One Love ❤️

Capítulo 17

Lauren's POV

   Camila se había desmayado/ dormido encima de mí, ni siquera esperé a Demi, tomé el bolso de Camila y salimos por la puerta trasera con ella colgándose de mí.

  
Con facilidad la cargué metiéndola por la puerta trasera de la camioneta Dúster negra, mi favorita.

   En 10 minutos estábamos en su cuarto, ella entreabrió los ojos mirando directamente a los míos,  dejándome con la respiración entrecortada.

-Gracias Lauren...- susurró.

-No hay de qué - contesté. Iba a levantarme de la cama cuando su mano se posó en la mía.

-Ven a mí...- me besó en los labios y su celular comenzó a sonar.

   Vi en su pantalla y era Demi, antes de que ella pudiera cogerlo alargué la mano y contesté pegándomelo a la oreja.

-Está a punto de dormir, mañana te marca- colgué y aventé el celular.

  Camila me volvió a besar, se quitó las colchas y se subió a horcajadas en  mí. Yo estaba en el cielo y habían sido sólo dos besos.

-Te quiero- susurré- Y no precisamente como mi mejor amiga- ella sonrió entre mis labios.

-Yo también...- nos besamos por un largo rato hasta que ella terminó encima de mí.

   Se durmió sobre mi pecho mientras yo la miraba.

Cada vez, me sentía más cerca de Camila en formas que jamás había imaginado.

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   Me desperté con Camila a un lado de mí, besé su nuca con suavidad para recorrer mis besos hasta su cuello.

-Buenos días- se giró para darme un beso en la boca dejándome sin habla.

-Buenos días - pude responder.

-¿No te golpeé con el yeso?- preguntó acariciadome con su mano buena la mejilla.

-No, y si lo hiciste no sentí- ella soltó una pequeña risa.

-Vamos a desayunar...- sugirió quitándose el cobertor de encima.

   Hanna llamó a su teléfono de cuarto y ella respondió, el desayuno estaba listo. Iría de compras al centro por lo necesario para el mes.

  Mientras Camila se duchaba yo bajé para dejar los platos con el tocino y huevo listos, un vaso de leche y otro de zumo de naranja, pan tostado y lechera. Camila bajó con un vestido color coral puesto, se sentó enfrente de mí.

-Tengo que ir por ropa. Te ves muy guapa- susurré cuando me acerqué a su oido.

-No hace falta, tengo un armario lleno de ropa nueva, está en la tercera planta... Puedes ducharte allí o en mi baño, como desees - me dijo y me besó en la comisura del labio.

   Subí dando zancadas, había estado muchísimas veces en esa casa, pero ahora me sentía diferente, no sentía confianza, quizás era por que ya no veía a Camila como una mejor amiga.

   Cuanto me terminé de ducharme, me puse una camisa negra y pantalones holgados que encontré junto con unos supra, vaya, si yo tenía dinero Camila era multimillonaria comparada conmigo.

-Vamos a salir Camz... - era sábado por el mediodía y nosotras estábamos encerradas en su mansión.

  A los 30 minutos ya estabamos en la plaza de Los Ángeles. Íbamos tomadas de la mano, platicando sobre ropa cuando se me ocurrió algo.

-Vamos a patinar- dije dando saltitos.

-¿Me quieres matar?- fruncí el ceño y ella estiró su brazo enyesado que había olvidado por completo.

-Perdón, me emocioné, ¿sabes patinar?- pregunté, ella lo dudó un segundo.

-Claro que se patinar Jauregui- contestó desafiándome.

-Cuando te recuperes, vamos a patinar- afirmé.

   Terminamos en un pequeño local cerca de su casa. Comiendo hamburguesas y hot dogs, sólo podía contemplar a Camila, sin darme cuenta me había quedado viéndola mientras ordenaba.

-¿Lauren? ¿Qué vas a ordenar?- era la tercera vez que me lo decía.

-Lo mismo que tú- logré responder. 5 minutos después estábamos comiendo.

-¿Qué quieres hacer para tu cumpleaños? - mordió su hamburguesa sin quitarme la mirada de encima.

-¿Mi cumpleaños?- faltaban varios días. - Salir contigo -Camila esbozó una sonrisa achicando sus ojos, lo cual me pareció hermoso.

-Haremos lo que tú quieras Lo...-me dijo y seguimos comiendo.

*

-¿Puedes quedarte otra vez Lauren?- me pidió Camila cuando estaba a punto de abrir la puerta.

-Claro, yo...- regresé dando zancadas hasta sentarme junto a ella en el sillón.

  Mi celular comenzó a sonar. No estaba esperando ninguna llamada, pero me lo llevé a la oreja sin revisar la pantalla.

-¿Bueno?- pregunté.

-Lauren, tu nuevo coche ya está en la casa. ¿Cuándo vienes por el?- era mi padre y tenía ese peculiar tono de "yo lo sé todo". Había pedido un Volvo negro como regalo de cumpleaños. Pero no sabía que iba a llegar antes.

-Prefiero que me lo den en mi cumpleaños  papá.

-¿Estás en el colegio?- ajá, sabía que estaba escondiendo algo.

-No, estoy en casa de Camila.

-Son más de las once de la noche Lauren, ¿regresarás sola a tu departamento en la universidad? - por el tono que lo dijo supe que había estado hablando con mi madre.

-Me quedaré aquí...- comenté.

-Pero Lauren hija...- se escuchó a mi mamá de fondo, genial, me tenían en altavoz.

-Si quieren mañana paso por el coche, los amo, descansen - y colgué. Camila me estaba estudiando con la mirada.

-¿está todo bien?- preguntó.

-Bien, Camz... ¿Vamos a la cama?- asintió y la rodeé por la cintura para llegar pegadas a la cama.

   Camila me prestó uno se sus tantos pijamas y todos me daban risa porque tenían animalitos o dibujos de caricaturas, terminé por elegir uno de una jirafa azul. Nos metimos en la cama y nuestras miradas se enlazaron.

-Gracias Lauren...- bostezó y yo repetí el bostezo.

-Cuando quieras Camz...- ella se acercó a mí pasándome un brazo por la cintura y escondiendo su cara entre mi cuello, me acomodé y abrazadas nos quedamos dormidas.