Rumbo a Mafia Land

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Capítulo XV: Rumbo a Mafia Land

Definitivamente ser una persona normal era algo que no encajaba en lo mínimo con la personalidad y forma de comportarse de Reborn, era el mejor hitman del mundo, tenía la confianza plena del Noveno Vongola al grado de que le encomendara la misión de entrenar al candidato para Decimo. Pero Reborn era alguien que pensaba de manera muy peculiar. Un toque de sádico era la mejor forma en la que Tsuna lo describirá, Gokudera simplemente pensaba en que el hombre de fedora era respetable y admirable, si le preguntáramos a Yamamoto el simplemente sonreiría y diría "Ese sujeto es divertido", y si le preguntaras a Lambo el diría la palabra "Despiadado ser sin corazón". Por su parte Mukuro pensaba que el ex-arcobaleno era engañoso, Ryohei solo diría "Él es extremo" mientras asentía con la cabeza. Y por último Hibari pronunciaría "Carnívoro".

Esa fue la conclusión a la que llegarían esos siete jóvenes si no estuvieran encerrados en una caja grande de madera que decía en el exterior "Frágil". Y como es que se encontraban en esa precaria situación, era incluso tonto preguntar cuando el origen de todos sus males era un hombre con fedora y traje, lo último que recordaba Tsuna es que ese día Reborn le dijo: — nos vamos hoy —aseguro el hitman mientras convertía a León en una pistola. De inmediato Hibari saco su siempre confiable par de tonfas.

— Yo no sigo a herbívoros —aseguro el joven de las tonfas— ¡Te morderé hasta la muerte!

— Chaos, Hibari... No soy un herbívoro —y sin previo aviso Reborn le disparo en frente de todos a Hibari.

— HIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, Reborn no puedes ir matando a las personas —grito asustado el castaño.

— Por eso eres un dame —dijo Reborn mientras sonreía y apunto su arma a Sawada— esto solo te hará dormir un rato.

— De inmediato Tsuna se desplomo al ser alcanzado por la bala.

— Oya, oya... Arcobaleno no crees que estas exagerando.

— Así que tú eres el nuevo voluntario —y sin más Reborn le disparo a Rokudo.

— Fiuuuuu —chiflo Yamamoto al ver a los tres que dormían en el piso— ahora ¿a qué estamos jugando? —pregunto animado.

— Al secuestro —contestó el hitman.

— Reborn-san, ¿Juudaime se encuentra bien?

— Si no hay de que preocuparse Gokudera, de hecho solo planeaba dejar a Hibari y a Mukuro fuera de combate ese par es problemático, y no creo que mi dame-alumno aun sea capaz de manejar a esos dos.

— ¡Eso fue extremo! —exclamo Ryohei.

— Bueno, ya que están inconscientes cárguenlos y síganme— ordeno Reborn.

— Yo cargo a Juudaime —de inmediato se ofreció Gokudera.

— Yo solo les daré mi apoyo —dijo perezosamente Lambo.

— Supongo que yo cargo a Hibari.

— ¡AL EXTREMO!, cargare a esos dos —grito Ryohei mientras señalaba a Hibari y a Rokudo.

— Senpai, deje que lo ayude con uno —sugirió de inmediato Yamamoto.

— No te preocupes Yamamoto yo puedo con ellos —contestó emocionado el boxeador.

Ryohei, se hecho en el hombre derecho a Hibari y en el izquierdo a Mukuro, los cargaba como si se tratara de simples costales de papas, Reborn iba caminando delante de ellos, después venia el boxeador, Yamamoto iba cerca de Sasagawa en caso de que no pudiera con el peso de Hibari y Mukuro, Gokudera cargaba sobre su espalda a Tsuna y por ultimo estaba Lambo quien caminaba con una banderilla que tenía escrito "animo". Se detuvieron cuando llegaron al estacionamiento, en donde estaba una camioneta negra con el escudo de Vongola.

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