Capítulo 19. Eres mía.

2.9K 137 2
                                    

—Vamos, Eda, cuéntame qué sucedió ¿Conociste a sus padres? —preguntó muy emocionada mientras me pasaba la taza de té que tanto necesitaba.

—Si, de hecho son muy amables. —sonrío.

Lo son. Wanda y Will me disculparon por el mal momento que le hicimos pasar con Jonathan y lo entendieron, Wanda por supuesto habló conmigo. Son muy buenas personas a pesar de todo.

Ella me sonrió muy contenta al parecer.

—¡Genial! Lo que importa en una relación es caerle bien a los suegros.— ríe ella.

—Claro. —asiento dudosa mientras bebo un poco de té— Jonathan irá con nosotros a San Francisco. —muerdo mi labio.

—Oh ¿Le has dicho?

La miro. Se veía algo confundida. Ella sabe que no me gusta hablar ni contar sobre lo que pasó con Eric, que ella era mi única confidente, pero ahora Jonathan es mi novio y él me provoca cierta seguridad.

—Jonathan es mi novio ahora y sentía que debía decirle, además necesito que esté allí. —tomo su mano— Al igual que tú. —ella sonríe— Además —continúo—, quiero presentarle a Jonathan a Patrick. —río con una sonora carcajada. Candice me acompaña. Ambas sabemos por qué.

—Lo que más deseo es estar allí para ver eso. —se saca una lágrima del ojo— Va a ser desastroso, nuestro padre si que es celoso.

Dejo de reír: —Can, sabes que Patrick no es mi padre.

—Lo sé, pero te quiere como una hija y tú eres mi hermana, así que es lo mismo.

Simplemente sonrío.

—Vale, debemos empacar todo, llamaré a Topo para que nos busque. —aplaude emocionada y corre a buscar el teléfono.

Desde el año pasado que no veo a Topo. Bueno, desde la última vez que nos llevó a San Francisco.
Es un buen amigo de Candice, y cuando digo que es un buen amigo es porque se acostó con él en un par de ocasiones, pero se llevan muy bien.

Decidí enviarle un texto a Jonathan para comentarle lo que haremos, pero al parecer se me adelantó, porque me estaba llamando.

Hola, justo estaba por —me interrumpe.

Empaca todo que mañana salimos temprano.

Fruncí el ceño confundida y alejé mi teléfono para verificar si era el número correcto: —¿Qué?

Que saldremos con el Jet de Will.

Abro mi boca sorprendida y tartamudeo: —¿Un Jet?

Si, nena, así que y Candice preparen sus cosas que mañana a las ocho estaré allí.

Estaba boquiabierta y respondo, otra vez tartamudeando: —Okey.

Nos vemos, preciosa.

Adiós.—corto.

Mierda. Un Jet. Debo decirle a Candice que le cancele a Topo.

—¡Candice! —le grito ya que ella estaba en la habitación— ¡Bowen, trae tu culo aquí!

Ella sale de la habitación con el teléfono en la mano y responde: —¿Qué cojones quieres, O'Brien?

Santa Mónica. - Libro 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora