Santa Mónica. - Libro 1.

Capítulo 53. Mensajes extraños.

Gracie estaba sentada en el asiento trasero cantando una canción que sonaba en la radio. Jonathan a veces se unía y cantaba con ella. No podía evitar sonreír al verlos, son tan adorables.

—¿Qué película iremos a ver? — pregunta ella luego de que la canción terminó.

—No lo sé, la que tu quieras. —le contesto dándome vuelta para verla. Ella me regaló una linda sonrisa y asintió.

—Will dijo que Giovanni se trasladó de casa. —habla Jonathan y yo lo miro— No sabemos dónde está exactamente pero no estará muy lejos y debe tener a aus hombres por todos lados, debemos estar atentos a todo, Eda.

—Aún no lo entiendo. —frunzo el ceño— Amanda me dijo que Giovanni no me haría nada, que ellos respetan la sangre y todo eso.

—Giovanni sabe que tú estás de nuestro lado. La joya fue una excusa, él quiere destruirnos.

—¿Qué haremos? —miro por la ventana y por el espejo puedo ver a Gracie jugando con mi teléfono entonces pienso en ella y en que espero que no le suceda nada.

Oigo a Jonathan suspirar antes de que el coche frene en el estacionamiento del cine.

—No lo sé, pero debemos estar juntos y acabar con todo lo que sea de nuestra amenaza. —toma mi mano que está reposando en mi rodilla y le da un ligero apretón.

Amanda habló con Will y Wanda, al parecer luego de nuestra charla se dio cuenta de que no me alejare de mi familia; les dijo que Giovanni planea destruir a todos los clanes, mafias y grupos que amenazen con su negocio. Somos una amenaza ya que distribuimos por todo el país y más allá de las fronteras de Estados Unidos. También hacemos negocios con armas ilegales por algunas partes de Italia, Gran Bretaña, la India, Rusia, Argentina, Puerto Rico, México, Colombia, Venezuela, España y Cuba. La droga sólo la vendemos por el país, pero tenemos informantes y negocios mucho más allá del extrangero y eso a Pietro Giovanni no le conviene.

Su plan es macabro y con la ayuda de algunos clanes y carteles de Colombia y Mexico pueden destruirnos, pero ese tema aún no está acordado según Amanda porque los colombianos no quieren relación con los italianos, así que Pietro debe buscar una buena oferta para poder comprarlos. En Italia tiene muchos aliados, pero también muchos enemigos, cuando esto esté resuelto será nuestro fin.

Amanda dijo que debemos estar preparados para todos y si la palabra huir es la mejor opción que así sea.
Pero nadie está convencido ni seguro de eso.

—Quiero ver —Gracie se puso a ver la cartelera de cine mientras Jonathan compraba palomitas y algunos dulces.—¡La vida secreta de tus mascotas! —dijo emocionada.

—Vale, cariño, vamos por las entradas. —ella tomó mi mano y caminamos en busca de las entradas— Tres para "La vida secreta de tus mascotas", por favor.— le digo al tío que estaba en la boleteria.

—Cla-claro. —tartamudea. Levanto la vista y no puedo creer lo que veo. Jace está trabajando en la boleteria del cine. Le entrego la tarjeta de crédito y él, algo nervioso, la toma.— ¿Cómo estás, Eda? —inserta la tarjeta de crédito en la maquina y me la vuelve a dar.

—Bien, Jace, ¿Tú? —muerdo mi labio y guardo mi tarjeta.

—Estoy bien. Me alegro de verte otra vez. —me sonríe mientras las entradas se imprimían.

—A mi también, no sabía que trabajabas aqui. —él me entrega las entradas y asiente.

—Solo es de medio tiempo, en realidad trabajo en la empresa de mi padre como aprendiz. —me cuenta.

—Oh, eso es genial. —le sonrío.

—Te vez bien. —me dice y yo me siento algo incómoda. Sigue siendo el mismo Jace guapo de siempre, pero ua no me gusta.— ¿Ella es tú hermana?