— Si además, no me interesa pelear. —Dijo Lambo— además tengo que ir a buscar el lugar donde se encuentra ese sádico. Bueno espero no haberles robado mucho tiempo, ciao.
— Adiós amiguito. —Se despido Yamamoto.
Lambo se disponía a irse cuando, sintió el choque de algo metálico contra su mejilla. Cuando lo que le había ocasionado aquel dolor, vio al chico de mirada metálica sonriendo.
— Herbívoro, si te vuelvo a ver en mi cuidad kamikorosu.
ESTÁS LEYENDO
KOKUYO SCHOOL
FanfictionSawada Tsunayoshi, se encuentra desesperado, ¿Por qué? Fácil Tsuna, ha reprobado todos y cada uno de los exámenes de admisión para la escuela secundaria, desesperado y al borde de un colapso nervioso no le queda más opción que aceptar, asistir a la...