Capitulo 54

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Yaaaa, Perdonenme, la escuela me tiene súper absorbida, pero en semana santa volveré xD y ya después regreso a la escuela 😂😂😂
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Capítulo 54:

Camila's POV

Lauren gemía y apretaba las sábanas mientras mi lengua devoraba su entrepierna, era lo único que necesitaba en este momento, todo era perfecto, estaba enamorada de Lauren de una y mil maneras, ambas nos entendíamos a la perfección, y aunque a veces discutíamos, sólo durabamos 5 minutos enojadas, antes de que una de las dos le esté rogando a la otra.

-¡Camila!- gritó Lauren, contrayendo sus músculos. Cayó relajada respirando profundamente. Tomó mi cabeza entre sus manos y me subió lentamente hasta que quedé encima de ella, estaba a horcajdas e inmediatamente Lauren posó ambas de sus manos en mi trasero, para acomodarme en su abdomen.

Lauren besaba como los dioses, su lengua recorrió mi labio inferior, entreabrí mi boca para que nuestras lenguas rozaran y ella entró en la mía con algo de fuerza, cuando se separó tiró de mi labio inferior, succionando con algo de fuerza, sentí un apretón en mi trasero.

-Dios Camila...- dijo- eres tan sexy.

Sus labios volvieron a mi boca, miré el reloj, eran las 3 de la mañana, y no habíamos salido para nada de la habitación.

Ahora ambas estábamos un poco más sobrias, ya que las bebidas se habían agotado.

-Nena... Me encantas- me dijo Lauren, viéndome directamente a los ojos, y cada vez que lo hacía me ponía a hiperventilar.

Besé a Lauren en los labios, y mis manos se fueron hasta sus pechos, los masajeé de un lado a otro, sintiendo en los dedos cuando estos se humedecieron, bajé un poco más mi cuerpo, para que nuestros centros chocaran. Lauren me cargó durante un momento sin previo aviso y me posicionó entre ella, elevando una de sus piernas. El roce de nuestros clítoris me hizo gemir al instante, tomé la pierna de Lauren y empecé a moverme de adelante hacia atrás, ella cerró los ojos y colocó sus manos detrás.

La mayoría de las veces en las que tenía sexo con Lauren, ella era la que montaba todo, siempre estaba más segura que yo, y vaya que tenía razón.

-¡Camila sí!- gimió.

-Dios Lauren...- me movía ahora sin parar.

Los gemidos llenaron la habitación. Veía los ojos verdes de Lauren encenderse más y más hasta que empezó a tensar sus músculos. Aumenté la velocidad, sintiéndome en un limbo lleno de lujuria y pasión junto a ella. Las embestidas estaban perdiendo su fuerza y era porque me temblaban un poco las rodillas, a causa del placer que estaba sintiendo en la entrepierna.

Me agaché para poder pegar mi cuerpo al de Lauren y besarla dulcemente en los labios.

-Creo que te amo...- me dijo Lauren sonriendo.

-Y yo te amo a ti tonta, por eso vamos a casarnos...- sonreí de manera torcida y ella beso mi nariz y seguido mi frente.

Minutos después nos encontrábamos de nuevo en la ducha, y era mi tercer orgasmo de pie mientras el agua caía a chorros sobre mi cabeza, devolviéndome a la vida de nuevo.

La lengua de Lauren exploraba cada rincón de mi cavidad, y no podía estar más orgullosa de decir que aquella chica de ojos verdes descendencia cubana, sabía como tratar a una chica. Tiré de su cabello mojado y escuché su risa melódica llenar el baño lleno de vapor.

-Podría estar haciendo esto toda la noche- conturreó victoriosa Lauren de causarme otro orgasmo.

Se levantó y besó mis labios, sin avisarme embistió mi cavidad con dos de sus dedos, por impulso mordí su labio inferior, jalándolo contra mí.

-Vamos nena... Me sacarás de nuevo sangre- advirtió Lauren mientras acomodaba sus dos dedos en mí.

-No pares...- gemí contra sus labios.

Ella volvió a embestir con más fuerza y tuve que agarrarme de las llaves de la regadera.

Los ojos de Lauren parecieron cambiar a azules y esa sonrisa retorcida se dibujó de nuevo. Así fue como comenzó mi tortura. Encontró mi punto g y empezó a estimularlo lentamente, los segundos se me hacían horas, y no podía encontrar descripción de aquel placer que la morena me daba. De vez en cuando embestía contra mi boca metiendo su lengua de la misma manera que embestía contra mí. Pronto llegué a tensar mis músculos. Con su dedo pulgar estímulo mi clitoris sin dejar de torturarme hasta que llegué.

-Dios Lauren...- grité y caí rendida en sus brazos.

-Te quiero nena- soltó suavemente en mi oido.

Abrió un pequeño cajón cerca del lavabo y tomó dos batas blancas, al dármela me dió un beso en la cabeza.

-Es hora de dormir Camz...- me guió con su mano hasta la cama.

Esperó a que entrara en la cama y me arropó. Dió la vuelta y sentí su calor contra mi espalda. Una de sus manos entró por un hueco de la bata y se aferró a uno de mis pechos, atrayéndome de espalda contra ella. Sonreí.

-Así estamos mejor... Feliz cumpleaños nena- dijo esta vez en mi oido mientras apretaba mi pecho y besaba mi cuello suavemente.

Fue como cerré los ojos y no supe más.

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