Capítulo 1

17.4K 335 11
                                    

CAMILA'S POV
   Miré de nuevo la fotografía, mi padre estaba junto a mí aquellas vacaciones en Paris... ¿Como podía estar muerto? ¿Cómo toda mi vida había dado un giro completamente? ¿Cómo alguien pudo matar al presidente, director y fundador de Blurryface enterprises?
   Sofía llegó corriendo hasta donde yo estaba, tenía 13 años, estaba empezando la etapa de la adolescencia...
-Mila! ¿Qué vamos a comer hoy?
-¿quieres pizza o... Preparo comida casera? - últimamente comíamos mucha comida de afuera, pues desde que papá murió mi madre se había encerrado en su cuarto,  parecía haberse olvidado que tenía dos hijas y aunque yo era mayor de edad tenía muchas actividades como para ocuparme de mi hermana pequeña.
  Tomé las llaves de la camioneta duster, mi favorita. Teníamos una infinidad de coches guardadas en nuestro garage, que parecía más estacionamiento que garage, nuestra casa de 3 pisos, 8 dormitorios, 6 cuartos de baño, incluso tenía cine. También teníamos una casa de playa en Malibú, otra en Miami y la última en las vegas.
   Sí, teníamos mucho dinero y al parecer mi padre me había dejado la mitad de todo a mí  y la ptra mitad a mi madre, pero no me importaban ni el dinero, las acciones o las cosas si el costo era perder a mi padre, con quien tenia más confianza que con mi propia madre.
-Vamos por una pizza-gritó con emoción mi hermana.
  Bajamos un piso para dar con el estacionamiento, nos subimos en la Dúster color carmesí , abrí el garage con el control remoto y manejé por el tráfico de Los Ángeles hasta la pizzería. Eran las 6 de la tarde.
   Pedimos la pizza e inmediatamente Sofía se fue a los juegos, me senté en una mesa cerca para poder cuidarla con la vista. Saqué  mi celular, tenía una llamada perdida de Selena, mi mejor amiga.
-Vaya, pero si eres Camila en persona- reconocía esa voz hasta muerta era Zayn, el hermano de Selena, era menor por dos años y creo que desde que me vió fui su crush.
-Hola Zayn, ¿qué haces por aquí?- rodeó la mesa y se sentó frente a mí.
-Vine con Selena y Gracie por pizza, al parecer ya se encontraron con Sofi-  señaló hacia los juegos donde Gracie estaba jugando con Sofía a subirse a los juegos y Selena ya venía con una sonrisa caminando hacia acá.
Me levante y caminé con zancadas hasta toparme con Selena y fundirme en un abrazo con ella.
-¿cómo estás Mila? - me dijo Selena en el oído, yo solo asentí y deshice el abrazo.
-Tomen asiento con nosotras...-le dije pero en ese momento gritaron mi nombre en la cocina, mi pizza ya estaba lista.
-¿Eres Camila Cabello?- me dijo el chico que me entregó la pizza.
-Esa misma - iba a tomar la pizza pero el la retiró, se acercó a la caja registradora y me tendió dinero.
-¿Qué haces? - le pregunté mirando el dinero.
-Eres la chica más rica de todos Los Ángeles y... ¿vienes por una pizza aquí?- dejó el dinero en la pizza y me lo entregó a la vez que me guiñaba un ojo.
Me di la vuelta sin entender lo que había pasado. Cuando llegué hasta la mesa Sofía y Gracie estaban locas por comer, en cuanto solte la pizza ellas empezaron a comer. Selena ya había comido Zayn así que no quiso pizza, sinceramente yo tampoco tenía mucha hambre, pero las miradas que me daba Sofía me obligaron a comer 2 pedazos.
-¿cuándo regresas a la escuela Mila? -preguntó Zayn.
-No regresaré, terminé de estudiar en casa hace una semana.
-¿No iremos a la misma Universidad juntas? - preguntó Selena con cara triste.
-No lo sé... Tengo que cuidar a Sofía. Ir a la universidad implica mudarme al campus...
-Pero puedes seguir viviendo en tu casa-sugirió Zayn.
-Lo pensaré-Sofía estaba platicando animadamente con Gracie, cuando terminaron de comer Sofi me miró con cara de sueño.
-Es hora de dormir, lo sé. ¿Quieren que los lleve a su casa? ¿Traen coche? - pregunté.
-Aún no nos dejan el coche, aquí hay solo uno por familia- dijo Zayn.
  "Pero si el precio de tener coche es perder a tu padre, entonces no vale la pena."  Su comentario me había hecho sentir mal,  pero estoy 100% segura de que no quería hacer eso.
  Salimos de la pizzería entre risas por lo que venían diciendo tanto Gracie como Sofía, íbamos caminando en el estacionamiento cuando 4 señores empezaron a tomarme fotos y preguntarme cosas.
-¿Qué se siente ser la chica más rica del pais? - preguntaba uno.
  Tomé a Sofía y Gracie de la mano y camine más rápido hasta el coche.
-¿Podrás manejar la empresa como tu papá? ¿Tendrás el éxito que el tuvo? - Genial, ahora me iban a molestar los paparrazi.
   Entramos al auto con prisa e inmediatamente prendí el coche y aceleré, ellos corrieron a sus autos pero cuando iban entrando yo ya estaba en el retorno para llegar a la casa de los Gomez.
   Nadie dijo nada en el camino, Selena, que iba a mi lado me miraba de vez en cuando, pero yo no sabía que hacer, cuando bajamos del auto por fin habló.
-¿Estás bien? - me preguntó dándome un abrazo - Nunca había visto algo parecido.
-Ya me acostumbraré, es la tercera vez en esta semana. - me acordé de aquella vez cuando regresábamos del funeral de mi padre, de su funeral! Y los estupidos ni siquiera me dieron tiempo de respirar cuando se abalanzaron sobre mí y hacerme las mismas preguntas sobre la empresa.
-Cuídate mucho Mila- me dijo Selena deshaciendo el abrazo y entrando de la mano a su casa con Gracie, sus papás los esperaban en la puerta con una sonrisa. Hice un ademán con la mano y volví al auto.
-¿Cómo estas pequeña? - le pregunte a Sofía quien venía en el asiento trasero con el cinturón puesto.
-Bien Mila- bostezó- pero tengo algo de sueño.
-Ya vamos a dormir, no te preocupes- arranqué el coche y en 10 minutos ya estaba en casa. Guardé la duster en el garage y subi a Sofía cargándola en mis brazos.
  La arropé como cuando papá solía darme las buenas noches, le di un beso y no fue necesario contarle un cuento porque cayó rendida.
   Pasé por la habitación de mi mamá, estaba de espaldas, viendo un foto de su boda, una lágrima recorrió mi mejilla.
  ¿Era más importante observar una fotografía que saber de tus hijas? Cuando volteó y me vio parada corrió hasta cerrar la puerta de un portazo delante de mí.
-Buenas noches también- sollocé y me dirigí a mi habitación.
   Mañana sería un gran día, sería mi primer día en la empresa, estudiaría contaduría en la universidad, pero ya tenía una carrera en Administración y otra en relaciones públicas, lo cual me permitía hacerme cargo de la empresa por un tiempo.
-----------------------------------
Me miré en el espejo por quinta vez , me preguntaba si esa falda de cuero que traía enmoldada a mi cuerpo sería suficiente para dar una buena impresión, junto con el saco y mi blusa de color blanca, me amarré el cabello en una coleta como última opción, me coloqué mis lentes tomé mi carpeta y salí de mi casa.
  Deje las instrucciones escritas en la mesa. Hanna, nuestra nana y sirvienta estaría ya despierta, leyéndolas para hacerle en desayuno a Sofía, por eso no me preocupaba dejarla en casa, esta vez conduje el Volvo negro, era uno de mis favoritos, no solo por su comodidad, si no que se veía chico por fuera pero por dentro era amplio.
   Entré al estacionamiento y George me dedicó una sonrisa en cuanto bajé del auto.
-¿está lista para dirigir la empresa señorita Cabello? - le di las llaves del auto y una sonrisa.
-Creo que lo estoy George, que tengas un buen día .
-Igualmente señorita Cabello, mucho éxito- me dedicó una sonrisa y entró al Volvo para ir a estacionarlo.
  Suspiré y entré por la puerta trasera al edificio, había estado un par de veces allí, cuando a mi padre se le metía la idea de traerme con el a el trabajo, así que muchos ya me conocían.
   Caminé con el celular y la carpeta en la mano hasta la recepción. Miranda me dedicó una sonrisa en cuanto me vió.
-Buenos Días señorita Cabello, el señor Jauregui la está esperando en la oficina de su padre.- Me entregó unos papeles que metí en mi carpeta.
-Gracias - le dediqué una sonrisa y caminé hasta el elevador. Entre sola y me dio tiempo para pensar, ya que eran 20 largos pisos los que me esperaban hasta la oficina de mi padre.
   El señor Jauregui era el vicepresidente de Blurryface enterprises, mi padre había fundado toda la compañía solo, su mejor amigo le había ayudado a hacerse cargo de la empresa mientras mi familia y yo salíamos de vacaciones. Él tenía 3 hijos , pero nunca pude conocerlos, no sé por qué.
   Cuando bajé del ascensor me esperaba un largo corredor hasta la oficina.
   Abrí las puertas y estaba el señor Jauregui mirando hacia la ciudad de los ángeles, contemplando la hermosa vista desde las paredes de cristal. Había dos tazas de café en la mesa.
-Buenos días señor Jauregui, soy Camila...- pero no me dejó terminar y me interrumpió.
-Cabello, la hija de Alejandro, veo que tienes dos carreras, tanto de administración como de relaciones públicas, así que supongo esto no será muy difícil para ti , un gusto conocerte- me extendió su mano, la tomé con delicadeza y él la agitó.
-Así es señor - caminó hasta la silla presidencial y la jaló hacia atrás.
-Por Favor Camila, toma asiento- ¿me llamó Camila? Sólo había visto al hombre tres veces en mi vida... ¿ y ya me llamaba Camila?
   Rodeé el gran escritorio , habia una Mac en él junto con papeles, lápices, y una fotografía de nuestro viaje a Los Cabos. Al ver a mi papá en la foto, se me hizo un nudo en la garganta, pero tragué saliva y me senté en la silla, el señor Jauregui volvió a rodear el escritorio y se sentó frente a mí.
-Primero lo primero, necesitarás un asistente, no puedes con todo lo que hay en la empresa - dijo con una sonrisa.
-Yo veré si necesito un asistente - le dije con tranquilidad.  - La junta de las 10 con la agencia de coches se me hace absurda - comenté y vi como el señor Jauregui hacía una mueca.
  Tomé un sorbo de mi café y empecé a hojear los documentos.
-¿Una junta... para elegir los colores de los autos? ¿Es enserio? - el señor Jauregui se levantó.
-Es lo correcto señorita.
-¿No tenemos gente para eso? ¿para que se encarguen del diseño y del color? - era verdad, habían más de 100 trabajadores para eso.
   En Blurryface enterprises manejábamos de todo. Hoteles, coches, salones de fiesta, salones de belleza, ropa, calzado, e incluso el año anterior habíamos sacado una marca exclusiva de aviones, la cual había ido traído muchos ingresos según los informes. Tal ve era por eso que mi familia se encontraba en una de las posiciones económicas más altas de todos los Ángeles, nuestros hoteles estaban en todo el país, así como lo demas empezaba a distribuirse de municipio en municipio, de pronto éramos muy famosos en Canada y allí apenas estaban llegando los coches...
-Cancele la junta del color de los coches y programe una corta con Demetria, los colchones necesitan cambiarse y ella puede hacernos un descuento en ello. Cierre la puerta al salir por favor- el me miró atónito, pero hizo lo que dije.
   Al cabo de dos horas Demi estaba sentada frente a mí.
-¿Señorita Cabello?- me dedicó una sonrisa coqueta, de esas que me dedicaba cuando se enteró que era mi crush en segundo de preparatoria.
Sí, me gustan las chicas, lo descubrí saliendo de secundaria cuando en una fiesta me tocó besar a una.
-Pareces de mi edad- comenté.
-Lo sé, ¿quién diría que tengo 25 y una empresa de colchones que vende nacionalmente?- sonrío de nuevo.
-Te propongo un trato, ¿qué te parece si surtes en todos mis hoteles tus colchones, te pago la mitad más el costo del envío a cada uno?
-¿De cuántos colchones hablamos? -
-Son miles y miles- dije sonriendo pícaramente.
-Acepto- sonreí- pero con una condición- mi mente buscó alguna- Que salgas conmigo.
-¿Qué?- me levante del asiento.
-Oh vamos, hace dos años era tu mayor crush, no puedes decirme que no sientes nada por mí.
-¿Estamos cerrando un trato de empresa y me pides que salga contigo?-
-Siempre obtengo lo que quiero Cabello- volví a sentarme.
-Yo también, y es verdad.-
-¿qué? - preguntó sonriendo de nuevo.
-que ya no siento nada por ti. El viernes a las ocho. - le pasé el contrato.
-Paso por ti- firmó con una de mis plumas.
   La acompañé hasta la puerta.
-Como tu primer día en la empresa sabes jugar tus cartas cabello.
-Lo sé, mi papá siempre me dijo que sería una buena empresaria. - le guiñé un ojo.
-¿Podemos adelantar la ci...? - le di un beso en la comisura del labio.
-Nos vemos el viernes a las ocho-
Cerré la puerta.
  Todo el día fueron llamadas y llamadas. Salí a comer a un Mc Donals , para cuando llegué a casa estaba cansada a más no poder. Había sido mi primer día en la empresa y había cerrado un montón de contratos, todos a casi la mitad de precio, las ganancias aumentaron un 30% este día.

One Love ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora