One Love ❤️

Capítulo 42

  Camila's POV

   No pasaron ni 24 horas...

   El ataúd de su madre yacía posado sobre la sala de los Jauregui... La foto de su padre, estaba colgada, mirando de frente al ataúd, ni siquiera yo sabía cómo llevar todo esto , ahora me imagino a Lauren,

No le avisó a nadie de su familia.

   La sala estaba vacía, sólo estában los hermanos Jauregui y yo. Así pasamos toda la noche, en silencio. De vez en cuando cada uno de los chicos se acercaba a verla de cerca, quizá a susurrarle unas palabras, pero de ahí no pasó.

   A primera hora de la mañana la noticia voló por todo Los Ángeles y teníamos un montón de camarógrafos y de gente en la entrada principal de su casa.  Sus familiares comenzaron a llamarla, irritandola y sacándola de trance cuando creí que iba mejorando, a pesar de todo, Lauren no perdió la cordura, seguía dirigendose con amabilidad  y calma a sus familiares, indicando que en 30 minutos, saldríamos de la casa para enterrarla. Después de haber terminado las llamadas se acercó a mí.

-¿Y si  yo salgo y dejo que me hablen mientras se llevan el ataúd por la puerta de atrás ? - Lauren tenía los ojos hinchados y la voz más ronca que nunca.

-Mejor yo salgo... -me ofrecí.

-Ellos no te harán caso, necesitan algún pariente directo para que les explique. Los malditos quieren una historia- dijo cabreada.

   No nos quedó otro remedio que hacer que Lauren los distrajera, pasados los 30 minutos, arreglé el dobladillo de su saco y la besé en los labios.

-Con cuidado, Wilden estará esperando en la avenida principal . Nos vemos allá- ella asintió cerrando los ojos y abrió la puerta.

   Nos llenaron de flashes, a ella más que nada y toda la multitud de reporteros se le abalanzó, teníamos 10 minutos. Me di media vuelta dejándola sola contra todos ellos e iniciamos la acción.

  Mi madre llegó junto con Richard y Hanna, entre todos levantamos en ataúd y saliendo por la puerta trasera de su casa, lo depositamos en la carrocería donde George iba manejando.

   Chris y Taylor se subierona la Dúster negra conmigo, Hanna, mi madre y Richard se fueron en otro auto.

   En 10 minutos, ya nos encontrábamos junto a la tumba de su padre. No podía  creerlo. Sólo esperábamos a Lauren para empezar y mi celular comenzó a sonar, era ella. Me llevé el teléfono a la oreja.

-El tráfico me tiene atorada, empiecen sin mí. -dijo con voz fría.

-¿Estás segura? - pregunté.

-Sí- y colgó.

   Lauren ya no sería la misma, me preocupaba que se perdiera, como lo hizo hace poco con su padre, ahora me necesitaba más que nunca y yo estaría para ella, para sus hermanos, les daría todo lo necesario para que no cayeran. El hoyo ya estaba hecho y Lauren no quiso hacerle una misa, sólo dijo que la enterráramos, quería hacerlo todo rápido y pequeño.

-Era Lauren, dice que está atorada en el tráfico y que empecemos sin ella- Chris asintió, pero Taylor se me quedó viendo.

La decisión era mía. ¿Esperar a Lauren o empezar de una vez?

   Aunque no esperábamos a nadie, empezaron a llegar varias personas de la empresa. Y eso nos dió algo de tiempo, Lauren pudo llegar pero en cuanto se bajó del auto me miró enojada y se acercó hasta mí sin saludar a los demás.

-Te dije que empezaran sin mí-reprochó en un tono frío.

-Lauren, es tu mamá...-

-Y está muerta, ya no puedo hacer nada- dijo seria.

-No deberías enojarte...-

   Me dejó con la palabra en la boca y se giró dirigiéndose a los trabajadores.

-Empiecen. - les dijo, uno le ofreció un pequeño botecito para que ella echara el primer puño de tierra. - No.  Déselo a ella - su voz era ronca y fría.

   El trabajador se lo ofreció a Taylor y ésta, aún viendo a Lauren, tomó el botecito y lo virtió con cuidado, una lágrima se deslizó por su mejilla. Cuando terminó le entregó el botecito al trabajador y regreso al lado de Chris quien la abrazó besándole la cien.

   Lauren observó todo esto sin mover un sólo músculo.

   Los trabajadores de la empresa se acercaron para darle el pésame a Chris y a Taylor porque cuando intentaron con Lauren sólo lograron ahuyentarla hacia un árbol cerca de allí.

   El sol ya había salido , pero apenas y se notaba, pues la mañana se sentía fría y estaba llena de nubes. Me acerqué con cuidado a Lauren, parandome a un lado de ella. Sabía que se derrumbaría en cualquier momento, no dije nada, sólo contemplé todo en silencio al igual que ella. Terminaron de llenarla de tierra y se giraron para ver a Lauren.

-Gracias, es todo.- dijo nuevamente con voz fría.

Todos se despidieron de los hermanos Jauregui y abandonaron el lugar.

-Dame un minuto- dijo apenas con vos inaudible antes de que yo empezara a avanzar.

   Eramos las únicas allí, incluso los trabajadores habían regresado a sus demás tareas. Me detuve viendo a Lauren acercarse a la tumba de su madre.

  Se arrodilló en medio de las dos tumbas y se quedó contemplándolas. Me limité a avanzar y ponerle una mano en el hombro a Lauren.

-Se fueron los dos...- dijo en un susurro. Lo siguiente no me lo esperaba.

   Lauren rompió en llanto. Se tiró hacia delante y se hizo un ovillo. El traje que traía se estropeó por la Tierra, pero ella ni siquiera se levantó. Se quedó allí tirada, llorando.

-Lauren...- dije después de dejarla llorar un rato. - Ven nena...

   Ella se levantó, pero se quedó arodillada,  parecía una niña pequeña con el cabello alborotado y lágrimas por todo el rostro. Me acunclillé para abrazarla.

-Sé que esto no es fácil, ni para ti, ni para mí, ni para nadie. Pero ya no hay nada que puedas hacer, y llorar cada día por esto te va a hundir, ellos ya no volverán- lo dije con el dolor en mi pecho- y tienes que aprender a enfrentarlo cada día y yo voy a estar para ayudarte en todo lo que necesites Lauren, ¿de acuerdo?

   Ella asintió. Nos quedamos abrazadas un buen rato, hasta que Lauren se calmó y se levantó. Me ayudó a pararme y en cuanto estuve de pie se me volvió a abalanzar, me rodeó la cintura y me levantó levemente del suelo.

-Gracias por estar conmigo- me dijo y me besó en los labios.

-No agradezcas- le dije y esta vez yo la besé.

   Me bajó y caminamos tomadas de la mano hasta la Dúster negra, que no era el único coche en el estacionamiento.

   Cuando llegamos Chris y Taylor estaban terminando de desayunar.

-Provecho- dije.

-Gracias- dijeron ambos al unísono.

    Lauren caminó detrás mío hasta llegar al refri y la estufa.

-¿ y bien?- preguntó.

-Vamos a cocinar.- le dije y me miró con cara de perro.

-Yo no sirvo para esas cosas. - declaró.

-¿cómo lo sabes si nunca lo has intentado?

-Sólo lo sé. - dijo y yo me reí.

   Chris se acercó a nosotras y se me quedó viendo.

-Camila...?- Lauren volteó a verlo con una ceja enarcada.

-¿qué se te ofrece?- pregunté.

-¿Puedo hablar un momento contigo? - señaló fuera de la cocina.

-¿No puedes hablarlo delante de mí?- preguntó Lauren intrigada.

-No. - respondió y Lauren levantó las dos cejas- Sólo necesito a Camila.

   Su respuesta me sorprendió, pero asentí ante la mirada de Chris y lo seguí fuera de la cocina.