Capítulo 52:

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Lauren's POV

-Nena...- me acerqué y con el dedo gordo le quité la gota que derramaba.

-No pasó nada- y sus pupilas se ensancharon.

   Camila se abalanzó contra mí, metiendo su lengua en mi boca, sabía a energético y mora azul.

-Vamos, es bueno- dijo ella sonriendo.

   Todos los chicos ya habían tomado uno, incluso Ally. Yo seguía sin querer beber el líquido azul, por miedo a saber qué fuera.

   El lugar comenzó a llenarse de chicos y chicas quizá de nuestra edad y un poco más chicos, las cosas no siempre eran las mismas en el lugar, de repente se movían las luces, o los bancos. Pero ni siquiera te dabas cuenta cuando lo hacían. Todos bailábamos bajo las luces y no ingerí la bebida, sólo más alcohol junto con todos que parecían más animados, amigables y contentos. Camila no paraba de sonreír y tampoco quería alejarse de mí.

    Pronto dieron las 3 de la tarde y todos seguíamos bebiendo. Pero no habíamos comido, estaba mareada y Camila estaba más borracha que yo.

-Te quiero...- me dijo Camila al oído.

   Enfoqué mi vista en ella y respondí:

-Yo también nena... - y entonces vi como muchos meseros salían de las barras con bandejas llenas de las bebidas.

-Es hora del shot- gritó Damon.

-Bienvenido sea el shot!- gritó Stephan.

   Todos los chicos empezaron a tomar shot de aquellas bebidas rojas y azules. Cuando llegó nuestra hora, no quería que nadie tomase.

   El primero fue Damon, se empinó uno rojo, pasaron 5 segundos y se sentó en un banco de allí. Abrió los ojos y sus pupilas dilatadas volvieron a relucir.

-Vamos, que lo tomen y vamos a comer- dijo sobrio. Como si nada hubiera pasado.

   Stephan siguió. Y me giré para ver a Camila. Me sonrió y me dio un beso ávido en los labios, tomó un caballito y me miró.

-Vamos, no sé que químicos tenga esa cosa Camz, no deberías tomarlo- y se lo empinó todo- De acuerdo, haz lo que quieras...- le dije.

-Wow- me dijo tomándome de la mano.

-¿Qué pasa?- pregunté y la acerqué a un banco. Se sentó enseguida y sus pupilas se volvieron a ensanchar.

-Estoy sobria- dijo de repente. - Y tengo hambre- me besó dulcemente en los labios, y esa era la Camila que yo conocía.

   Todos los chicos estaban sobrios, menos yo, que me seguía rehusando a tomar la bebida rojiazul, estaba mareada.

-Vamos a comer lolo- me jaló Camila de la mano.

-Nena... no tan rápido- le dije cuando empezó a encarrerarse hacia la puerta trasera en donde se encontraba la pequeña salita.

   Entramos al lugar y todos nos sentamos en los mismos lugares que estábamos cuando desayunamos.

-Enseguida les traigo la comida- dijo el mismo mesero que nos atendió hace rato mirándome de arriba hacia abajo.

-Gracias- dijo Camila.

   Todos estaban como si nada hubiese pasado, y eso empezaba a preocuparme, eso no era normal, ingerir una bebida, embriagarte y después tomar para estar 100% sobrio, no era normal.

   El mesero nos trajo tacos y todos se sirvieron su porción. Terminamos en menos de 40 minutos y parecían reventar. Damon y Stephan, sonreían con lujuría.

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