Capítulo 31. Mi amor.

2.1K 124 8
                                    

Zafiro me había citado en su casa. Vive en una hermosa mansión cerca de su club. Las paredes de fuera son rojas y negras, tiene plantas por doquier y los muebles parecen muy caros y antiguos. En verdad tiene una casa hermosa pero algo solitaria.

—Lamento mucho lo de Isabella. —suspiro bebiendo un poco de té.

—Yo también, era una mujer muy inteligente y amable. —se inclina y poco sobre su mesa de cristal negro y sirve un poco más de té— En fin, se que Jonathan te dijo que quería hablar contigo, Ángel.

Asiento con la cabeza dejando la taza de té sobre la mesita de cristal.

—Él me ha dicho lo que sucedió, Ángel. —también deja su taza y se cruza las piernas.

—Aún no recuerdo nada. —niego con la cabeza.

—Eda, sólo ten cuidado. —besó mi frente y me miró con esos ojos mieles claros.

—¿Pero a qué te refieres, Zafiro? —niego con la cabeza. No entiendo qué sucede, no entiendo a qué se refiere. Todo es tan confuso.

—Estas personas son peligrosas. Harán lo que sea para arruinarlos. —toma su taza de té nuevamente comienza a dar vueltas con ella. Caminaba de un lado al otro y parecía preocupado.

—¿Por qué?— estoy realmente confundida, aunque quizás no tanto, porque sé que éstas personas son capases de cualquier cosa.

—Giovanni se quiere apoderar de todo, Ángel. —suspira— Hará lo que sea para conseguirlo. Destruirá a quien sea que se interponga en su camino. —se sienta nuevamente.

—No dejaremos que eso suceda, Zafiro.

Él parecía incómodo, como si quisiera decirme algo pero no puede. Algo sabe y no quiere o puede decirme.

—¿Hay algo que quieras decirme?— pregunto con cierta intriga en mi voz. Él sabía algo que yo desconocía.

Él quedó pensativo un momento mirando a la misma nada y al parecer pensando en todo. Simplemente sonrió y negó con la cabeza.

—¿Dijiste que estaba sobre la tumba de tu hermano?— frunce el entrecejo pensativo.

—Si. —asiento confundida—  Estaba observando la tumba de Eric el mismo día que Ashir. — abro mis ojos al darme cuenta— Es su ex mujer, Zafiro.

Él me mira asintiendo.

—Se casaron y su matrimonio duró un año solamente, pero de ese matrimonio salió una hija.— cruza sus piernas y yo lo miro sorprendida— No es Dianora si es lo que piensas. Ella nació un año después con otro matrimonio de Giovanni.

—¿Entonces?

—Nadie sabe qué sucedió con la niña. —hace una mueca y se acomoda su tapado de piel. Al parecer muy caro, al igual que toda su casa o quizás más— Giovanni nunca se hizo cargo y por esa misma razón ella huyó del país.

Trago saliva.

—Pero su hija no es el problema. Al parecer hay algo extraño aquí y es que tal vez ellos están juntos nuevamente y lo que quieren no es la joya Revival.— continúa.

¿No es la joya? ¿Entonces qué quieren? Quiero decir, si quisieran matarnos ya lo hubieran hecho antes, ¿No? ¿Qué más quieren de nosotros?

—¿Entonces qué quieren? —pregunto mientras muerdo mis uñas como una tonta. Es tan complicado esto. No entiendo absolutamente nada. Sólo hay que poner cada pieza en su lugar y descubrir que retorcido plan tiene Giovanni y la cazadora para todos nosotros. Entiendo que Giovanni se quiera apoderar de todo, pero no entiendo por qué nos hace hacer todas estas tonterías.

Santa Mónica. - Libro 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora