—¿Seguirás enojada conmigo?
Estaba sentada viendo como los dos guardaespaldas de Will jugaban a Póker. Will les había ordenado que nos acompañen a San Francisco por si algo nos ocurría. Candice dormía en una de las habitaciones privadas del Jet, y aún estoy sorprendida de que tenga dos habitaciones privadas. Es tan extraño todo esto.
Jonathan estaba sentado a mi lado y aún no le había dirigido la palabra. Tal vez exagero pero me gusta que ruegue.—No estoy enojada contigo. —digo seria muy poker face sin mirarlo aún. Estaba concentrada en el juego de Jhonson y Maxwell. Ese es el apellido de ambos guardaespaldas. Jonathan les dice así.
—No mientras. —gruñe. Siento como se remueve en el asiento. Está tratando de que lo mire.
—Cree lo que quieras. —contestó fría. Aunque sólo estaba fingiendo un poco.
—Debí haber traído a Charlotte, ella se comportaría como una mujer. —pero antes de que pueda terminar de hablar yo me volteé con la cara roja de ira y los puños bien apretados. Quería golpearlo. ¿Cómo cojones se atreve a decirme una cosa así?
¡Ahora si ya no es broma, golpéalo Eda!
—¿Sabes? Pudiste haber dicho que no a mi invitación, gilipollas. —le gruño muy molesta— Nadie te ha obligado. —me trago el estúpido nudo en miro hacia otra parte.
—Eda, lo siento, yo —intenta tomar mi mano pero me levanto rápidamente.
—¡Te hubieses quedado con ella, Jonathan! —y corro antes de que mis lágrimas comiencen a caer. Me encierro en el baño y me lavo la cara rápidamente. Me miro al espejo y realmente me siento como una estúpida. ¿Cómo quiere que no me sienta insegura si siempre la nombra?
Quizá es verdad y soy una niña. No soy Charlotte, no tengo el cuerpazo que tiene ella, no me visto provocativa como ella. Charlotte realmente es femenina, sensual y guapa, mientras que yo me visto como una adolescente y parezco una adolescente. Él necesita una mujer que lo seduzca, que lo mantenga entretenido y que no lo aburra, ya entiendo por qué siempre la nombra.
¿Por qué cojones eres tan insegura, O'Brien?
¿Cómo no ser insegura cuando compites con mujeres más bellas y sexys que tú? Charlotte puede seducirlo si quiere en un segundo, como él había dicho alguna vez: ella es la única que le quitaba el estrés. Quizás no con esas palabras pero eso quiso decir.
—¿Eda? —golpea desde fuera— Nena, perdóname, yo —lo interrumpo.
—¡Vete! —grito secando mis lágrimas de estúpida.
—Lo siento, no quise decir eso.
—Si, si quisiste y lo hiciste. Pero ¿Sabes qué? Tienes razón, y yo también la tengo. Debiste quedarte con ella, Jonathan. —cubro mi boca para evitar sollozar y cierro mis ojos.
—No digas eso. —lo oigo suspirar.
—Sólo quiero estar sola ¿Vale?
Escucho como murmura un "Está bien" y creo que se va.
Me sostengo sobre la puerta y caigo lentamente al suelo.Pensé y pensé por un rato y al fin me decidí. Esto no va a quedar así. Le demostraré a esta idiota y a mi misma que puedo.
Debo dejar de demostrarle que me afecta todo lo que él dice sobre ella, debo valerme por mi misma.
Dije que haré todo lo posible y lo haré. Lo prometí.
Me levanté de piso y decidí armarme de valor para salir de allí. Tomé el pomo de la puerta y lo giré hasta abrirlo, pero Justin estaba fuera esperándome. Me quedé firme e intenté pasar por su lado pero me tomó del brazo rápidamente y hizo que gire a verle.
![](https://img.wattpad.com/cover/73654796-288-k831862.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Santa Mónica. - Libro 1.
RomanceUna joya. Sí, ella era una joya para él, pero no se trataba de eso. Él se enamoró como nunca imaginó, descubrió lo que es sacrificarse por alguien más, alguien a quien amas. Ella creyó en él, sintió y lo amó como nunca había hecho, como nunca había...