One Love ❤️

Capítulo 50

Haré un SMUT muy intenso en alguno de los próximos capítulos, así que si quieres, sigan leyendo y comentando. Los amo, chau.
-----------------------------------------------

Camila's POV

-Camila! - gritó por tercera vez Lauren desde la sala. -Vamos a llegar tarde a la fogata.

   Después del rechazo de Lauren de ducharse conmigo, me tardé 30 minutos en la regadera, dejando que el agua corriese por mis músculos, esperando tres gritos de Lauren para empezar a ducharme de verdad, 15 minutos después, estaba sentada con la toalla alrededor de mi cuerpo, mirando hacia el armario y la ropa que iba a ponerme.

   Decidí por un vestido azul turquesa, hasta las rodillas, unas sandalias color plata y accesorios del mismo color, ni siquiera me percaté que habían pasado otros 45 minutos hasta que volví a escuchar la voz de Lauren.

-¿Necesitas ayuda...? Wow- dijo y la vi entrar mediante el espejo de cuerpo completo que había en la habitación.

-No, acabo de terminar... ¿Me pasas el anillo?- los diamantes incrustados en la media luna, brillaban color tornasol, haciéndolo ver muy llamativo.

-Claro amor...- me dijo sin dejar de mirarme y caminó lentamente hasta tomarlo para caminar hasta mí y tomar suavemente mi mano.

-Podemos irnos.

-Y ya quiero regresar- me dijo mordiéndose un labio mientras me inspeccionaba con la mirada.

-Vamos niña...- le estiré mi mano y ella la besó por los nudillos.

-Eres hermosa Camila- colocó con sumo cuidado el anillo en mi dedo y entrelazó nuestras manos.

-Basta...- solté. Lauren era mucho más hermosa que yo con esos ojos color esmeralda, la cara pincelada perfectamente y su cabello hasta la cintura.

   Sus ojos me penetraron. Cada vez que lo hacía, sentía que Lauren podía ver todo lo que había en mí, mis inseguridades, mis defectos, mis virtudes, mis gustos, mis miedos, cada rincón de mí estaba entregado a ella, me sentía enlazada de una u otra manera a Lauren, me besó lentamente y sin dejar de soltar mi mano ambas caminamos hasta la puerta.

Lauren's POV

   Salimos de nuestra habitación y recorrimos las 10 habitaciones más que restaban, la mitad era de los demás chicos, que suponía, por la hora, debían ya estar encendiendo la fogata.

   Cuando bajamos del ascensor, en el lobby estaba Spencer, la directora del plantel en ese momento, tenía consigo una carpeta en la mano y sonrió al vernos.

-Señoritas... ¿Están disfrutando su estancia aquí?- preguntó, e inmediatamente sacó una pluma para anotar lo que dijéramos.

-Por supuesto, no puede ser mejor- respondió Camila.

-Es lindo el lugar...- dije, y ambas me voltearon a ver- ¿Dije algo malo?

-Es perfecto, gracias Spencer. -corroboró Camila, y ese comentario pareció corregir mi falta.

-No hay de qué, cualquier cosa que se les ofrezca, ya saben a dónde marcar, y...- titubeó un poco- felicidades por su compromiso- dijo y miró la mano de Camila que estaba entrelazada con la mía para observar el ostentoso anillo que llevaba.

   Los medios habían dicho que el anillo de bodas para Camila era de 1 millón de dólares, y volvimos a ser noticia cuando lo hice oficial y le regalé uno de 2 millones. El dinero ingresaba en enormes cantidades, y no podía imaginarme cuánto habría cuando nos retirásemos de la empresa , nuestras cuentas estarían a reventar, aparte, todo lo que ganaba, era para mí sin importancia, lo único que quería era mantener a Chris y a Taylor bien, junto con Camila. Ellos eran y son mi única prioridad.