Reunión

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Disclaimer: KHR!, no es mio. Sería bellos y hermosos que sus personajes fueran míos, pero toda la propiedad y creación de personajes es trabajo y autoría de Akira Amano-sensei. yo solo tomo prestados a los mencionados personajes, para poder escribir el fic.

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Capítulo LII: Reunión

Base de la familia Millefiore, 10 años en el futuro...

Byakuran miraba el monitor de su pantalla, era aburrido esperar a que todo se diera de acuerdo a sus planes, pero eso era lo divertido. El desafío que representaba —Rokudo Tsunayoshi—. Ahora que lo pensaba sería divertido decirle esta información al Tsunayoshi adolescente.

Aún quedaban afinar algunos detalles, para obtener los anillos Vongola. Claro que eventualmente los anillos serían suyos. No sería divertido si no era capaz de ir sembrando un poco de ilusión en sus adversarios, aun lo inquietaba la mentalidad de Rokudo Tsunayoshi, durante un segundo dudó en enviarlo al pasado. Solo le quedaba vencer a su versión joven e ingenua.

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Base de la familia Vongola, 10 años en el futuro...

Gokudera lucia fastidiado, malditas cajas armas. Aún no era capaz de manipularlas las malditas cajas y eso lo estaba sacando de quicio. De pronto observó que el Yamamoto adulto lo miraba con aquella estúpida cara divertida.

— Gokudera, deberías calmarte —sugirió el adulto.

— Tsk... imbécil —gruñó el menor—, ¿como carajos podría calmarme si Juudaime está secuestrado en la base enemiga?... se supone que somos sus guardianes, ya deberíamos estar planeando como recatar a Juudaime.

— Gokudera, precipitarse no solucionara las cosas. Además, de momento tanto Lambo como tu aun están aprendiendo a utilizar las cajas armas. Mukuro, está viendo la parte táctica, y Hibari está investigando algunos detalles. Recuerda Gokudera que tu eres el guardián de la tormenta, todas tus decisiones son tomadas y editadas antes de lanzarte a atacar fieramente.

El menor observó el semblante serio de Yamamoto. Le inspiraba confianza, pero aun asi seguia siendo un idiota.

— En el pasado...

— ¿Que ocurre en el pasado? —inquirió el mayor curioso.

— Tú... olvídalo...

— A veces eres tan terco y necio —comentó el mayor.

Obviamente el de ojos verdes le dedicó una mirada de odio al guardián de la lluvia.

De pronto entró Lambo. Caminando de forma pesada.

— Oh, supongo que ya terminaste de entrenar con senpai —dedujo Takeshi.

— Algo así —respondió de forma cansina el chico de cabellos rizados—. Tsuna estará bien.

— Es Tsuna, debe estarlo —aseguró Takeshi.

Por la puerta entró Mukuro, lucía bastante fastidiado.

— Aún no ha llegado la alondra —bufo para sí mismo Rokudo.

— No de hecho no responde —comentó Ryohei, quien venía caminando detrás del ilusionista.

— ¿Ocurrió algo? —inquirió Takeshi.

— Sí, necesito algunos detalles de Ave-kun.

— ¿Qué detalles?

— Los que no nos dijo, Tsunayoshi-kun.

La mirada del guardián del sol y de la lluvia se mostró pensativa.

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