One Love ❤️

Capítulo 10

  Camila's POV

Después de cerrar contratos con el señor Bruce salí disparada hasta el estacionamiento dónde Ed me estaba esperande dentro de la camioneta. Tenía que ver a Selena y  platicar con ella por todo lo que había pasado ayer, ella besándose con Justin, y yo besándome con Lauren, era una completa locura. Pero la chica de ojos verdes seguía en mi pensamiento.

  Texteé en el camino a Selena que respondió que llegaba en 10 minutos.

-Gracias Ed, ¿puedes regresar la camioneta a la empresa? La recogeré el Lunes- me bajé y le dediqué una sonrisa.

-Como usted guste señorita Cabello- me sonrió y arrancó.

   Sofía iba a pasar el fin de semana con mis primos, por eso no me preocupaba por ella, sabía cuánto la querían y la cuidarían bien. Mi madre... Era otro caso, probablemente no regresaría hasta el Lunes en la noche y lo peor de todo es que no tenemos alguna pista de dónde pueda estar todos los fines de semana.

   Selena casi tocó enseguida, apenas había dejado mi abrigo en el perchero y mi bolsa en la barra de la cocina. No hizo falta saludarnos, hablábamos diario en nuestros tiempos libres, se acomodó en un banco cerca de la barra y me dirigí hacia el refrigerador para sacar cafés fríos. Le tendí uno y me sonrió.

-¿Hawaiana o Peperoni?- saqué mi iPhone y marqué a la pizzería.

-Ambas - dijo Selena y rodeé los ojos en blanco.

   Después de colgar estaba sentada frente a Selena en la barra.

-¿Por qué lo hiciste?- solté.

-Sabes que lo sigo queriendo Camila...- se escudó.

-Lo sé, pero entre ustedes se hacen daño, no pueden seguir así- era verdad, Justin y Selena llevaban una relación tóxica, chocaban más que un chico ebrio aprendiendo a manejar.

-Ya lo sé, no era mi intención besarlo, iba al baño y choqué con él. - se quedó pensando como si recordara el momento. -Por cierto, ¿tú donde estabas?

-Me desmayé, tuve un sueño en donde Lauren y Demi se peleaban por mí y Lauren me besaba...- recordé  toda la escena y me pareció increíble.

-¿Te desmayaste? ¿A qué hora?-

-No era tan noche, pero desperté en el baño con Lauren y Normani. Después Normani se fue y me quedé sola con Lauren...- pausé un momento y continúe- Nos besamos Selena...

   Ella me miró atónita y después sonrió, ¿por qué estaba sonriendo?

-Pero eso no quedó ahí, cuéntame lo demás...- me conocía a la perfección.

-No lo sé, sentí una conexión con ella, es estúpido decirlo pero es la verdad. Y hoy me entrevistó para la revista del Times Square y nos volvimos a besar, varias veces...- suspiré recordando a Lauren tomarme por la cintura.

-Camila... No te veía así desde Emily- se terminó su café y lo tiró a la basura.

  Mi mente recordó a Emily, éramos compañeras en la secundaria, fuimos mejores amigas hasta que ambas nos enamoramos una de la otra, todo era perfecto, hasta que ella se tuvo que mudar a España, tuvimos contacto pocos meses pero después nada. Sólo quedaba el recuerdo de que alguna vez estuvimos juntas.

  La pizza llegó y tanto Selena como yo nos pusimos a comer en el comedor, la mesa de vidrio para 10 personas, se veía tan vacía solo con Selena y yo comiendo, pero aún olía a limpio, así que probablemente Hanna acababa de limpiar allí.

-¿Y qué vas a hacer?- me dijo Selena entre bocados.

-No te he contado la mejor parte- miré mi trozo de pizza e inspiré profundo- Es la hija del señor Jauregui...-

   Selena abrió los ojos como platos y empezó a ladear la cabeza de un lado a otro.

-¿Te enamoraste de la hija de tu vicepresidente?- se estaba riendo.

-No me enamoré- puntualicé.

-Yo diría que sí...- me sonrió.

   El resto de la tarde me la pasé con Selena viendo series, películas, escuchando música, platicando del tema de Lauren y de Justin, se quedó a dormir en mi casa, estábamos preparando la cena cuando mi celular sonó.

-Cállate es Lauren- le aventé una cuchara y ella se quedó callada.

-Camila...- suspiró- Mañana a las 12 del día, ¿puedes? - su voz se escuchaba fría.

-Sí, supongo que será en las oficinas de la revista ¿no?-

-Exacto, nos vemos- y colgó.

  Me quedé pegada a el teléfono unos segundos más pensando en qué había sucedido.

-¿Y bien? ¿Verás mañana a tu enamorada?- sacó otro hot cake del sartén y lo apilo en el plato junto con los demás.

-Mañana a las 12 en el Times Square... ¿Me acompañas?- sugerí.

-Claro, no tengo nada que hacer- sacó el último hot cake y nos sentamos en la mesa.

-No me importa si es hija del vicepresidente, estaré con ella, nos llevamos genial...- le dije mientras comía un hot cake.

-Brindemos por eso...- subió en su mano un vaso de leche y yo me reí mientras lo chocaba con el mío lleno de chocolate.

   Terminamos quedándonos en la sala de cine mientras veíamos The Notebook.

-----------------------------------

  A la mañana siguiente Selena no estaba junto a mí, la busqué en los cuartos de invitados y nada, en la sala de juegos, en la cocina, en la sala y no estaba. Entré a mi habitación y escuché la regadera.

-Selena, ¿necesitas algo?- grité.

-No mila, ¡nuestros vestidos estan en el armario!- gritó.

  Caminé a verlos, era un vestido blanco hasta el piso con rayas negras para mí, mientras que el de Selena era uno rosa corto. Salió en toalla y fue a el vestuario del armario. Se tardó 15 minutos mientras yo esperaba en la cama. Cuando salió tenía el cabello alborotado y el vestido se añadía a su cuerpo como si fuera hecho a la medida.

-Joder Selena que soy lesbiana!- le grité al verla , ella solo empezó a reírse. - Mi turno.

Dejé el agua caliente correr por mi cuerpo, mis músculos ya se había relajado, ya no estaba cansada, me tardé unos 30 minutos, cuando salí un olor a comida me invadió por completo. Me puse el vestido me cepille el cabello y bajé junto con mi bolsa.

-Hice Tortitas - me tendió un plato con dos pequeñas tortitas, había lavado los trastes y la sala no estaba llena de restos de nuestras frituras como hace una hora.

-Sabes que no tienes que recoger nada, eso lo hace Hanna- reproché.

-No estoy acostumbrada a dejar cosas tiradas por allí- me recordó.

-Está bien, y gracias, por cocinar- le dediqué mi mejor sonrisa.

-Antes de que comas da una vuelta, necesito ver ese vestido- levantó una ceja e hice lo que me dijo, dejé el plato en la barra y di una vuelta.

-¿Y bien?- le pregunté poniendo mis manos en la cadera.

-Si esa chica no te invita a salir no sé que pasará por su cabeza- nos sentamos al mismo tiempo en la barra y comenzamos a comer.

-Gracias- le dije.