Capítulo 31

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Camila's POV

-¿A qué hora puedo pasar por usted señorita?- George me tendió la mano para bajar del auto.

-En una hora está bien- la tomé y bajé con lentitud. Una vez abajo le sonreí.

-Tenga cuidado- asentí con la cabeza y empecé a caminar sola por la entrada del cementerio. Cuando llegué a la lápida de mi padre me senté enfrente de ella dando un largo suspiro mientras la observaba.

   No aguanté mucho sin que las lágrimas rodaran por mis mejillas inundando mis ojos, haciendo que mi vista se nublara. Ahora necesitaba un consejo de mi padre.  Justo cuando creí que había encontrado a la persona perfecta, tuve que cometer una estupidez, justo cuando me había puesto en el lugar de Lauren, al enterarse de que su padre había asesinado al mío y por fin entendía que ella no tenía la culpa de nada, cometí la estupidez de estar con otra persona. Ariana. Por quien no sentía nada de cariño si no atracción física, mi corazón le pertenecía a Lauren, a nadie más, estuve enamorada de ella desde que la conocí y  sigo estándolo.

   Ella me soportó cuando la aparté de mí y soportó ver a otra chica en mi casa. Ni siquiera había llegado a dormir a su casa, la busqué por todos lados pero no pude encontrarla. No podía dejar de pensar en Lauren. ¿Qué sentiría en este momento? Las lágrimas se detuvieron. Tenía que arreglar las cosas, mi padre me diría que fuera en busca de Lauren, que si la quería de verdad, debía hablar con ella, arreglar las cosas. Me enjugué las últimas lágrimas con los pulgares y me levanté, ni siquiera me había dado cuenta de que la hora había pasado. Caminé con cuidado hasta la entrada. Tampoco me percaté de los flashazos antes de entrar al coche. Sólo vi a varios hombres con cámaras apuntando hacía mí. Saldría de nuevo en las noticias.

-¿Está todo bien señorita? ¿La agredieron?- preguntó George.

-Todo bien George.

-¿Hacia dónde me dirijo? - lo pensé unos instantes.

-Ahora mismo estoy poniendo la dirección en el GPS- la pantalla del estéreo del auto se iluminó, el nuevo apartamento de Lauren era la dirección.

   George asintió y arrancó, una ventana que dividia los dos asientos delanteros del gran sofá donde estaba sentada subió hasta tocar el techo. Abrí la pequeña compuerta de mi lado izquierdo para tomar un agua y conectar mi celular al estéreo de la parte trasera. Marqué el número de la oficina y esperé.

-Buenas tardes, empresas Blurryface ¿en qué puedo servirle? - la voz de Miranda inundó el coche.

-Miranda, por favor comunicame con Ariana- tomé un poco de la botella de agua esperando su respuesta.

-Señorita Cabello, ahora mismo se la comunico, ¿otra vez cambió de número?-

-Es el de emergencia Miranda, agrégalo a la agenda de contactos-

-Con mucho gusto, espere 1 segundo- la línea se cortó y contestó Ariana.

-Necesito que le envíes los papeles que dejé en mi escritorio a Scott, ¿mañana hay conferencia?- pregunté.

-Ya los envíe, mañana no hay conferencia, ¿vas a venir a verme?- el tono de su voz cambió y rodee los ojos.

-Escucha, necesito hablar contigo, te marco cuando salgas de trabajar. Reserva una cena el Heatman. Lunes a las 8.

-¿Es todo? - por el tono de su voz, estaba molesta.

-Sí. Hasta luego- colgué antes de que pudiera contestar. Bajé el vidrio de en medio con el botón negro y George me miró por el retrovisor.

-¿Qué se le ofrece señorita?-

-Pasemos a una florería George, compraré un ramo.

-Con mucho gusto- trató de disimular su sonrisa pero no lo logró.

   Me acomodé el iPad en las piernas y revisé el último contrato con RDC los vería el martes a las 10 en la empresa, repasé todos los puntos tratando de memorizarlos. George paró el auto.

-Hemos llegado a la florería señorita ¿qué se le ofrece? -

-24 rosas rojas por favor, que las manden a esta dirección - le pasé mi iPhone con la dirección de Lauren escrita. - Que escriban en una tarjeta "you're the one "

-Con mucho gusto - bajó del auto.

    Presioné en mi teléfono del coche el número de Normani y los pitazos inundaron el coche.

-¿Bueno?

-Normani, soy Camila. ¿Sabes algo de Lauren?- pregunté.

-Está conmigo. ¿Quieres que le diga algo?

  Mierda. ¿Qué podía hacer? ¿Ir hasta la casa de Normani y ver a Lauren o visitarla más tarde en su casa?

-¿está bien?-

-Sí, sana y salva- un "Normani" de fondo se escuchó, era ella.

-Necesito verla.

-Me lo imaginaba.

-Llévala a su casa. Estaré allí.

-Bien, como digas.

   Colgó mientras gritaba Lauren. George regresó al auto.

-Las flores ya están en camino.

-Gracias George, ahora sí, vamos a la casa de Lauren.

  Condució alrededor de 20 minutos y se estacionó bajando de nuevo la ventana de separación.

-Hemos llegado señorita. - se escuchó como bajo del auto y seguido la puerta se abrió, dándome salida.

   No tardé mucho en llegar hasta la entrada, las rosas acababan de llegar , un chico en motocicleta traía las rosas apiladas con una tarjeta grande y brillante. Las recibí sonriéndole al chico, este se fue y miré la carta

  "You're the one
    my One love"

   Sonreí pensando en el rostro de Lauren, a los segundos el Volvo aparcó detrás del Hudson y ella salió de la puerta del piloto. Traía la misma ropa de ayer exepto por una camisa de cuadros rojos, le quedaba  holgada. Cerró la puerta y enarcó una ceja hasta llegar a mí.

-¿qué sucede?- Normani bajó del lado del copiloto y dio saltitos hasta donde estábamos nosotras.

-Te traje esto- extendí las rosas y ella las tomó.

-Gracias, agradezco el gesto- lo dijo con bastante humildad. Pasó a mi lado y abrió la puerta.

-Te invitaría a pasar, pero no dormí aquí así que todo es un desastre... Gracias por el detalle, de verdad- se giró para verme boquiabierta frente a ella.

-No te preocupes, me nació dártelo.

-Quizás te vea en la empresa, hasta luego. - se pasó las rosas en una mano y con la otra abrió la puerta.

   Entró y miró a Normani esperando a que entrara.

-Espera Lauren...- ella aún con las rosas giró, su rostro no mostraba ninguna expresión - Quiero invitarte a cenar mañana, a las 8 ¿puedes? - no podía decir que no, salía a las 7 del trabajo.

-Yo... No sé si sea lo correcto- hizo una mueca y creí que la había perdido- pero puedo intentarlo- dijo tímida.

¿Lauren tímida? Esto no era bueno.

-Paso por ti a las 7:45 - la comisura de su labio se encorvó un poco. Yo sonreí.

-Está bien, hasta luego- giró sobre sus talones y entró cerrando con cuidado.

No me percaté de cuánto tiempo estuve viendo su puerta hasta que George me habló.

-¿Nos vamos a ir señorita?- preguntó tímido.

-Sí George, perdona, vamos a la casa.

One Love ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora