Capítulo 41

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Lauren's POV

   Me volví a sentir sin aire.

   Mi cerebro como primer impulso que tuvo,  fue buscar a mi madre para decirle que me sentía mal.

   Pero ella ya no estaba.

   Mi madre se había suicidado porque hace menos de 15 días, mi padre había fallecido.

   No me cabía en la cabeza eso. Mi cerebro estaba en otro lado, no lo aceptaba, lo repetía en mi mente una y otra vez, pero a éste no le importaba ni un comino.

-Lauren?- en ese momento mis ojos volvieron de donde se quedaron estancados a enfocar la imagen de Camila, ella estaba llorando.

   Yo no podía llorar.

   Sólo sentía una pequeña parte de mí. Por lo demás me sentía vacía, no sentía nada. Era indescriptible.

-Lauren, ¿estás bien?- el médico estaba apuntando a mis pupilas con una lámpara y ni siquiera me había dado cuenta cuando el doctor la sacó. 

   Regresé de mi trance, enfocando la vista en el doctor.  En la lámpara.

-Sí, estoy bien. - les dije, me aparté de su lámpara y busqué a Camila con la mano.

   El doctor se irguió y me miró con una ceja levantada.

-¿Entiende lo que acabo de decirle?-

-Sí- No. Honestamente, no estaba entendiendo nada, me sentía como una niña regañada por no poner atención en clase, y ahora sólo asentía a lo que me decían.

-Se realizará una autopsia para confirmar la muerte por ahogamiento señorita Jauregui- dijo el doctor, yo sólo asentí.

  Camila me jaló de la mano y llegué hasta la sala, donde Chris y Taylor estaban sentados viendo hacia la nada, con los ojos rojos e hinchados. Entonces me pregunté si así me vería yo.

-Lauren...- volví a salir de mi trance enfocando la mirada en Camila.

-¿mande?- respondí.

-He firmado los papeles, entregan el cuerpo mañana, espero que no te molestes.

  ¿Molestarme? Camila me estaba apoyando, estaba aquí cuando debería de estar en la empresa.

-Vamos a casa Lauren... Sí quieren pueden venir a vivir conmigo mientras se estabiliza todo. -

   Y el dolor volvió.

   Mis padres habían muerto, ahora ya no teníamos nada. Todos nuestros familiares estaban en Cuba o en Miami. Nadie, cerca. Blurryface enterprises sería la empresa del año. Con su presidente y su vicepresidente muertos, la fama subiría aún más y más. No sin mencionar la muerte de mi madre.

   Me imaginaba las historias locas que inventaría la prensa sólo para llamar la atención.

-Lauren- dijo Camila.

-¿qué?- respondí sin pensarlo.

-no te ves muy bien- se acercó a mi para verme a los ojos.

   Eran cafés contra esmeralda, y sentí de nuevo el dolor.

   Nos habíamos quedado huérfanos. Yo era la mayor, tenía que hacerme cargo de todo esto. Las lágrimas que amenazaban con salir de mis ojos cesaron. Miré los labios de Camila, y no hallé mejor refugio que en ellos. La besé como si fuera la última vez que nos veríamos. Cada segundo que pasaba besándola me hacía sentir segura, protegida.

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