Estaba sentada, cruzada de piernas tomando un vaso de vino de su bodega. Esperando a que aparezca.
Escuché el ruido de sus llaves y la puerta abrirse. Las luces estaban apagadas, todas ellas. Yo estaba sentada en un pequeño sofá de la entrada con mi vestido negro esperando el momento exacto para entender las luces.
Oigo sus tacones caminar por sus pisos de madera, acercándose. Enciendo la luz en ese mismo momento que la distingo pasando por mi lado.
—¡Mierda! —pega un salto y casi tira las bolsas que cargaba en sus manos. Me mira muy sorprendida.— Joder, hija.
—¿Estás segura que soy tu hija? —pregunto haciéndome la desinteresada y jugando con la copa de vino.
—¿De qué estás hablando, Eda? —veo como traga saliva y deja las bolsas sobre un mueble de roble frente a ella. Con sus tacos caros camina hacia mi.
—No te hagas la que no sabes de qué cojones estoy hablando, Amanda. —me levanto, con la copa aún en mi mano, pero estoy tranquila. Aún.
—Eda. —levanta sus manos a la altura de su pecho como si quisiera detenerme o algo así.
—Me hiciste creer que era la hija de un jodido mafioso Italiano todo este tiempo cuando la verdad es que no es así, que tengo una maldita hermana que resulta ser la jodida ex de mi novio. —eso último lo digo con rabia en mi voz. De sólo pensarlo quiero destruir todo a mi paso.
—Yo sólo quería protegerte, Eda. —se excusa.
—¿Y que hay de ella?
—Por favor, siéntate. —señaló al sofá donde estaba sentada antes. Eso hice, y ella se sentó en frente mío.— Te dejé con tu padre porque Pietro no podía descubrir que lo habia engañado con otro hombre, él te hubiera matado. — dice con angustia, supongo— El día de tu nacimiento te dejé con tu padre y tu hermano y me llevé a Anastasia a vivir a Italia, conmigo.
Joder, hasta la muy zorra me robó a mi madre.
—Yo la crié, ella sabe todo gracias a mi, ella se crío entre armas, dinero, codicia, lujos y mafia, mucha mafia, ya que mi hermano Demian la crió como a una hija también. —continúa.
—¿Que ha sucedido con él?
—Lo mataron unos mafiosos rusos a los que él le debía mucho dinero. —se seca una lágrima— Luego de eso ella conoció a Jonathan y eran muy jóvenes, se enamoraron y yo obligué a Ana que esté con él y que me de toda la información necesaria.
—¿La utilizaste como una espía? —mi boca se abre algo sorprendida. Jonathan no sabía esa parte de la historia.
—Si, pero ella no se negó, sabía que la familia es más importante. —se encoge de hombros— Cuando me di cuenta que todo se estaba descontrolando y que ya tenía toda la información que necesitaba ella planeó su separación. Había conocido a un hombre muy amigo de Demian y decidió irse con él, lo dejó y planeó su muerte junto con Jax.—lame sus labios mirandose las manos— Desde entonces nunca más volví a saber nada de ella.
—¿Y por eso me buscaste?
—Te busqué cuando supe que tú estabas involucrada con Becker. —niega con la cabeza— Sabía exactamente lo que pasaría, sabía los planes de Pietro y sabía perfectamente que Anastasia no lo iba a dejar ir aunque quisiera.
—¿Por eso mató a Dianora? — todo comenzaba a cobrar sentido.
Ella asiente con la cabeza: —Por eso volvió. Es obvio que sabía que si mataba a Dianora, Pietro estaría en tu contra y él haría el trabajo sucio por ella.
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Santa Mónica. - Libro 1.
Roman d'amourUna joya. Sí, ella era una joya para él, pero no se trataba de eso. Él se enamoró como nunca imaginó, descubrió lo que es sacrificarse por alguien más, alguien a quien amas. Ella creyó en él, sintió y lo amó como nunca había hecho, como nunca había...